miércoles, 30 de noviembre de 2011

Frío - Raúl Torres

Fiscal incluye a 4 hoteles en el caso Terrorismo II



“Se han solicitado informes a algunos hoteles en los cuales se han alojado los miembros del grupo irregular; vamos a determinar si éstos han sido pagados o no. Naturalmente, de haber sido cancelados no existe nada irregular porque (los hoteles) no tienen la obligación de conocer todo, pero si no han sido remunerados, puede ser una forma de financiar al grupo irregular”, explicó Suaznábar.

Los informes solicitados siguen la línea de inspección iniciada con la aerolínea AeroSur, que también es indagada porque en el cuaderno de investigaciones cursarían algunos elementos de convicción respecto a la posible participación de esta empresa, como financiadora de la presunta célula terrorista de Eduardo Rózsa.

Respaldo. “Hay que determinar quiénes son las personas que habrían podido financiar al grupo. Sin embargo, estamos en plena pesquisa, estos son elementos que se han ido recolectando y van a continuar recolectándose a través de la investigación”, dijo el fiscal, quien ya cursó requerimientos a AeroSur para que informe sobre boletos y viajes en favor de los “terroristas” y que no habrían sido cobrados por la aerolínea.

Para el fiscal Marcelo Soza, quien se encargó de la primera etapa de la pesquisa, “AeroSur es parte importante” porque “todo el grupo de Rózsa llegó vía AeroSur, con los boletos que entregó Alejandro Melgar a Eduardo Rózsa, vinculado con Humberto Roca (presidente de AeroSur) probablemente”. Recordó que hay un descargo donde la aerolínea indica de que tenía un contrato con Melgar y que por esa deuda que tenía, habría dado boletos que terminó usando el grupo de Rózsa.

Vínculo. En relación a la posible vinculación de Roca, Soza aseveró que “hay correos que hablan del ‘presidente’ (de AeroSur), probablemente sea él o no. Sin embargo, Melgar manifiesta que el ‘presidente’ ya tiene conocimiento de este asunto sobre los boletos”. No obstante, Jorge Valda, abogado de Roca, aclaró el lunes que no hay una ampliación de investigación en contra de su cliente y que los requerimientos son hacia la empresa.

Respecto a los hoteles, Soza refirió que “el grupo estaba en distintos hoteles, Buganvillas, Santa Cruz, Las Américas y Asturias, que seguramente investigará Suaznábar”. El fiscal Suaznábar debe dar con los financiadores de la célula irregular, desbaratada el 16 de abril de 2009, tras una incursión policial al hotel Las Américas de Santa Cruz.

En su indagación, el fiscal recibió ayer la declaración de un cívico cruceño y un justificativo de Tatiana Marinkovic (hermana de Branko), quien no podría llegar a La Paz por temas de salud.

Tras el hermano de Costas

El fiscal Marcelo Soza, que dirigió las pesquisas de la primera etapa del caso Terrorismo, refirió que el hermano del gobernador Rubén Costas, Pablo, “está vinculado al grupo armado e irregular con el tema del financiamiento”. Afirmó que Pablo Alberto Costas Olivera “organizaba toda la coordinación con Rózsa en el grupo La Torre”.

Las declaraciones de Soza surgieron tras referirse al anuncio del Gobernador cruceño, quien dijo que no asistiría a la audiencia del proceso en el que éste lo acusa por desacato. “Yo pienso que Rubén Costas no está sobre la Constitución, es como cualquier otro ciudadano que debe obedecer la ley”, expuso.

Advirtió que si no se presenta, la consecuencia sería su aprehensión. Y en respuesta a la persecución que denuncia Costas, dijo: “Que venga (...) y yo le voy a demostrar con prueba evidente que su hermano estaba metido (con la célula de Rózsa)”.


Texto y foto: La Razón

lunes, 28 de noviembre de 2011

Brasil: La copa (no) es nuestra



Frei Betto

ALAI AMLATINA, 26/11/2011.-

Para que un país funcione bien necesita reglas. Si carece de leyes y de quien las haga cumplir, cae en la anarquía. El Brasil tiene más leyes que población. En principio, ninguna de ellas puede contradecir a la ley mayor: la Constitución. Sólo en principio. En la práctica, y en el próximo Campeonato de Fútbol, la teoría es otra.

Ante el megaevento de la pelota todo se trastoca. La legislación corre el peligro de ser ignorada y, si sucede así, las empresas asociadas a la Fifa quedarán exentas de pagar impuestos.

La ley de responsabilidad fiscal, que limita el endeudamiento, será flexibilizada para facilitar las obras destinadas al Campeonato y a las Olimpiadas. Como enfatiza el profesor Carlos Vainer, especialista en planificación urbana, un municipio podrá endeudarse para construir un estadio, pero no para efectuar obras de saneamiento...

La Fifa es un casino. En un casino juegan muchos, pero ganan pocos. Y quien no pierde nunca es el dueño del casino. Así funciona la Fifa, que se interesa más por la ganancia que por el deporte. Por eso ha desembarcado en el Brasil con su tropa de choque para obligar al gobierno a olvidar leyes y costumbres.

La Fifa quiere prohibir, durante el campeonato, la comercialización de cualquier producto en un radio de 2 km alrededor de los estadios. Excepto las mercancías vendidas por las empresas asociadas a ella. Que quede bien sabido: para el comercio local, puertas cerradas; para camellos y ambulantes, la policía contra ellos. ¡Dejen paso a la Fifa! Casi 170 mil personas serán sacadas de sus viviendas para que se construyan los estadios. ¿Y quién garantiza que serán debidamente indemnizadas?

La Fifa quiere al pueblo lejos del Campeonato. Que se contente acompañándola por la TV. Entrar a los estadios será privilegio de la élite, de los extranjeros y de los que tengan dinero para comprar entradas de reventa. Aparte de que una buena cantidad de entradas será vendida en Europa anticipadamente.

La Fifa quiere impedir el derecho a la media entrada. ¡Fuera estudiantes y ancianos! Y nada de entrar a los estadios con las empanadas de la abuela o la merienda dietética recomendada por su médico. Hasta el agua será prohibida.

Todos serán revisados en la entrada. Sólo una empresa de comida rápida podrá vender sus productos en los estadios. Y la prohibición de bebidas alcohólicas en los estadios, que está en vigor en el Brasil, será quebrada en pro de una marca de cerveza hecha en los USA.

Comenta el prestigioso periódico Le Monde Diplomatique: “La celebración de un megaevento deportivo como éste autoriza también la megaviolación de derechos, el megaendeudamiento público y las megairregularidades”.

La Fifa sencillamente quiere suspender, durante el campeonato, la vigencia del Estatuto del Aficionado, del Estatuto del anciano y del Código de Defensa del Consumidor. Todas esas propuestas ilegales están contenidas en el Proyecto de ley 2.330/2011, que se encuentra en el Congreso. Y en caso de que no sea aprobado, el Gobierno podrá hacerlas efectivas a través de medidas provisionales.

Si usted quiere hacerse una camisola con la frase “Copa 2014”, tenga cuidado. La Fifa ya ha solicitado al Inpi (Instituto Nacional de Propiedad Industrial) el registro de más de mil títulos, entre los cuales está el numeral “2014”.

(No) se confíen con un desorden como éste: la Fifa quiere instituir tribunales de excepción durante el campeonato. Sanciones relacionadas con la venta de productos, uso de ingresos y publicidad. En el proyecto de ley antes citado, el artículo 37 permite crear juzgados especiales, grupos y cámaras especializadas para las causas relacionadas con los eventos. ¡Una justicia paralela!

En Sudáfrica se crearon 56 Tribunales Especiales del Campeonato. El robo de una cámara fotográfica fue sancionado con ¡15 años de cárcel! Y peor aún: si hubiera daños y perjuicios para la Fifa, la culpa y la reparación de los mismos correrán a cargo del Estado. O sea, el Estado brasileño pasa a ser el fiador de la FIFA en sus negocios particulares.

Ya es hora de que los aficionados organizados y los movimientos sociales pongan el balón en el suelo y disparen a gol. Presionar al Congreso e impedir la aprobación de la ley que deja la legislación brasileña en el banco de reservas. En caso contrario el aficionado brasileño va a tener que resignarse a ver las cosas por TV. (Traducción de J.L.Burguet)

Texto: AIPE

Foto: apurogol

viernes, 25 de noviembre de 2011

Ciegos y tuertos

Kalvellido en Rebelión

martes, 22 de noviembre de 2011

Muere la viuda del expresidente francés Mitterrand



Danielle Mitterrand, viuda del ex presidente francés François Mitterrand y defensora de los derechos humanos, murió el martes a los 87 años, dijeron fuentes del Gobierno y del Partido Socialista.

La ex primera dama, que estuvo casada con Mitterrand durante 51 años, sufría problemas respiratorios y se encontraba en un coma inducido en el hospital Georges Pompidou de París.

Danielle Mitterrand fue una enérgica defensora de los derechos de grupos minoritarios como los kurdos y los tibetanos, hizo presión para una distribución más justa de los recursos globales y fue amiga del líder cubano Fidel Castro. Sus francas campañas avergonzaron en ocasiones a su marido.

Nacida el 29 de octubre de 1924 en Verdún, cerca de la frontera alemana, Danielle Gouze fue políticamente activa desde muy joven, uniéndose a la Resistencia francesa a los 17 años, donde conoció a su futuro marido.

En ese momento, Mitterrand era el líder de una red de la Resistencia en Borgoña, y operaba bajo el nombre en clave de "François Morland".

La pareja se casó en octubre de 1944 y Mitterrand pasó a lanzar su carrera política en el Partido Socialista con Danielle a su lado, convirtiéndose finalmente en presidente en mayo de 1981.

Aparte de sus campañas sobre el mundo en desarrollo, Danielle comentaba a menudo temas de política nacional, criticando abiertamente al primer ministro conservador Jacques Chirac y posteriormente las políticas de inmigración del ministro del Interior Charles Pasqua.

Cuando Mitterrand murió en 1996, Danielle causó revuelo al aparecer en su funeral junto a la amante de su marido, Anne Pingeot, con quien éste tuvo una hija, Mazarine.

Le sobreviven sus dos hijos, Jean-Christophe y Gilbert. Un tercer hijo, Pascal, murió poco después de nacer.

Texto y foto: El Deber

jueves, 17 de noviembre de 2011

La recreación anacrónica del imaginario desarrollista



Raúl Prada Alcoreza

Nacionalistas, izquierda nacional, izquierda colonial y lumpen-burguesía comparten el imaginario desarrollista, todos son modernistas, creen en la evolución, al estilo de Herbert Spencer, en la linealidad de la historia y en la fatalidad del capitalismo. Consideran que la tarea es el desarrollo, que un país es soberano si se desarrolla, olvidando que el “desarrollo” del que se habla está articulado a la acumulación ampliada de capital que dibuja una geopolítica en el sistema-mundo entre centros de acumulación y periferias de transferencia de recursos naturales, que el “desarrollo” del que hablaban produce “subdesarrollo”, que el mapa del mundo es un tejido de centros y una malla de periferias, un mapa de espacios de “desarrollo” y un mapa de espacios de “subdesarrollo”, ambos complementarios, produciéndose mutuamente. Olvidan que ese “desarrollo” del que hablan produce dependencia, fortalece las cadenas de la dependencia.


