Por Daniel Espinoza Andaveri
La Paz, 7 jun (ABI).- El Centro Afroboliviano para el Desarrollo Integral y Comunitario (Cadic), y el Movimiento Cultural Saya Afroboliviano (Mocusabol), con el apoyo de otras institucionales nacionales, ha lanzado una cruzada nacional contra toda forma de racismo y por la unidad de Bolivia.
El Defensor del Pueblo, la Fundación Unir, Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), la Agencia Nacional de Noticias por los Derechos de la Infancia (Anni) y el movimiento de mujeres, artistas, poetas e intelectuales se han convertido en ejército de campaña, en un firme intento por erradicar expresiones y acciones racistas en Bolivia, habitada por 36 grupos étnicos y culturales diversos.
"Las jornadas nacionales por la Dignidad Humana y Contra el Racismo’ tienen el fin de concienciar a la población que este tipo de expresiones es una conducta injusta identificada con la crueldad, el odio y desprecio", dijo Jorge Medina, director ejecutivo del Cadic.
"Esta conducta promueve actitudes contra la dignidad de las personas basadas en prejuicios de origen racial, sexo, edad, deficiencia de alguna función física, intelectual, condición social, económica e incluso por la condición de salud y preferencias sexuales, entre otras", precisó el activista por los derechos de los afrobolivianos.
Este grupo tiene base en los Yungas, unas estribaciones cordilleranas en el este de La Paz, de aguda vocación agrícola.
Bolivia nació a la vida independiente, en 1825, con una población de 3.000 negros, de acuerdo con la obra del historiador Alberto Crespo ‘Los Negros en Bolivia’.
El origen de la población de raza negra asentada en los Yungas se remonta al tráfico de esclavos africanos ingresados en penosas incursiones para el cultivo de coca, que servía para mitigar las fatigas de los trabajadores mineros (mitayos) en los yacimientos argentíferos de los Andes.
De acuerdo con el escritor uruguayo Eduardo Galeano, la explotación de minerales durante la colonia española en el Nuevo Mundo -que sustentó el apogeo y engrandecimiento del Imperio de Carlos V, en cuyas posesiones ultramarinas y continentales más allá del Atlántico y el Mediterráneo "no se ponía el sol"- se cobró la vida de 8 millones de esclavos indígenas y negros.
La Paz, 7 jun (ABI).- El Centro Afroboliviano para el Desarrollo Integral y Comunitario (Cadic), y el Movimiento Cultural Saya Afroboliviano (Mocusabol), con el apoyo de otras institucionales nacionales, ha lanzado una cruzada nacional contra toda forma de racismo y por la unidad de Bolivia.
El Defensor del Pueblo, la Fundación Unir, Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), la Agencia Nacional de Noticias por los Derechos de la Infancia (Anni) y el movimiento de mujeres, artistas, poetas e intelectuales se han convertido en ejército de campaña, en un firme intento por erradicar expresiones y acciones racistas en Bolivia, habitada por 36 grupos étnicos y culturales diversos.
"Las jornadas nacionales por la Dignidad Humana y Contra el Racismo’ tienen el fin de concienciar a la población que este tipo de expresiones es una conducta injusta identificada con la crueldad, el odio y desprecio", dijo Jorge Medina, director ejecutivo del Cadic.
"Esta conducta promueve actitudes contra la dignidad de las personas basadas en prejuicios de origen racial, sexo, edad, deficiencia de alguna función física, intelectual, condición social, económica e incluso por la condición de salud y preferencias sexuales, entre otras", precisó el activista por los derechos de los afrobolivianos.
Este grupo tiene base en los Yungas, unas estribaciones cordilleranas en el este de La Paz, de aguda vocación agrícola.
Bolivia nació a la vida independiente, en 1825, con una población de 3.000 negros, de acuerdo con la obra del historiador Alberto Crespo ‘Los Negros en Bolivia’.
El origen de la población de raza negra asentada en los Yungas se remonta al tráfico de esclavos africanos ingresados en penosas incursiones para el cultivo de coca, que servía para mitigar las fatigas de los trabajadores mineros (mitayos) en los yacimientos argentíferos de los Andes.
De acuerdo con el escritor uruguayo Eduardo Galeano, la explotación de minerales durante la colonia española en el Nuevo Mundo -que sustentó el apogeo y engrandecimiento del Imperio de Carlos V, en cuyas posesiones ultramarinas y continentales más allá del Atlántico y el Mediterráneo "no se ponía el sol"- se cobró la vida de 8 millones de esclavos indígenas y negros.
Al destacar el apoyo de muchas instituciones a la iniciativa progresista de la comunidad afro boliviana, Medina expresó que "tenemos que entender que más allá de la condición étnica, somos humanos, bolivianos y el respeto es muy importante".
"Los bolivianos también tenemos que entender que Bolivia es multiétnica pluricultural, donde estamos quechuas, aymaras, indígenas guaraníes, afrobolivianos, mestizos y otras culturas", insistió.
La campaña de promoción por los derechos de mujeres y hombres de raza negra está consustanciada con la unidad del país, asediada en los últimos tiempos por un cóctel de secesionistas y terroristas descubierto e indagado en el país.
"Con esta cruzada buscamos la unidad de los bolivianos, el respeto, pedimos paz para el país. Más allá que unos tengan más dinero o tengamos el color de piel diferente que el otro, eso no significa que seamos mejor que el otro, porque también tenemos las mismas necesidades y sabemos pensar igual que otra persona", puntualizó.
Entre tanto, el presidente de APDHB, Rolando Villena, dijo que la institución apoya plenamente a la cruzada por la dignidad humana y contra el racismo, promovida por Cadic y Moscusabol.
"Tocar el tema del racismo, es tocar algo que está latente y se manifiesta de tanto en tanto, toda vez que existe intereses de carácter político que quieren manejar a nuestros hermanos para enfrentarnos", puntualizó.
Tal problemática, prosiguió Villena, debe ser superada y "no puede ser que entre bolivianos exista el odio, la desconfianza para calificar a la gente por el color de la piel y no por lo que es".
"Es hora de ponerle un coto definitivo y escribir la historia de otra manera, aprendiendo a luchar contra el racismo desde la educación, desde los niños y todo el espacio humano, donde la gente ve que sus derechos son vulnerados", mencionó.
De acuerdo con estudios demoscópicos del Observatorio de los Derechos Humanos y Política Social, un 70% de la población boliviana considera que existe algún grado de racismo e intolerancia.
De esta cifra, el 73,5% señala que Santa Cruz es el departamento donde hay más racismo. Le siguen Sucre, Tarija y La Paz.
Dea/cc ABI
Texto y foto: ABI
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