No se puede olvidar que los gobiernos nacionalistas de América Latina intentaron salir en el siglo pasado de la dependencia orientando la estrategia económica y las políticas económicas hacia la sustitución de las importaciones. Soñaban con la industrialización así como los liberales del siglo XIX soñaban con los ferrocarriles. Los gobiernos nacionalistas estuvieron acompañados por apoyo popular, tomaron medidas que beneficiaron a cierta redistribución de la riqueza, también optaron por las medidas de nacionalización para recuperar el control de los recursos naturales, principalmente mineros e hidrocarburíferos, por parte del Estado. Todo esto ocasionó modificaciones en los términos de intercambio en la economía-mundial capitalista, pero no afecto a la estructura de dominación, de explotación y de control por parte de los grandes consorcios, oligopolios y monopolios trasnacionales.

En algunos casos las revoluciones nacionalistas promovieron actos heroicos como los que se dieron durante el gobierno del General Lázaro Cárdenas (1934-1940) en México, quién nacionalizó a las empresas petroleras que residían en México y tuvo que enfrentar el boicot de estas empresas y su influencia a nivel mundial. También se dieron acontecimientos transformadores durante los primeros años de la Revolución Nacional de 1952-1964 en Bolivia; incluso antes, en 1937 en Bolivia se incursionó en la experiencia de la nacionalización del petróleo, con el gobierno del General David Toro, una vez culminada la conflagración bélica del Chaco; más tarde en 1969 se produjo una segunda nacionalización del petróleo bajo el gobierno del General Alfredo Ovando Candía y con la firma del ministro Marcelo Quiroga Santa Cruz. La tercera nacionalización de los hidrocarburos se produjo el 1 de mayo de 2006 durante la primera gestión del gobierno de Evo Morales Ayma.

En Argentina, el primer gobierno de Juan Domingo Perón (1946-1952) ahondó la política de sustitución de importaciones mediante el desarrollo de la industria liviana. Perón también financió a la agricultura, especialmente en lo que respecta a la siembra de trigo. Frente a la carencia de recursos monetarios provenientes de la exportación, ocasionada por el estancamiento del sector primario, con las que se importaban los bienes de capital e insumos necesarios para el proceso de industrialización, se eligió la ruta de la nacionalización del comercio exterior. En esta perspectiva, en 1948, el gobierno peronista adquirió los ferrocarriles a los capitales extranjeros, en su mayoría ingleses, creando la empresapública de Ferrocarriles Argentinos. En esta tónica, en el diseño del Plan Quinquenal se buscó fortalecer las nuevas industrias creadas, comenzando con la industria pesada de la siderurgia y la generación de energía eléctrica enSan Nicolás y Jujuy.

También en Brasil se vivió la experiencia populista y nacionalista, incursionando en proyectos modernizadores y de desarrollo. Este panorama político es irradiante en América Latina, también en las geografías periféricas el sistema-mundo de entonces, que algunos casos incluso terminaban expresándose en tono antiimperialista. En Brasil, entre 1937 y 1945, durante el Estado Novo, Getúlio Vargas dio un impulso fundamental a la reestructuración del Estado y profesionalización del servicio público, creando el Departamento Administrativo del Servicio Público (DASP) y el IBGE. Suprimió los impuestos en las fronteras inter-estatales y creó el impuesto a la renta. Se orientó cada vez hacia la intervención estatal en la economía y se concentró en impulsar la industrialización.

Fueron creados el Consejo Nacional del Petróleo (CNP), posteriormente llamada PETROBRÁS, y en 1951 la Compañía Siderúrgica Nacional (CSN), la Compañía Vale do Rio Doce, la Compañía Hidroeléctrica de São Francisco y la Fábrica Nacional de Motores (FNM). Promulgó, en 1941, el Código Penal y el Código Procesal. Durante 1943, Getúlio Vargas logró la Consolidación de las Leyes del Trabajo (CLT), garantizando la estabilidad del empleo después de diez años de servicio, descanso semanal, la reglamentación del trabajo de menores, de la mujer, del trabajo nocturno y fijando la jornada laboral en ocho horas de servicio.

Como se puede ver vivimos periodos de efervescencia nacionalista y populista en América Latina encaminados a la independencia económica y a la consolidación de la soberanía por la ruta de la nacionalización, las medidas sociales y las medidas del trabajo, persiguiendo también la modernización de la administración estatal y de las leyes. El nacionalismo es un movimiento democrático por la ampliación de la participación popular, es un movimiento independentista por la lucha contra la dependencia económica, busca la modernización del Estado y apunta al desarrollo nacional, impulsado desde el Estado.

Estos fueron los periodos heroicos del nacionalismo; empero, a pesar de los grandes esfuerzos, las medidas de nacionalización, los países que incursionaron por estos horizontes no pudieron romper con la dependencia, al contrario, como formando parte de un dramatismo histórico, terminaron de ahondarla. De la dependencia de las manufacturas pasaron a la dependencia de las transferencias tecnológicas y a las incursiones masivas del capital financiero, comprendiendo sus redes de dominio en forma de mallas, abarcando circuitos dúctiles, flexibles, rápidos, articulados a los mecanismos de los sistemas de la informática.

Los nacionalistas de estos periodos lucharon denodadamente contra la dependencia, pero no pudieron salir de ella, debido a que en la medida que no podían escapar a los circuitos de los ciclos del capitalismo, a las estructuras de dominación y reproducción de la dominación y de la acumulación de capital, no pudieron romper con los condicionamientos de las lógicas de la acumulación de capital del sistema-mundo, de la economía-mundo, que dibuja una geopolítica condenatoria: centro periferia, norte-sur. En el mejor de los casos, lo que pudieron hacer estas políticas de sustitución de importaciones, estas políticas de nacionalización, es modificar los términos de intercambio, pero no cambiar las estructuras de dominación mundial ni las estructuras de acumulación de capital. Entonces terminaron recreando el mismo sistema mundo, comprendiendo algunos desplazamientos.

Los neo-nacionalismo de comienzos del milenio intentan repetir la misma historia, empero sin la heroicidad de aquellos nacionalismos, lo hacen como en una comedia disminuida, sin convicción y renunciando a los grandes alcances desde un principio, como ocurrió en Bolivia con el proceso de nacionalización de los hidrocarburos iniciados el primero de mayo del 2006, proceso inconcluso, que terminó paradójicamente desnacionalizando en el mismo proceso de desnacionalización al acordar contratos de operaciones que entregaban el control técnico a las empresas trasnacionales, reduciendo a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) a una mera administración y a un control nominal, sin retener el gas y el petróleo en Bolivia para su industrialización, como así manda la Agenda de Octubre y el Referéndum sobre los hidrocarburos.

Hay que distinguir pues entre los actos heroicos de los nacionalismo de la mitad del siglo XX y los nacionalismo del siglo XXI, que lo único que hacen es apoderarse de la imágenes de estos procesos soberanos, invistiéndose de su ropaje, empero sin llevar a cabo las medidas de expropiación de las empresas trasnacionales. También es indispensable comprender que, a pesar de los actos heroicos de aquellos nacionalistas sus esfuerzos chocaban con la estructura geopolítica y la lógica de acumulación de capital. En tercer lugar es indispensable no olvidar la gran enseñanza de la escuela de la Teoría de la Dependencia, quienes lograron develar que el desarrollo que se busca produce subdesarrollo y dependencia, como parte de una dialéctica perversa. Esta enseñanza nos lleva a replantear los alcances de las políticas soberanas, de defensa nacionalista, en contextos y horizontes complejos de los ciclos del capitalismo, en el panorama de las nuevas luchas anticapitalistas y descolonizadoras, que llevan adelante las naciones y pueblos indígenas originarios.

No se puede salir de la dependencia si es que se sigue por los caminos de la ilusión desarrollista, no se puede salir de la dependencia si es que no se sale de los horizontes de la modernidad y del prejuicio de desarrollo. Para salir de la dependencia es menester un cambio civilizatorio. La guerra anticapitalista es primordialmente una guerra anticolonial y descolonizadora, es una guerra contra el modelo civilizatorio de la energía fósil, de la desbastadora destrucción y depredadora de la naturaleza. Salir del capitalismo significa construir una civilización libre de la compulsión del dominio sobre la naturaleza.

Esa es también una enseñanza de la Escuela de Frankfurt; el capitalismo y la modernidad se han construido sobre la base de dos mitos, el mito de la dominación de la naturaleza y el mito del progreso. Recogiendo estas enseñanzas, la de la teoría de la dependencia y la de la escuela de Frankfurt, no se puede seguir ingenuamente u obsesivamente por las rutas consabidas del desarrollismo; hay que salir de esta perspectiva linealista. Es indispensable un mundo alternativo.

Ahora bien, así como no era posible el socialismo en un solo país, el cambio civilizatorio también tiene que darse mundialmente. Esto no quiere decir que haya que esperar a que las transformaciones radicales se den mundialmente, sino que estas transformaciones hay que transitarlas en cada país, en cada región, dependiendo de sus condiciones y sus contextos histórico-políticos. Lo que significa que de lo que se trata es de orientar transiciones transformadoras en múltiples niveles.

Algunos teóricos e historiadores de los ciclos de capitalismo proponen la figura de la desconexión, no como aislacionismo, sino como método de transición económica; esto significa escapar de los condicionamientos del mercado externo y de la división internacional del mercado y del trabajo, orientando la producción al mercado interno. Esta posición es sugerente pues propone, sin renunciar a otras formas de industrialización, incorporando tecnologías limpias, no agresivas y destructoras, armonizar y complementar la producción con los equilibrios ecológicos. No hay que olvidar de ninguna manera, olvido que corresponde a la amnesia desarrollista, que no se puede transferir los costos del desarrollo a la naturaleza, que esta transferencia tiene sus límites y su bumerang. La destrucción desarrollista termina destruyendo el mismo desarrollo.

En lo que corresponde al balance de las rutas desarrollistas contemporáneas, sobre todo en lo que respecta a las llamadas potencias emergentes, es ilustrativo leer a Francisco de Oliveira cuando hace el análisis de lo que ocurre con la potencia emergente de Brasil. (1) El autor de El neo-atraso brasileño propone dos hipótesis interpretativas; una que por un lado fueron las actividades rurales de subsistencia, el trabajo informal y la precarización de los salarios los que subsidiaron el crecimiento de la industria y los servicios. La segunda hipótesis se refiere a la emergencia de una nueva burguesía compuesta por técnicos, economistas y banqueros, núcleo duro del Partido de los Trabajadores (PT). Ambas condiciones determinan la identidad paradójica que adquiere el capitalismo periférico en esta parte del mundo, aquí el capitalismo se financia con la explotación de los trabajadores, en tanto que el progreso sucede siempre en otro lugar, allí donde se produce la ciencia y la tecnología de punta, en el centro del sistema-mundo capitalista.

Este balance es contundente, no hay desarrollo en las potencias emergentes, por lo menos entendiendo a este fenómeno de una manera integral, sino neo-atraso, repitiendo las condiciones perversas de este rezago. El desarrollo de las fuerzas productivas deja en la ruina a una parte de la humanidad, el subdesarrollo aparentemente deja de existir, no así sus calamidades, el trabajo informal, el mismo que se transforma un indicador de la desagregación social. Lo que se produce es una modernidad heterogéneas y de contrastes. Por un lado centros urbanos que imitan el iluminismo edificado de las urbes del norte, burguesías articuladas a las redes del capital financiero, por lo tanto que forman parte de la misma burguesía globalizada; por otro lado, incluso en las mismas ciudades, cordones, espacios, amplias zonas de marginamiento y economía informal, incluso ilícita. Grandes mayorías discriminadas.

En las potencias emergentes se ha dado lugar a la emergencia industriales, que no es otra cosa que el desplazamiento de la desindustrialización del centro del sistema-mundo capitalista, que ha optado por tecnología de punta, transfiriendo tecnología obsoleta a las llamadas potencias emergentes. En estos lugares se ha dado lugar a la formación de nuevas burguesías, que no tendrían que nada que envidiar a las burguesías del norte, sobré todo en lo que respecta a su opulencia; empero este esplendor se construye sobre la base del marginamiento y la informalización de las grandes mayorías explotadas y dominadas, que habitan las zonas y los espacios del neo-atraso y la pobreza repetida descomunalmente. La emergencia de las potencias se basa en la destrucción devastadora de la naturaleza, la ampliación de la frontera agrícola, el uso de los transgénicos. De esta manera los costos de este progreso son demasiado altos como para hacerlo sostenibles.

No hay pues destino con el desarrollismo, tampoco con el neo-nacionalismo. Lo que hacen, en el mejor de los casos, en el caso de las potencias emergentes, es volver a modificar los términos de intercambio en las lógicas de acumulación del capital, modificar su participación en la estructura mundial de dominación capitalista. Por eso, podemos volver a decir, que los nacionalismo están mucho más cerca de las ilusiones liberales criollas y gamonales que de los proyectos emancipatorios y libertarios de los movimientos sociales, naciones y pueblos indígenas originarios. Están más cerca de repetir las formas coloniales, las del colonialismo interno, también las reiteradas cadenas de la dependencia, que de lograr construir las soberanías plurales que requiere un mundo alternativo de autodeterminaciones, auto-convocatorias, de participaciones sociales y ejercicios plurales de la democracia.

Si bien los nacionalismos heroicos forman parte de la historia de las luchas, pretender repetirlos en los ciclos contemporáneos del capitalismo es apostar e una repetición burda y cómplice da las formas de acumulación mundial capitalista por despojamiento.

Nota:

1. Francisco de Oliveira: El neo-atraso brasilero. Siglo XXI-CLACSO.

Texto: Bolpress

Foto: horizontesnomadas

Pacto de Unidad = Trillizas + Mellizas



Xavier Albó

Ya se da por roto el Pacto de Unidad entre las cinco principales organizaciones de los movimientos sociales rurales, desde el encuentro de esos días en que sólo participaban las trillizas, es decir, la CSUTCB, las comunidades “interculturales” (ex-colonizadores) y las Bartolinas, caracterizadas por su mayor lealtad si no militancia en el MAS.Las mellizas son las otras dos que mantienen más su independencia, aunque estaban aliadas con las primeras desde 2004. Son el CIDOB y CONAMAQ.


Es un rompimiento requeteanunciado y exacerbado por todas las tensiones de la larga marcha del TIPNIS en que las mellizas marcharon juntas mientras que las trillizas se marginaron.

Una de ellas, la de las comunidades interculturales, dio un paso más: organizaron incluso el bloqueo de Yucumo para que la marcha no avanzara. Por suerte no se cumplieron aquellas amenazas de que en Caranavi no dejarían pasar la marcha. Prevaleció la apertura a los distintos y el sentido común.

La CSUTCB en un primer momento hizo un pronunciamiento a favor de la marcha pero después su secretario ejecutivo tuvo aquella desafortunada declaración en que los llamó “salvajes”.

¡Qué admirables salvajes aquellos indígenas trinitarios que, escapándose de los patrones buscaban la Loma Santa y la encontraron en el hoy llamado TIPNIS! Hace poco se ha presentado en tres grandes volúmenes un bello catálogo de partituras musicales recuperadas en Moxos, mayormente ¡en las comunidades del TIPNIS! Porque al escaparse llevaban consigo sus violines y sus partituras, re-copiadas y aumentadas de generación en generación.

No por ser predecible este rompimiento deja de ser lamentable. Y en todo caso debemos seguir trabajando para recuperar el Pacto a full.

El momento más glorioso del Pacto fue durante todo el tiempo de la Asamblea Constituyente en que todos se pusieron a soñar juntos y, aunque con frecuencia discrepaban en determinadas propuestas, cedían y sumaban y fueron ellos los grandes facilitadores de muchos temas claves del nuevo texto constitucional, como muestra la sistematización que juntos publicaron el año pasado: El Pacto de Unidad y el proceso de una propuesta de Constitución. ¡No perdamos ahora este aliento por contradicciones que debemos seguir considerando secundarias!

Al interior mismo de los movimientos sociales debemos ser capaces de reconocer que siendo distintos seguimos siendo muy semejantes y complementarios. Lo que no podemos hacer es quitonearnos lo que ya es de uno o del otro o irnos serruchando el piso para ver quién gana dejando al otro humillado y derrotado.

El histórico nombre de “colonizadores” fue eliminado para resaltar que estamos ya en un Estado “descolonizador”. La nueva opción de llamarse interculturales debería convertirse en el gran lema para todos: para convivir constructivamente debemos aprender todos a ser interculturales, es decir capaces de entendernos en nuestras diferencias y, desde ellas, ayudarnos.

Por lo mismo tampoco exige que todos vistamos la misma camiseta partidaria como si fuéramos soldaditos de plomo o levanta manos que no pensamos por nosotros mismos. Este debate al interior de la unidad, también la enriquece.

Texto: Bolpress

Foto: yukon news

martes, 15 de noviembre de 2011

Alfabeto Uru



Los uru se definen a sí mismos como qhas qut suñi, “gente del agua” u “hombres del lago”.

Este milenario pueblo, que habita en el departamento de Oruro y parte de La Paz, se ubica entre los primeros pobladores del territorio boliviano y confronta situaciones críticas por la contaminación y sequía del lago Poopó y la reducción de su ya escasa población. De acuerdo con el Censo de Población de 2001, los uru en Bolivia tienen una población total de 2.134 personas.

A pesar de las adversidades, sin embargo, han presentado, en un colosal esfuerzo, el Alfabeto de la Nación Uru, para decirle al mundo que están vivos y que su cultura no desaparecerá.

Los orureños uru chipayas y uru muratos, y los iruhito uru, que se encuentra en las márgenes del río Desaguadero, cuentan ahora con su propio alfabeto y textos de investigación sobre su cultura, saberes y conocimientos ancestrales. En Bolivia sólo 23 pueblos y naciones indígenas cuentan con un alfabeto.

Con ese nuevo instrumento, el Ministerio de Educación, en cumplimiento de la Constitución Política del Estado, apoyará con recursos a todos los procesos educativos que desarrolle la Nación Uru a través de los Consejos Educativos.

Esa medida permitirá al Estado reproducir materiales para el desarrollo lingüístico del puquina, como se llama la lengua uru, y la promoción de su cultura.

El idioma original de los uru fue el uruquilla. Luego, con la llegada de los tiwanacotas, aprendieron a hablar puquina, y mucho después, con el arribo de los aymaras, practicaron ese idioma, y con la de los incas, el quechua.

A pesar de sucesivas invasiones hasta la época de la Colonia y un ecosistema adverso, ese pueblo ha logrado mantener, gracias a la fuerza de su cosmovisión y respeto a sus tradiciones, su idioma.

De hecho, en ese camino, el municipio Uru Chipaya fue en 2007 el primer asentamiento indígena de Bolivia en declararse libre de analfabetismo, logro que junto a sus milenarias tradiciones le permitieron ser seleccionado por el presidente Evo Morales para acoger el acto de inicio de esa etapa de la lucha contra la ignorancia.

Con el alfabeto y el apoyo del Ministerio de Educación, la enseñanza de la lengua puquina en las escuelas y comunidades uru se consolidará definitivamente.

Pero el pueblo uru no sólo desea preservar su cultura y sus costumbres, también ha decidido, como parte de este Estado Plurinacional, amar a la patria.

Por eso mismo, la primera medida que han asumido es promover el Himno Nacional en su idioma nativo.

Woliwiyan wathchis zoñinakaki / tikhsañkama thapa qustan thur’ichicha / xasiki liwritaz uchun yoqaki / yaqha wathz mantukis anaz iya zelhz, dice en puquina la primera estrofa de nuestra canción patria.

Texto: Cambio

Foto: Fundación Tierra

viernes, 11 de noviembre de 2011

War/No More Trouble

Cidob y gobierno: mucho por andar



Carlos Alejandro Lara Ugarte



Al final de la VIII marcha de la CIDOB y luego de acuerdos y consensos con el Gobierno, se superó la etapa crítica del conflicto; adelante, los protagonistas directos e indirectos cuentan con hechos y experiencias favorables para evaluarlas y potenciarlas. Pueden igualmente cuantificar fuerzas propias y consolidar alianzas cualitativas con sectores de movimientos sociales y organizaciones políticas pero por sobre todo tienen la oportunidad, tal vez la última, de sentarse frente a frente (como aliados del proceso de cambio y forjadores de la construcción del Estado Plurinacional) y replantear políticas de Estado y dejar de enfrascarse en logros lectorales, supuestas victorias estratégicas, pasajeros acuerdos coyunturales o firmas de convenios meramente reivindicativos.

A partir de lo que pasó en lo que se denominó “El Conflicto del TIPNIS”, corresponde al Órgano Ejecutivo y la CIDOB evaluar resultados desde el entendimiento y ejercicio del Derecho Constitucional de las Naciones y Pueblos Indígenas Originarios Campesinos, los avances legales de los que se dispone para ejercerlos, planificar Gestión Pública y lógicamente establecer agenda en lo mucho que falta andar en materia legal.

En ese cometido dos aseveraciones y dos interrogantes generales sobre el conflicto tendrían que confluir para explicar más logros de la Marcha del TIPNIS y la negociación correspondiente.

La primera aseveración es que la marcha y la plataforma de demandas pusieron en evidencia el camino irrenunciable emprendido por la CIDOB para consolidar el Estado Plurinacional. Esto colateralmente debe entenderse que las divergencias con el Gobierno y la represión en Chaparina no demuestra en si misma algún supuesto intento fallido del Estado Plurinacional como quieren hacerlo ver algunos analistas opositores al gobierno.

En lo último se incluye una serie de apreciaciones políticas que buscan aún entremezclar el apoyo de sectores urbanos de la ciudadanía a la VIII Marcha indígena con la supuesta baja de popularidad de Evo Morales o la forzada idea sobre la ilegitimidad de las elecciones pasadas para elegir autoridades del Órgano Judicial. Lo que sale claro de este conjunto de posturas es la evidencia de que la oposición y las fuerzas conservadoras desconocen el proceso de inclusión y ampliación en la participación democrática abierta en el proceso desde la participación de los pueblos IOC, en la que la CIDOB como institución reconocida legalmente, toma parte, y de la que los pueblos IOC de tierras altas y tierras bajas son protagonistas y aliados, tal vez, con diferencias circunstanciales, pero mientra en el Estado no se cambie la CPE y el Gobierno no argumente que el proceso de construcción institucional del Estado Plurinacional es un intento fallido, la alianza es latente y el avance continuo.

El apoyo de los sectores diversos y plurales hacia la Marcha de la CIDOB, definitivamente fortalece el proceso de cambio que se desarrolla en el Estado Plurinacional, claro que con el aditamento fuertemente crítico a los Órganos de Poder Público y conductores del Estado, en ese sentido se hace inconsistente hacer referencia a supuestas elaboraciones estratégicas para afrontar el conflicto y predeterminar la victoria o derrota de parte del oficialismo o la oposición. El conflicto del TIPNIS no fue una batalla electoral entre oficialistas y opositores y menos un combate político militar de dos bandos, fue simplemente una demanda por el respeto a derechos constitucionales y su solución fue dada en ese sentido. Inventarse otros matices es improductivo y solo se lo hace para negar alguna pérdida, perdida que todo conflicto reivindicativo conlleva.

La segunda aseveración establece que al ajustarse la demanda de la marcha al decreto que declara el Isiboro Sécure como Parque Nacional, se autolimita el ejercicio de las entidades indígenas por lo que necesariamente para superarla se plantea la necesidad de nuevas normativa sancionada desde la Asamblea Legislativa Plurinacional, para ejercer el derecho de la autodeterminación y el Derecho a contar con Gobierno Autónomo Indígena Originario Campesino, con facultades legislativas, ejecutivas y jurídicas. Estas facultades no se pueden ejercer en un Parque Nacional, sino en un Territorio Indígena Originario Campesino. Así lo establece la CPE y la Ley Marco de Autonomías y Descentralización.

Entonces queda claro que sólo desde la instalación de un Gobierno Indígena Originario Campesino en un ámbito territorial, también Indígena Originario Campesino establecido legalmente se tendrá titularidad de Competencias Exclusivas, Concurrentes y Compartidas, no antes y menos desde la sola directiva o razón jurídica de la CIDOB. La proyección política de los pueblos IOC no puede limitarse a la Consulta Previa, y aunque es una conquista para protegerse de políticas gubernamentales y privadas contra su hábitat, de ninguna manera es la instancia mas desarrollada para ejercer derechos plenos consagrados en la CPE, sobre todo en cuanto a derechos colectivos y políticos se refiere

Ahora ante las dos aseveraciones en reacción vienes dos interrogantes, la primera interrogante plantea la incertidumbre de asumir el desafío revolucionario tomando en cuenta componentes sociales revolucionarios y comunitarios, o mantener la vía actual aprovechando el renovado capitalismo privado y estatal que se vislumbra en virtud a la política de explotación de recursos naturales y políticas impositivas exitosas pero opacada por la carencia de una política de desarrollo capitalista industrial. Esta contraposición se traduce igualmente al seno mismo de la sociedad ya que las organizaciones urbanas, movimientos sociales, el movimiento obrero y los pueblos y naciones indígenas originarias campesinas, no definen si adscribirse a tareas revolucionarias o a la lógica capitalista, al de la propiedad privada y la de mercado.

Sin embargo se percibe cierta inclinación por lo segundo de manera que el carácter reivindicativo de las demandas profundizarán la contradicción Capital Trabajo desgastando en consecuencia todas la estructura de Poder Político del MAS y del Gobierno. Y así cuanto más tiempo ejerzan el poder gubernamental, mayor será el desgaste, aún se tenga magistrales recaudaciones en razón a políticas impositivas o visiones integracionistas desde el desarrollo vial. Es lógico entonces que la máquina de poder del 2005 se pone en situación de riesgo y deterioro, y se cierra a nuevas miradas y gestiones emprendedoras de alianza con estamentos revolucionarios de la sociedad. Esto en definitiva propicia la recomposición de la oposición.

De la primera viene la segunda interrogante y es preguntarse si las fuerzas conservadoras y restauradoras del viejo Estado establecieron su rumbo y su recomposición con fuerza propia, a pulmón propio, trabajo, principios y fundamentos ideológicos, o se recompone adjunto al momento que los Órganos del Estado Plurinacional 1.- optan por el desarrollo del capitalismo y la economía de mercado; 2.- consolidan la propiedad privada de la tierra, a cambio de la comunitaria; 3.- se someten al libre mercado y potencian a la burguesía financiera, 4.- no planifican ni racionalizan la expansión de su frontera agrícola y 5.- se estructuran en instrumento político con la presencia de viejos operadores del sistema neoliberal.

Es probable que en la recomposición de las corrientes conservadoras haya algo de ambas, pero está completamente claro que su impulso temporal los obtienen de las medidas económicas, políticas impositivas y desatención a la demanda social, y que lo único que falta es que el gobierno dicte un decreto de nivelación de los hidrocarburos para prepararle todo el camino y entregarles el Poder en bandeja de plata.

Finalmente, para retomar lo que se decía al empezar el escrito, corresponde al Gobierno y sus aliados sentarse frente a frente para definir políticas de Estado y establecer nuevos parámetros de la demanda social en el marco de la superación del conflicto y lógicamente continuar con la implementación del Estado Plurinacional con Autonomías.

Texto: Rebelión

Foto: aininoticias

Política y violencia



Raúl Prada Alcoreza

Es indispensable volver a hacer una reflexión de la violencia a partir de las secuelas del conflicto del TIPNIS que muestran la insistencia del gobierno en prolongar el conflicto al tratar de revertir su derrota, volviendo a la carga contra los dirigentes indígenas, descalificándolos y amenazándolos, amedrentando a la población de las comunidades indígenas, movilizando a los cocaleros, quienes efectúan una guerra sucia contra los pobladores del TIPNIS, cobrando “peaje” por cruzar la “frontera”.


Hay reflexiones sobre la violencia, como las de Georges Eugène Sorel, también como las de Walter Benjamín, así como las de Jacques Derrida, que retoma esas reflexiones. En Comuna también se hizo una reflexión sobre la violencia en Tiempos de rebelión. Ahora es indispensable volver a hacer una reflexión de la violencia a partir de la experiencia del conflicto del Territorio Indígena Isiboro Sécure (TIPNIS), la victoria de la marcha indígena, pero también a partir de las secuelas del conflicto que muestran la insistencia del gobierno en prolongar el conflicto al tratar de revertir su derrota, volviendo a la carga contra los dirigentes indígenas, descalificándolos y amenazándolos, amedrentando a la población de las comunidades indígenas del TIPNIS, movilizando a los cocaleros, sobre todo de los límites del territorio indígena, quienes efectúan una guerra sucia contra los pobladores del TIPNIS, cobrando “peaje” por cruzar la “frontera”.

Esta experiencia, la experiencia del conflicto del TIPNIS, es ilustrativa de la violencia estatal y de las formas de esta violencia; también es ilustrativa debido a que las formas de violencia desplegadas por el gobierno son sintomáticas y alumbran sobre las profundas estructuras del poder y del Estado.

¿Por qué se recurre a la desmesurada violencia del Estado? ¿Por qué se opta por las variadas formas de violencia? ¿Por qué se recurre de manera constante a la manipulación, al chantaje, a la distorsión de los hechos, a la descalificación inaudita, buscando definir al enemigo, de bestializarlo, para sí justificar su represión, incluso su anulación? Un senador de Cochabamba dice que hay que expulsar a los dirigentes indígenas del TIPNIS, quienes estarían comprometidos en supuestas negociaciones de madera. En este discurso por lo menos se encuentran dos cosas; una se quiere sacar al enemigo de su cueva, pero también de su hábitat, expulsarlo, exilarlo, darle muerte civil. Por otra parte se sigue de manera insistente e irreflexiva con las acusaciones contra los dirigentes, acusaciones que, por cierto, nuca demostraron los acusadores.

¿Por qué este senador lo hace? ¿Por qué unos indígenas, que no se sabe quiénes son, pidieron en San Ignacio de Moxos que se expulse a los dirigentes orgánicos del TIPNIS? Se trata del Comité de Defensa del Desarrollo de Moxos (CODEMOX), que pide que la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos atraviese el TIPNIS. El mismo presidente del Estado, Evo Morales, participó del aniversario del Primer Grito Libertario del líder Pedro Ignacio Muiba, donde se transmitió este pedido. Retrocediendo ante su propia promulgación de la Ley que declara intangible al TIPNIS, pide a esos extraños dirigentes que se dirijan a los diputados y senadores para que anulen la ley. ¿Qué es esto? Marcha y contra-marcha, ¿el tormento de Sísifo? ¿Un conflicto de nunca acabar? ¿Se ha firmado para que se vayan los marchistas a sus casas y se desmovilice el pueblo paceño, empero esperando la ocasión de dar la puñalada por la espalda? ¿Qué clase de práctica política es esa? Insistir, levantarse del suelo, volver a patalear, replantear la pelea, no es necesariamente un muestra de coraje, dependiendo de las circunstancias, sino una muestra de obstinación y falta de instinto de sobrevivencia.

¿Quiénes son estos indígenas que acuden a una reunión oficial en conmemoración a los héroes legendarios de la lucha de los indígenas amazónicos y chaqueños? Se dan nombres, se dice que son dirigentes. ¿Son de comunidades del TIPNIS? ¿Y qué hay del respecto a las direcciones orgánicas y a las organizaciones matrices? Nada de eso importa. Lo que importa es volver al recurso de la violencia descomunal del Estado en contra de los derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios, lo que importa es recurrir a los instrumentos coercitivos del gobierno, quien puede movilizar a los sindicatos cocaleros, quién puede movilizar bloqueos de caminos como lo hizo al levar colonizadores a Yucumo, utilizando los recursos del Estado. Ahora se hace lo mismo, el Ministerio de la Presidencia y otras instancias gubernamentales, incluso la gobernación de Cochabamba, mueven recursos y personal para comprometer movilizaciones preparadas por el gobierno en contra de las dirigencias indígenas del CIDOB y el CONAMAQ. Ciertamente se entiende que no se sientan satisfechos después de la derrota sufrida, empero, lo que llama la atención es esta compulsión por las formas de la violencia como recurso desesperado a revertir la situación y tratar de volver a imponer su voluntad por la fuerza.

Ante la desenvoltura del despliegue de la violencia uno se pregunta: ¿para qué están hechos entonces los derechos fundamentales, los derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios, los derechos de la Madre Tierra? ¿Para qué está hecha la constitución? ¿De adorno? ¿Discurso de propaganda? ¿Texto de vitrina? La violencia es eso, violencia, porque viola derechos, no solamente porque afecta a sujetos y subjetividades, violentando su interioridades y exterioridades, violentando sus libertades. El Estado que debería ser garante de los derechos fundamentales, de los derechos de las naciones y pueblos indígenas y los derechos de la Madre Tierra, no lo es; al contrario, aparece en su forma descarnada como el monopolio de la violencia en su condición desenvuelta de Estado de excepción, suspendiendo los derechos. ¿Qué intereses defiende el Estado? ¿Estos intereses están sobre los derechos? Hablar en este caso de intereses estratégicos como los relativos a la integración no es otra cosa que ocultar las relaciones y estructuras de poder que defiende el Estado. La lógica de estas relaciones y estructura de poder impulsa la maquinaria estatal movilizando sus instrumentos, sus engranajes, sus dispositivos y agenciamientos, movilizando sus aparatos represivos e ideológicos. Esta es la pulsión inmanente del Estado, la pulsión de dominación. Los derechos son conquistas logradas por luchas sociales, que solo serán respetadas si las fuerzas sociales contrarrestan esta pulsión dominante con la exigencia de prácticas democráticas.

En estas circunstancias la democracia efectiva y la efectuación de la democracia desaparecen, son sustituidas por el juego de las fuerzas. Eso es lo que ha pasado en el conflicto del TIPNIS. El gobierno ha desplegado sus fuerzas en el terreno, también lo hicieron las naciones y pueblos indígenas originarios, sus organizaciones matrices. En el recorrido de toda la marcha lo que se ha visto es el despliegue aparatoso de la violencia estatal, enfrentada por las fuerzas sociales que se articulaban para defender una causa, la causa de la Madre Tierra, del Vivir bien, de la Constitución, de los derechos fundamentales y de las naciones y pueblos indígenas originarios. Frente al descaro de la manipulación y del chantaje, frente a lo grotesco de las descalificaciones del enemigo declarado, los marchistas manifestaron y desplegaron la fuerza ética y moral de la dignidad, la fuerza cualitativa ante la cual las otras fuerzas cuantitativas no pueden hacer nada, se fragmentan y diluyen como polvo. Igual, si hubiera el gobierno impuesto su voluntad a como dé lugar, hubieran perdido, ante la demostración heroica de la dignidad. No se puede contra esta acción ética; lo demuestran muchas experiencias en la historia política y social del mundo. El dramatismo de la marcha y la despavorida represión, primero en curso y después abiertamente realizada de una manera descomunal en Yucumo, terminaron de volcar la correlación de fuerza en beneficio de los marchistas. Después de estos hechos bochornosos que recorrieron el mundo y motivaron indignación en todas partes, la marcha se reanudó; por donde iban eran bien recibidos, desmoronándose así la versión falsa del gobierno, de que todos los colonizadores estaban contra la marcha, contra las demandas de la marcha, defendiendo a la carretera. El pueblo paceño y el distrito 14 de la Ciudad de el Alto, las organizaciones sociales, la Central Obrera Boliviana (COB), se volcaron a recibir a los marchistas como héroes en la sede de gobierno. Este fue el triunfo de la marcha. Quedaba claro que el pueblo boliviano, nuevamente, manifiesta su clara contraposición contra las formas de la tiranía. No acepta el desparpajo de la violencia, de la violación de los derechos, no acepta la manipulación y los montajes, no acepta sobre todo el desboque de la violencia.

Lo que vino después es el resultado, la consecuencia de esta victoria, la promulgación de una ley que protege al TIPNIS. Por eso, los marchistas no festejaron con el gobierno esta conclusión sino con el pueblo paceño y las organizaciones que apoyaron a los marchistas y a la Madre Tierra. Esta realidad no se puede cambiar con discursos, con maniobras, con interpretaciones estrambóticas, como la de otro senador de Cochabamba, quien considera irresponsables a los dirigentes indígenas por la declaración de intangibilidad del TIPNIS, adelantando que intangible en la ley ambiental significaría intocable, como si tuviéramos que recurrir al diccionario para resolver el significado de una norma, obviando el análisis y la comparación jurídica. Herido por que se ha vetado su ley, la ley tramposa que quería ganar tiempo para que de todas maneras se apruebe más tarde la carretera, hace gala de confusas interpretaciones, defendiendo algo que ni el mismo cree. Estos padres de la patria son los dispositivos elocuentes de la legitimación de la violencia descarada y del despliegue de las políticas extractivistas y desarrollistas. Nada va cambiar lo sucedido, en la historia política va a quedar en la memoria de las luchas esta victoria contundente de los marchistas indígenas originarios.

En Ecuador se ha declarado zona intangible a los territorios donde se suponen que hay poblaciones no contactadas. En el Perú, cerca de la Laguna del Toro se reunió una multitud de comunarios de las comarcas del norte andino ultrajadas por las constantes actividades de la empresa minera canadiense Barrick Golden; todos los reunidos, que sobrepasaban a las 5000 personas, declararon por unanimidad la intangibilidad de la zona de las Lagunas del Toro. Los representantes municipales se comprometieron e este acto realizar los trámites necesarios para esta declaración de amplio acuerdo popular se le otorgue el rango legislativo. En ninguno de los dos casos la intangibilidad anula los derechos de las naciones y pueblos indígenas, al contrario, protege sus derechos, pues los defiende frente al avasallamiento extractivista y desforestador. ¿A quién se le ha podido ocurrir que la intangibilidad ambiental significa no tocar absolutamente nada del TIPNIS, territorio y recursos? ¿Qué clase de imaginario es este? Imaginar una nada absoluta, una intangibilidad conceptual, lo suprasensible elevada a una alta potencia, para hacerla realidad inmovilizando a los habitantes del TIPNIS como si fuesen esculturas de estuco. Esta figura muestra elocuentemente las profundas paradojas del poder; la maquinaria más elocuente de la cruda realidad del poder, la violencia, es decir, el Estado, se imagina la más abstracta representación, la nada, para inmovilizar y hacer desaparecer a los indígenas de sus territorios, por lo menos imaginariamente.

La reglamentación de la Ley corta tiene que operar en función del sentido de la ley promulgada. El artículo uno de la ley expresa que:

Se declara al Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Secure – TIPNIS patrimonio sociocultural y natural, zona de preservación ecológica, reproducción histórica y hábitat de los pueblos indígenas Chimán, Yuracaré y Mojeño-trinitario, cuya protección y conservación son de interés primordial del Estado Plurinacional de Bolivia.

El artículo dos dice que:

Teniendo el territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Secure – TIPNIS, además de la categoría de territorio indígena, la categoría de área protegida, se constituye, en garantía de conservación, sostenibilidad e integridad de los sistemas de vida, la funcionalidad de los ciclos ecológicos y los procesos naturales en convivencia armónica con la Madre Tierra y sus derechos.

En este contexto de la ley hay que entender la declaración de intangibilidad del TIPNIS. Por otra parte, la ley y el reglamento de la ley responden a la Constitución, no pueden contravenirla, sino se anulan por ser inconstitucionales. Por lo tanto la intangibilidad afecta a los avasalladores del parque, a los cultivadores de coca, a las empresas extractivistas, a las empresas madereras, a todo emprendimiento y acción externa que afecte al ecosistema del parque y al territorio indígena, que afecte a los derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios. El numeral 4 del artículo 30 de la Constitución Política del Estado dice que las naciones y pueblos indígenas originarios tienen derecho a la libre determinación y territorialidad. El numeral 7 habla de la protección de sus lugares sagrados. El artículo 8 dice que tienen derecho a crear y administrar sistemas, medios y redes de comunicación propios. El numero 10 establece que tienen derecho a vivir en un medo ambiente sano, con manejo y aprovechamiento adecuado de los ecosistemas. El numeral 11 dice que tienen derecho a la propiedad intelectual colectiva de sus saberes, ciencias y conocimientos, así como a su valoración, uso, promoción y desarrollo. El numeral 12 establece que tienen derecho a una educación intracultural, intercultural y plurilingüe en todo el sistema educativo. No como cree el vicepresidente que quiere darles una educación liberal, que no es otra cosa que una educación colonial y disciplinaria, base de la individualización de los sujetos modernos. El numeral 15 establece que tienen derecho a ser consultados mediante procedimientos apropiados, y en particular a través de sus instituciones, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles. Al respecto fue muy graciosa la interpretación del presidente de la cámara baja que decía que cómo no era una medida legislativa y administrativa la carretera que atravesaría el TIPNIS, entonces este compromiso del gobierno con OAS y el gobierno brasileño no afecta a los derechos de las naciones y pueblos indígenas constitucionalizados. Estas triquiñuelas de abogados no sirven para nada en este caso pues la construcción de una carretera es la realización material de medidas legislativas y administrativas.

Después de la victoria de la marcha indígena, después de la promulgación de la ley, que debería haber zanjado el problema, como el propio presidente lo dijo, el conflicto no ha terminado, pues se prepara una movilización de cocaleros, maniobras en un encuentro para debatir el modelo económico, donde se va a buscar exigir la abrogación de la ley. La descalificación de los dirigentes continúa con los mismos procedimientos escandalosos e indecorosos. Ahora hay que enfrentar el desafío del cumplimiento de la ley, de realizar efectivamente la protección del parque y el cumplimiento de los derechos de las comunidades indígenas del TIPNIS.

La victoria del TIPNIS es un punto de inflexión como lo fue la guerra del agua, ahí comenzó la derrota del proyecto neoliberal; después de la victoria indígena y de todo el pueblo boliviano que apoyo la defensa del TIPNIS comienza la reconducción del proceso. El CIDOB, el CONAMAQ, la COB, las Juntas de Vecinos, las organizaciones de activistas, tienen la responsabilidad de conformar una alianza de reconducción del proceso, de convertirse en el consejo político de la reconducción, de orientar el curso del tiempo político en el sentido del ejercicio plural de la democracia, participativa, comunitaria y representativa; en construir colectivamente a decisión política, la ley y la gestión pública como establece la constitución. De hacer respetar la propiedad del pueblo boliviano sobre los “recursos naturales” no-renovables y el beneficio exclusivo de los “recursos naturales” renovables en los territorios indígenas. De exigir transparencia, participación y control social en las políticas públicas, sobre todo en los temas estratégicos, como los relativos al modelo integral y alternativo a seguir, entendido como el modelo del vivir bien.

Texto: Bolpress

Foto: eju

jueves, 10 de noviembre de 2011

Palitos chinos.............

Tomado de Escombrismo

La literatura infantil, un derecho indiscutible de los niños



Víctor Montoya

A la Declaración de los Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de la ONU en 1959, y a la Convención sobre los Derechos del Niño, firmada en 1989, sería necesario agregarles, de manera más específica y contundente, el principio de que todos los niños y las niñas, indistintamente de su país, condición social, raza, sexo, idioma, credo o identidad cultural, tienen derecho a contar con una LITERATURA INFANTIL, con mayúsculas, que esté en relación con su desarrollo intelectual, emocional y lingüístico, aunque en el artículo 17 de la Convención, en el inciso a), se declara que los Estados “alentarán a los medios de comunicación a difundir información y materiales de interés social y cultural para el niño”, y en inciso c) se hace hincapié en que los Estados “alentarán la producción y difusión de libros para niños”.


El florecimiento de la Literatura Infantil y Juvenil, debido a factores históricos y socioeconómicos, honda sus raíces en algunos medios intelectuales de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, preocupados por hacernos comprender que la infancia es una etapa decisiva en el desarrollo de la personalidad humana, y que, por eso mismo, merece el respeto y la tolerancia de los adultos, aparte de que el niño, para evitar trastornos en su conducta, debe crecer en un ambiente de felicidad, amor y comprensión. Ahí tenemos a reconocidos defensores de los derechos de los niños y niñas, como el escritor francés Jules Vallès, quien, en su obra“El niño”(1879), aboga por una infancia libre de atropellos físicos y psicológicos, lo mismo que la norteamericana Kate D. Wiggin, en su libro "Children‘s Rights" (Los derechos de los niños, 1892), reflexiona sobre la necesidad de concederle al niño un espacio propio, donde pueda desarrollar sus facultades al margen de los métodos cohersitivos que, en unos países más que en otros, aplica el mundo adultos para moldear su conducta conforme a las exigencias del sistema imperante. A esta lista de defensores del bienestar físico, social, mental, cultural y espiritual de los niños y niñas se suman pensadores y pedagogos comoEllen Key, John Dewey, María Montessori, Eglantyne Jebb, Francisco Ferrer, Fernando Sainz, Janusz Korczak y Jean Piaget, entre otros.

La historia de la Literatura Infantil y Juvenil, como el mismo desarrollo de las sociedad hasta nuestros días, ha recorrido por un largo itinerario no exento de dificultades; por una parte, impuestas por las condiciones socioeconómicas de un país y, por otra, por los preceptos imperantes en épocas en que los niños y jóvenes no gozaban de sus derechos humanos, y mucho menos del derecho a contar con una literatura que contemplara los aspectos cognitivos de su desarrollo integral.

La literatura para niños y jóvenes, durante mucho tiempo, estuvo centrada en la transmisión de una normativaespecífica, correspondiente a una mentalidad moralizante, reglamentada por la institución eclesiástica. La enseñanza del catecismo se acompañaba con la lectura de libros escritos con frecuencia en forma de preguntas y respuestas, cuyas características consistían en reforzar la doctrina cristiana a través de autores anónimos, con personajes estereotipados, temas afines a una mentalidad conservadora y una moraleja que enseñaba las ”buenas costumbres” de una sociedad en extremo retrógrada.

La concepción de infancia o niñez no emerge en la palestra social, con todos sus fundamentos psicosociales, hasta muy avanzada la Edad Moderna, que impulsa la renovación de los conceptos arcaicos sobre la infancia desde fines del siglo XIX; una época en la cual se afianzan, con mayor precisión y conocimiento de causa, los primeros estudios serios sobre el desarrollo intelectual y emocional de los niños y adolescentes.

Durante el feudalismo, de cuyas ruinas emergió la literatura y pedagogía modernas, todos los libros destinados a los niños tenían un carácter didáctico y moralizador, mediante los cuales transmitían ideas elaboradas a imagen y semejanza de los adultos y las clases dominantes.

En la Edad Media, por ejemplo,no se desarrolló una noción de la infancia como un período diferenciado y necesitado de obras literarias específicas, razón por la que no existía una Literatura Infantil y Juvenil. Sin embargo, eso no implicó que los menores no tuvieran experiencia literaria, sino, simplemente, que ésta no se definía en términos diferenciados de la experiencia adulta. Dado el acaparamiento del saber y la cultura por parte del clero, las escasas obras leídas por el pueblo pretendían inculcar valores morales e impartir dogmas, por lo que la figura del libro como vehículo didáctico estaba presente durante toda la Edad Mediay parte del Renacimientos.

Los libros más difundidos eran la Biblia y los bestiarios, que consistían en volúmenes ilustrados que describían animales salvajes acompañados con textos breves que transmitían lecciones moralizantes, reflejando la creencia de que el mundo fue creado por un Ser supremo y que toda materia viva le debía obediencia. Los que pensaban de manera diferente, y no coincidían con las concepciones religiosas, eran condenados por la Santa Inquisición.

No está por demás mencionar que entre estas obras, que tenían la misión de adoctrinar a los lectores, estaban también algunas de corte clásico, como las fábulas, en las que los animales, dotados de voz y conciencia, personificaban a los individuos con sus aciertos y desaciertos, y que culminaban siempre con una moraleja de difícil comprensión para los niños, en vista de que su capacidad lingüística e intelectual no les permite abstraer las metáforas intrincadas ni las moralejas de contenido filosófico.

No obstante, desde mucho antes de que se inventara la tinta y el papel, los niños se apoderaron de los cuentos sencillos de la tradición oral, no sólo porque les fascinaba su forma y contenido, que eran como el haz y el envés de una hoja, sino también como una forma de defenderse de los adultos que los ignoraban como a personas, con derecho a contar con una literatura accesible a su nivel lingüístico e intelectual. Así, durante siglos, los niños alimentaron su fantasía con los cuentos de la tradición oral, que se transmitían de generación en generación, improvisando detalles que surgían de manera espontánea según las circunstancias.

A partir del siglo XVII, con la presencia de algunos autores interesados por revalorizar la sabiduría popular, empieza a cambiar este panorama, con obras que rescatan de la memoria colectiva los mitos, las leyendas y los cuentos propios de la tradición oral. De ahí que entre los autores como Félix María de Samaniego o Tomás de Iriarte, destacan los nombres de Charles Perrault, Los hermanos Grimm o Madame Leprince de Beaumont, quienes, con acuciosidad y sentido común, se dedicaron a rescatar de los polvos del olvido las sabías enseñanzas de antaño.

En el siglo XVIII se escriben algunos libros que, aunque estaban destinados a los lectores adultos, empiezan a sentar las bases de esto que hoy se conoce como Literatura Infantil y Juvenil, sobre todo, si los libros contenían relatos de aventuras y se adentraban en mundos fantásticos o imaginarios como en ”Los viajes de Gulliver”, de Jonathan Swif, o ”Robinson Crusoe”, de Daniel Defoe.

El salto del feudalismo al capitalismo fue un proceso fundamental en provecho de la literatura infantil, pues a medida que se transformaban las estructuras socioeconómicas, se transformaban también los cánones de la vida cultural y, por lo tanto, de la literatura en general. Los escritores del romanticismo no demoraron en sustituir la literatura didáctica, cuya función era impartir conocimientos académicos y normas ético-morales, por una literatura fantástica y llena de códigos fascinantes, que estimulaban el desarrollo de la imaginación y la sensibilidad infantil.

A partir del romanticismo, que superó en cierto modo el carácter didáctico de la literatura y prescindió los valores éticos y morales de la fe cristiana, se escribieron libros cuyo único fin era estimular la fantasía y la sensibilidad estética de los niños. De modo que la literatura didáctica y moralizadora perdió su influencia en virtud de que las ideas sobre la infancia avanzaron paralelamente al desarrollo de las relaciones sociales.

En el siglo XIX, plena época del romanticismo en el arte y la literatura europeas, se establece definitivamente la Literatura Infantil y Juvenil. Algunas de estas obras fueron incluso pensadas y escritas para los jóvenes y niños, como los cuentos de Hans Christian Andersen y las novelas de aventuras de Julio Verne. En esta misma tradición decimonónica encontramos otras obras de alto valor narrativo como ”Alicia en el país de las maravillas”, de Lewis Carroll, ”La isla del tesorro”, de Robert L. Stevenson, ”El libro de la selva”, de Rudyard Kipling, ”Pinocho”, de Carlo Collodi, ”Peter Pan”, de James Matthew Barrie, y las “Aventuras de Tom Sawyer”, entre otras.

Literatura Infantil y Juvenil, con el transcurso de los años y de un modo paulatino, ha prescindido de los textos básicamente morales o educativos, de aquellos libros de texto, con lecciones aburridas e ilustraciones abigarradas, cuyo afán era impartir reglas de comportamiento humano según los cánones establecidos por un sistema educativo imperante en una sociedad y época determinadas.

La importancia adquirida por la literatura infantil moderna se debe, en gran medida, al asentamiento de la concepción de la infancia como una de las etapas fundamentales en el desarrollo de la personalidad humana. Es decir, la idea de que los niños no son adultos en miniatura, ni adultos con minusvalía, se ha hecho extensiva en la mayoría de las sociedades, donde los derechos del niño forman parte de la conciencia colectiva y de los sistemas educativos, con un aval que proviene desde la perspectiva psicológica, sociológica y pedagógica. Por lo tanto, la misión de desarrollar una literatura dirigida hacia el público infantil se ha convertido en una necesidad imprescindible.

La literatura infantil, tras haber sido la cenicienta de la literatura universal, ha pasado a constituirse en la princesa que hoy acapara la atención de los niños, jóvenes y adultos. Hay editoriales especializadas en la producción de este material indispensable y se organizan Ferias de Libros para lucir las mejores ediciones tanto por su forma como por su contenido. Así, tanto los escritores como los ilustradores de la moderna Literatura Infantil y Juvenil están conscientes de que el texto y la ilustración, que forman una mancuerna necesaria, deben contemplar la realidad y la fantasía de los lectores.

A partir de la Segunda Guerra Mundial se intensifica la producción de una Literatura infantil y Juvenil que, además, estimula a los artistas plásticos, quienes se convierten en los ilustradores de estos libros que ocupan un lugar privilegiado en la mercadotécnia editorial. Los autores han dejado de considerarse “escritores de segunda categoría” y se atreven a experimentar con nuevas técnicas narrativas, abordando temas no sólo del ámbito familiar y social, sino también con temas clásicos como las aventuras y las exploraciones de mundos imaginarios.

No faltan quienes se atreven a incursionan en temas más introspectivos, en un intento por hacer más comprensible los aspectos del subconsciente personal y colectivo, como son los sueños, la muerte, los deseos, el miedo, la libertad y la conducta de rebeldía de los niños frente a las normas establecidas por el mundo adulto; una temática cuyos precursores son James Matthew Barrie, Antoine de Saint-Exupéry y Astrid Lindgren, con su saga novelesca sobre las aventuras de “Pippi Calzaslargas”.

La nueva tendencia en la producción de la Literatura Infantil y Juvenil se ve reforzada, apróximadamente a partir de los años 70, con la presencia de autores que, gracias a su ingenio y buen manejo de las técnicas narrativas, dejan una impronta considerable en el mundo editorial y permiten la difusión masiva de este género literario, que no sólo ingresa en los hogares y en las instituciones educativas, sino que se convierte en uno de los temas que llama la atención del mundo académico. No en vano se encuentran en las universidades estudios serios sobre la vida y obra de los autores más influyentes en el campo de la Literatura Infantil y Juvenil de todos los tiempos.

En la actualidad, contrariamente a lo que muchos se imaginan, hay todavía quienes ponen en tela de juicio la existencia de una literatura infantil, como remontándose a épocas pretéritas, en las cuales se tenía el concepto de que el niño era un adulto en miniatura, y que los autores escribían para todos los hombres -niños y adultos-, sin considerar la infancia como un período especial en la vida del individuo.

Sin embargo, desde que el niño ha asumido el lugar que le corresponde en el contexto social y ha sido reconocido como tal, con derecho a ser respetado y protegido, se han modificado las relaciones padre-hijo, profesor-alumno, adulto-niño, del mismo modo como se ha modificado el concepto de que toda la literatura válida para los adultos lo era también para los niños.

Cuando los psicólogos, pedagogos y lingüistas, demostraron que el niño se diferencia del adulto en varios aspectos, los escritores y doctores de la literatura no tuvieron otra alternativa que aceptar la idea de crear una literatura infantil, que sustituya a los mamotretos que antes se leían en las recámaras y los centros educativos.

Para que la literatura infantil guste y funcione como tal es necesario que esté anclada en el lenguaje y la fantasía infantil, y que el escritor que quiera acercarse a los niños por el camino del arte debe interiorizarse en el desarrollo emocional de éstos, con el fin de no incurrir en el error de hacer una mala literatura a nombre de “Literatura Infantil”.

Si se parte del criterio de que el pensamiento y lenguaje del niño son diferentes a los del adulto, entonces es lógico que el escritor se esfuerce por entender al niño, informándose cómo éste interpreta y experimenta su mundo cognoscitivo. Asimismo, requiere tener una honda sensibilidad, una predisposición para aprender de los niños y una capacidad para comprender que todo lo que es cierto para el adulto no lo es necesariamente para el niño.

Una de las peculiaridades de la literatura infantil del siglo XX, creada al margen de las ideologías dominantes y los conceptos imperantes de la pedagogía, está en su riqueza de fabulación, sin apartarse de la realidad cognoscitiva, el desarrollo lingüístico y emocional del niño. Es decir, la literatura infantil moderna ha dejado de ser un instrumento didáctico de adoctrinamiento para convertirse en un medio a través del cual el niño tiene todo el derecho a la fantasía y recreación lúdica.

Otro aspecto digno de ser mencionado es el manejo del lenguaje coloquial de los niños en la literatura infantil moderna. Si antiguamente los críticos no aceptaban los libros escritos en el código lingüístico del vulgo popular, considerando que el único lenguaje correcto era el usado por las clases dominantes o las “familias cultas”, en la actualidad, la mayoría de los escritores, forzando las barreras idiomáticas y los sociolectos, escriben libros que recrean el lenguaje infantil, conscientes de que la fuerza de la fascinación de la literatura está en el contexto cognoscitivo, emocional y lingüístico; más todavía, hay quienes, conociendo las preferencias de los niños por ciertos libros, utilizan el lenguaje coloquial como válvula de escape para ventilar las emociones y pensamientos del lector.

Así, ni bien se comprendió que la literatura forma parte de la vida del niño, como uno de los alimentos más preciados para su mente, son muchos ya los autores que han escrito magníficas obras para los niños. En las bibliotecas de Europa y Estados Unidos, los extensos anaqueles de literatura infantil no sólo están clasificados según el género de la obra, sino también de acuerdo a la edad de los futuros lectores. En algunos países, como en Suecia y Alemania, el libro infantil ha adquirido la importancia que se merece y ocupa un lugar imprescindible en el proceso de la formación integral del niño.

Un grupo de autores e investigadores de distintos países, reunidos en Munich en 1948, empezó a dar la batalla para que la literatura infantil, aun teniendo sus propias características, sea considerada tan literatura con mayúsculas, tan digna de reconocimiento cultural, como la dirigida a los adultos. Gracias a esta iniciativa de por sí trascendental, a partir de mediados del siglo XX, se han creado publicaciones especializadas en literatura infantil y todos los medios de comunicación han dedicado un espacio especial a los niños, quienes constituyen los futuros lectores de la gran literatura universal.

A estas alturas del desarrollo histórico no se debe confundir la verdadera Literatura Infantil y Juvenil con los libros de texto que, en lugar de invitar a los niños y jóvenes a soñar a merced de su fantasía, los invita a dormir y odiar la lectura. En ciertas escuelas, donde los métodos pedagógicos son más negativos que positivos en el proceso educativo, se impone todavía la lectura de los libros de texto, argumentando que la lectura de los libros infantiles es una “pérdida de tiempo”, y no un medio que, además de enriquecer el vocabulario y estimular la sensibilidad estética de los niños, es la cuna del surgimiento del goce literario y un poderoso instrumento de comunicación.

No es casual que las instituciones escolares, aparte de estimular en sus aulas el aprendizaje mecánico y la concurrencia, hacen de los alumnos pésimos lectores, debido a que algunos profesores insisten machaconamente en que la única literatura positiva para el alumno es la que le proporciona conocimientos científicos y normas de conducta moral. Por suerte, aun siendo la enseñanza de la lectura y escritura uno de los objetivos primordiales del programa escolar, existen profesores que no siguen los dictados del Ministerio de Educación, pues están convencidos de que los niños tienen otras necesidades y otros intereses ajenos a los planteamientos teóricos del programa educativo que, contrariamente a los preceptos psicopedagógicos, no contemplan la importancia del desarrollo de la fantasía del niño, quien, al margen de estar interesado en aprender a leer y escribir, tiene preferencia por las actividades lúdicas y los cuentos infantiles.

Algunos profesores, siguiendo sus instintos de educadores profesionales, se dedican a estimular la fantasía de los niños a través de la lectura de los cuentos populares, casi siempre contraviniendo los dictados del Ministerio de Educación. Tampoco es extraño que una educadora del parvulario, desoyendo las críticas contra su sistema de enseñanza, manifieste que para ella es más importante desarrollar actividades que contribuyen a la evolución emocional e intelectual de los niños a partir de los juegos y los cuentos populares, que dedicarle todo el tiempo al entrenamiento de la lectura, la escritura o la pronunciación, ya que las actividades recreativas, consideradas por algunos como “pérdidas de tiempo”, son la mejor manera de ayudar a desarrollar la creatividad y la fantasía de los niños que, al menos en la etapa preescolar, es más importante que el proceso de aprendizaje de la lectura y la escritura inicial.

Por otro lado, ningún profesor, por muy experimentado o excelente que fuere, está autorizado a coartar la fantasía de los alumnos por el simple capricho de hacer de sus lecciones una cátedra destinada a impartir conocimientos técnicos y científicos en detrimento de las facultades creativas y emocionales del niño. Si en una escuela se le hunde al alumno en un aprendizaje mecánico y pasivo, se cometerá el error -horror- de confundir al individuo con una máquina computadora, cuya memoria se debe llenar de conocimientos y datos programados, dejando de lado los preceptos de la pedagogía moderna, que sostiene que el educando es -y debe ser- un sujeto activo en el proceso de enseñanza y el artífice de su propio aprendizaje. A una educación mecánica y obsoleta, se le añade una “Literatura Infantil” pueril y moralizadora, que el profesor ha elegido para completar sus lecciones. Los niños, en cambio, inconformes con esa literatura de tono ejemplarmente aburrido, se defienden a su hábil manera, saltándose capítulos, párrafos, frases, palabras, hasta que acaban bostezando y lanzando el libro por los aires, como muestra de que no cualquier libro puede despertar el interés del lector. En tal virtud, para que un libro infantil guste de veras, debe contemplar el desarrollo integral del niño y estar exento de todo maniqueísmo y sentido moralizador.

En los últimos decenios se ha incrementado la edición de libros bien escritos, bien ilustrados y bien empastados. Ha aumentado el número de premios para sus creadores y se han fundado instituciones que velan exclusivamente por la promoción de la Literatura Infantil y Juvenil, cuya presencia en el XXI, como es natural, viene marcada por los avances de la tecnología y las nuevas tendencias políticas, sociales y económicas, que, en alguna medida, determinarán el futuro curso de la literatura destinada a los pequeños lectores.

Todo esto se complementa con la creación, en algunos países más que en otros, de instituciones y academias que fomentan la expansión de esta literatura específica, premiando a sus mejores exponentes, con el objetivo de sentar el precedente de que los jóvenes y niños, como los adultos, tienen derecho a una literatura pensada y escrita exclusivamente para ellos. Ahí tenemos a instituciones como el IBBY(International Board on Books for Young People o, su equivalente en español, Organización Internacional para el Libro Infantil y Juvenil), que, desde su fundación en Zúrich en 1953, es una organización mundial de asociaciones y personas interesadas en fomentar la lectura entre los niños y jóvenes.

No es menos importante elpremio Hans Christian Andersen, considerado el "pequeño Premio Nobel", que desde 1956 concede en Dinamarca un galardón a los autores/as e ilustradores/as que contribuyen al desarrollo de la Literatura Infantil y Juvenil. Otra de las instituciones de prestigio internacional es elMemorial Astrid Lindgren(Astrid Lindgren Memorial Award), que, desde el 2003, otorga en Suecia un premio a los mejores autores, ilustradores y promotores de la lectura de cualquier país del mundo.

Todo estos antecedentes, debidamente estudiados y registrados, permiten aseverar que la Literatura Infantil y Juvenil del siglo XXI será uno de los sectores más prósperos de la cultural de las naciones que asuman con seriedad y responsabilidad la Convención sobre los Derechos del Niño, porque uno de esos derechos irrenunciables es el acceso que todos los niños y jóvenes deben tener a una literatura que estimule su fantasía y contribuya a forjar su personalidad, sobre todo, si se parte del principio de que ”los niños tienen derecho al juego”, pero también ”derecho a conocer y disfrutar de nuestra cultura”; un objetivo que, en virtud de su alto valor humanista, involucra tanto a los gobiernos como a los ciudadanos preocupados por el presente y el futuro de nuestra cultura, donde el libro no sea más un privilegio reservado sólo para las clases privilegiadas, sino un instrumento indispensable para la formación e información de los niños y jóvenes, quienes son y serán los artífices de una sociedad más libre y democrática.

La Literatura Infantil y Juvenil, por su propia naturaleza, es la expresión más auténtica del ingenio de la persona, cuya inventiva no conoce límites a la hora de plantearse la transformación de una realidad determinada, ya que la fantasía, contrariamente a lo que se imaginan los escépticos, es una de las facultades potenciales de la condición humana, una facultad que nos permite revolucionar el entorno que no nos satisface por otro que esté más acorde con nuestras necesidades físicas y psicológicas, materiales y espirituales. Por eso mismo, cada vez es más indispensable la creación de obras literarias destinadas a los pequeños lectores, que tanto esperan de la magia y la capacidad de fabulación de sus escritores e ilustradores.

Texto: Bolpress

Foto: blog canonojrchapin

Neruda, muerte inducida



Francisco Marín

En sentido contrario a la versión oficial, Pablo Neruda no murió por metástasis de cáncer de próstata, según se desprende de exámenes médicos y testimonios que aparecen en el expediente judicial que contiene los resultados de cinco meses de investigaciones sobre su muerte. Aunque las pesquisas continúan, las evidencias son clave para que el juez Mario Carroza determine si el poeta falleció por enfermedad o si fue asesinado por agentes de la dictadura de Augusto Pinochet.


El poeta Pablo Neruda no murió como resultado del cáncer de próstata que lo aquejaba. Es la conclusión que se desprende de los antecedentes clínicos que se encuentran en el expediente del juicio ROL 1038-2011, con los resultados de cinco meses de investigaciones judiciales sobre la muerte de Neruda, encabezadas por el ministro Mario Carroza.

El expediente –un documento de 209 páginas que Proceso pudo consultar– pone en entredicho la información entregada por la clínica Santa María el día de la muerte del poeta, el 23 de septiembre de 1973, en la que se asegura que murió de “cáncer prostático metastizado”, tal como sostiene su certificado de defunción.

La versión de esta clínica ha sido respaldada por la Fundación Neruda, que en diversas instancias ha descartado la tesis del homicidio restando validez a las declaraciones del asistente personal y chofer de Neruda, Manuel Araya.

En un comunicado fechado el pasado 12 de mayo la Fundación señaló: “No existe evidencia alguna ni pruebas de ninguna naturaleza que indiquen que Pablo Neruda haya muerto por una causa distinta del cáncer avanzado que lo aquejaba desde hacía tiempo (…) No parece razonable construir una nueva versión de la muerte del poeta sólo sobre la base de las opiniones de su chofer, el señor Manuel Araya, quien viene insistiendo en este asunto sin más prueba que su parecer. Nos parecen mucho más serios y confiables los testimonios de las personas que estuvieron junto a Neruda en sus últimos días de vida”.

El proceso judicial para determinar la muerte del poeta chileno se originó a raíz de que el pasado 8 de mayo este semanario publicó el reportaje titulado Neruda fue “asesinado” (Proceso 1801) en el que Araya denuncia que aquél murió por la aplicación de una inyección letal en el estómago.

En dicha nota Araya descartó también que Neruda se haya encontrado grave en los días previos a su muerte. Señaló que el traslado a la clínica Santa María desde la Isla Negra –19 de septiembre de 1973– tuvo como propósito escapar del asedio del que era víctima el autor de Crepusculario y esperar en Santiago, en un lugar que se creía seguro, la salida del avión que el gobierno de Luis Echeverría envío para llevarlo a México.

Los antecedentes clínicos y testimonios aparecidos en el juicio parecen darle la razón a Araya.

Falsa agonía

Los médicos del Departamento de Criminalística de la Policía de Investigaciones José Luis Pérez y Patricio Díaz Ortiz enviaron el 16 de agosto a la Brigada de Derechos Humanos –encargada de las pesquisas en el caso Neruda– el informe 75, adosado al expediente. Éste contiene el análisis de 13 exámenes médicos realizados a Neruda entre 1972 y 1973.

En el apartado Consideraciones Médico-criminalísticas, letra d, se señala: “Hay un hecho que llama la atención y que complica el análisis. En la carta del doctor Guillermo Merino –médico tratante de Neruda– del 18 de abril de 1973, dirigida al doctor Vargas Salazar (urólogo) refiere: ‘Estimado colega: al dorso resumen de tratamiento efectuado a don Pablo Neruda, remitido por usted para tratamiento por adenoma de próstata y artrosis pelviana derecha’.

“El problema en este caso –señalan los médicos de la policía– es que el adenoma es un tumor benigno y no maligno.”

Pero otro antecedente apunta en sentido contrario. En el punto dos del mismo apartado se consigna que dentro de los antecedentes enviados se puede apreciar un informe de radioterapia con cobalto (efectuado entre el 19 de marzo y el 18 de abril de 1973). “La radioterapia es un tratamiento que por lo general se efectúa en cuadros de tumores malignos como podría ser un cáncer de próstata (…) la radioterapia no se usa en caso de tumores benignos”, apuntan los médicos.

En el punto uno de las Conclusiones Médico-criminalísticas se señala: “No disponemos del examen objetivo para informar con certeza la causa de muerte del señor Pablo Neruda (…) ya que no se cuenta con la biopsia respectiva”.

En el punto cuatro de las conclusiones dice: “En cuanto al examen que podría orientar la presencia de metástasis, es decir las fosfatasas ácidas y su fracción prostática; éstas están normales, lo que podría significar entre otras posibilidades que no hay tumor maligno o que éste está circunscrito a la glándula o se normalizó producto de la radioterapia. Como no se cuenta con los antecedentes clínicos del paciente no es posible entonces sacar conclusiones en este sentido en base en este examen”.

Estas conclusiones son coherentes con declaraciones hechas por la viuda de Neruda, Matilde Urrutia, a algunos medios españoles en 1974 y que aparecen en el citado expediente judicial, cuyos contenidos están protegidos en Chile por el secreto del sumario.

En una nota publicada por la revista Pueblo del 19 de septiembre de 1974 Urrutia sostiene que “el cáncer que padecía (Neruda) estaba muy dominado y no preveíamos un desenlace tan repentino. (Neruda) no alcanzó ni a dejar testamento pues la muerte la veía muy lejos”.

Matilde dio ese mismo mes una entrevista a la agencia EFE en la que ratificó su postura: “No lo mató el cáncer. Los médicos, a los que habíamos visto unos días antes, le dijeron que lo habían atajado y que podría vivir unos años más”. Estas declaraciones aparecen citadas en el reportaje “Sombras sobre Isla Negra”, del español Mario Amorós, publicado el 22 de julio de este año en la revista Tiempo, de España.

El último punto –el número cinco– de las conclusiones del informe médico antes mencionado subraya la necesidad de contar con las fichas clínicas de Neruda y la biopsia. Estos antecedentes no han sido facilitados por las instituciones tratantes pese a que el juez Carroza los solicitó en virtud de la diligencia tramitada por los querellantes, los dirigentes del Partido Comunista de Chile representados por el abogado Eduardo Contreras.

El 28 de julio, Contreras solicitó que la clínica Santa María facilite la historia clínica del Premio Nobel. El 22 de agosto el doctor Cristián Ugarte Palacios, director médico de dicho centro de salud respondió: “Atendido el tiempo transcurrido debo informar al Sr. Ministro que nuestra clínica no mantiene la información que se solicita”.

En entrevista con Proceso Contreras expresa que esta desaparición de los antecedentes de Neruda “es imposible de imaginar, no sólo porque tienen la obligación de preservarlos puesto que la ley dispone que los hospitales públicos y clínicas privadas deben mantener las fichas por al menos 40 años. Además hay que considerar que no estamos hablando de un paciente desconocido… Se trata del historial médico de uno de los dos únicos premios Nobel que ha tenido Chile. Por lo tanto parece bastante curioso y sugestivo que no exista su ficha en la clínica Santa María”.

El jurista señaló que un prestigiado grupo de oncólogos, cuya identidad prefirió por ahora mantener en reserva, analizó diversos exámenes médicos realizados al poeta en su último año de vida. Según Contreras estos llegaron a la conclusión de que “no es posible aceptar que haya muerto de cáncer, que no hubo tal caquexia, que todo ello sería absolutamente falso”.

Añadió Contreras: “Según me han explicado la caquexia produce un estado de abandono donde la persona es prácticamente un cadáver que no puede siquiera hablar. Y resulta que Pablo habló hasta el último minuto, no sólo con el embajador de México, Gonzalo Martínez Corbalá, sino también con otras personas”.

Martínez Corbalá, en un testimonio publicado en este semanario (número 1804) señala que el sábado 22 de septiembre de 1973 acudió a la clínica para informarle que todo estaba listo para que él y su esposa Matilde pudieran viajar a México. Afirma que “el semblante del poeta había mejorado. Y también su ánimo (…) Se veía muy dueño de sí mismo y me atrevería a decir que hasta un tanto optimista”.

Todo esto habla de un Neruda que no estaba moribundo como señalan los partes médicos hasta ahora aceptados como la verdad oficial sobre los últimos días de Neruda.

En la foja 206 del expediente judicial aparece el testimonio de Rosa Núñez, enfermera de Neruda de 1960 a 1973. “Dos años después de la muerte de don Pablo, un verano la señora (Matilde Urrutia) me vino a visitar. Me dijo que sospechaba que a su marido lo habían matado en la clínica, posiblemente con alguna inyección. Fue la última vez que la vi”.

Esta declaración aparece en la nota “La soledad del capitán”, del periodista Javier García y publicada en el diario La Nación el 18 de septiembre de 2005.

Coincidentemente el diario chileno El Mercurio publicó el 24 de septiembre de 1973 –un día después de la muerte de Neruda– que éste murió “a consecuencia de un shock sufrido luego de habérsele puesto una inyección”.

En el reportaje ¿Quién mató a Pablo Neruda?, publicado el pasado 6 de septiembre por la Revista Ñ, del diario Clarín de Argentina, el médico Sergio Draper –que atendió a Neruda en la Clínica Santa María– declaró:

“(A Neruda) lo vi solamente un instante el domingo 23 de septiembre, a mí no me correspondía atenderlo. Ese día la enfermera de turno me dijo que aparentemente Neruda sufría de mucho dolor, le dije que se le aplicaría la inyección indicada por su médico, si mal no recuerdo fue una dipirona… Ordené que se le diera una inyección indicada por su médico. Fui nada más que un interlocutor. Es el colmo que estemos constantemente bajo sospecha”.

Draper ya había declarado como testigo en el juicio por el asesinato del presidente Eduardo Frei verificado en la misma clínica Santa María, en enero de 1982.

Obstáculos

En la foja 113 del expediente figuran las declaraciones de numerosas personas vinculadas con la Fundación Neruda, todos los cuales rechazan la posibilidad de que el poeta haya sido asesinado. Y lo hacen desacreditando a Manuel Araya.

Entre estas personas destaca el cantante y documentalista Hugo Arévalo. Sostiene que “el día 18 de septiembre (1973) y ante los rumores de la eventual muerte de Neruda viajé junto a Charo Cofré (su esposa) a Isla Negra en nuestra citroneta (Citroen AX330) y al llegar a la casa de Pablo nos atendió una persona que se identificó como su chofer (Araya)”.

“Más adelante Arévalo señala que el poeta “no podía caminar y se sentía desmoralizado” y que les comentó que el embajador de México en Chile le ofreció sacarlo del país. A pesar de su angustia Neruda habría celebrado con ellos el 18 de septiembre (aniversario de la independencia) “motivo por el cual nos mandó a comprar unas empanadas”, afirmó Arévalo.

En entrevista con Proceso Manuel Araya señaló que el relato de Arévalo –que es refrendado por su mujer– “es absolutamente falso”. Afirma que ni Arévalo ni su esposa estuvieron en Isla Negra los días posteriores al golpe y que nadie podía ir a verlos porque los militares que custodiaban la casa impedían el ingreso de visitas. Además señaló que nunca se tomó vino ni comieron empanadas en esos días “porque no estábamos de ánimo”.

Según Arévalo él y su mujer se habrían quedado a dormir aquel 18 en Isla Negra. Y al día siguiente habrían acompañado en caravana a Neruda y Matilde en su viaje hasta la clínica Santa María. En entrevista concedida a la revista Rocinante en mayo de 2003, Cofré reconoció que Araya participó en esos hechos. Y que lo hizo manejando el Fiat 125 de Neruda mientras que Pablo y Matilde iban en la ambulancia. Pero en su declaración judicial Cofré omite este hecho. Araya por su parte niega tajantemente que ese matrimonio haya estado en aquel momento.

Las declaraciones de Cofré y Arévalo no fueron solicitadas por los querellantes ni por el juez Carroza. Contreras se pregunta: “¿Cuál es la influencia de la Fundación Pablo Neruda para conseguir que declaren personas que no han sido convocadas a hacerlo? Y lo digo a propósito de que hay una curiosa preocupación de la Fundación Neruda por apoyar la investigación, o mejor dicho por inclinarla con un sesgo. Entonces me pregunto: ¿Por qué podría importarles tanto?”. Y él mismo se responde: “Pienso que la Fundación tiene intereses, que no le manchen su ícono del marketing”.

Matilde Urrutia mencionó repetidamente en sus memorias –Mi vida junto a Pablo Neruda– a Manuel Araya: “Ya se acercaba la tarde y mi chofer no había aparecido. El día anterior me dejó en la clínica (…) era la única persona que tenía cerca para ayudarme… Pobre muchacho que vagabundeaba con Pablo por mercados, por casas de antigüedades… él había desaparecido con nuestro coche y con él yo perdía la única persona que me acompañaba en todas las horas del día”.

N. del E.- Publicado originalmente en el semanario Proceso (30/10/2011), el autor autorizó la difusión del reportaje al Clarín de Chile.

Texto: Rebelión

Imagen: artenlibertad
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