miércoles, 28 de abril de 2010

Banco Mundial y acaparamiento de tierras


Luis Hernández Navarro

Tierra, agua y semillas son, junto con los saberes campesinos y la mano de obra, los factores claves en el cultivo de alimentos y los pilares de la producción campesina. Y son, desde hace décadas, el terreno de una fuerte disputa entre los grandes agronegocios y las familias rurales. Mientras los consorcios multinacionales buscan su privatización y acaparamiento, las familias campesinas procuran mantenerlos como bienes comunes.

Uno de los asaltos más recientes en el combate entre campesinos y multinacionales se libra alrededor de las tierras y los territorios indígenas y las comunidades rurales. Gobiernos pudientes, fondos de inversión y trasnacionales de la alimentación, el transporte, y la industria química y farmacéutica están rentando o comprando decenas de millones de hectáreas de buenas tierras de cultivo, muchas irrigadas, en Asia, África y América Latina para producir agrocombustibles y alimentos en detrimento de los campesinos.

Según un informe de Oliver De Schutter, relator especial sobre el derecho a la alimentación de la ONU, entre 15 y 20 millones de hectáreas de tierras agrícolas de países en desarrollo han sido objeto de transacciones y negociaciones con inversionistas extranjeros desde 2006. Esto equivale –de acuerdo con De Schutter– "a la superficie total de las tierras agrícolas en Francia o a la quinta parte de todas las tierras agrícolas de la Unión Europea". Representa también la décima parte del territorio de México u 80 por ciento del estado de Chihuahua.

El objetivo de esta concentración de la tierra arable es controlar la producción mundial de alimentos, mediante inversiones especulativas que buscan ganancias rápidas. Para algunas naciones árabes, así como China y Japón, se trata, además, de tener garantizados el abasto de comida y recursos forestales para sus poblaciones e industrias.

Las corporaciones han negociado concesiones económicas de largo plazo para establecer plantaciones agrícolas y producir agrocombustibles, caucho y aceites. En zonas costeras, la tierra y los recursos marinos e hídricos son vendidos, alquilados o cedidos a inversionistas turísticos en detrimento de las comunidades costeras y de pescadores.

Este proceso de nuevo despojo de tierras ha encontrado en el Banco Mundial un nuevo y poderoso aliado.

La institución financiera multinacional promueve siete principios para hacer que estas inversiones tengan éxito. Su idea-fuerza central es lograr un acaparamiento de tierras "socialmente aceptable". (Véase: “Principles for Responsible Agricultural Investment that Respects, Livelihoods and Resources”: www.donorplatform.org/component/option,com_docman/task,doc_view/gid,1280)

Los supuestos básicos contenidos en siete principios pueden resumirse en: a) la consideración de que la actual fiebre del sector privado por comprar tierras agrícolas es arriesgada; b) la magnitud de esta tendencia; c) la necesidad de transferencia de derechos sobre tierras agrícolas en los países en desarrollo a inversionistas extranjeros; d) la convicción de que cualquier flujo de capital privado que expanda los agronegocios trasnacionales donde aún no hayan penetrado es bueno y debe seguir, de tal modo que el sector corporativo pueda extraer más riqueza del campo, y e) dado que estos negocios de inversión están anclados en una privatización masiva y en la transferencia de derechos sobre la tierra, el Banco Mundial quiere cumplir unos cuantos criterios para reducir los riesgos de inesperadas reacciones sociales: "respetar" los derechos de los actuales usuarios de la tierra, el agua, entre otros recursos (pagando una indemnización), proteger y mejorar los medios de vida a nivel familiar y de la comunidad (proporcionando empleos y otros servicios) y no dañar el ambiente.

La estrategia fue presentada el 25 de abril, en Washington DC, en una mesa redonda cuyos anfitriones son Japón, Estados Unidos y la Unión Africana, y el 26 en la conferencia anual de tierras del Banco Mundial.

Aunque los principios que propone formalmente el banco son voluntarios, en los hechos considera a la tierra y los derechos agrarios como un activo clave para las trasnacionales que buscan obtener altos dividendos en sus inversiones. El organismo financiero multinacional, los gobiernos y los monopolios se proponen revalorizar la tierra en términos meramente económicos, dejando de lado los costos ambientales y sociales de un modelo de agricultura industrial.

En rechazo a esta política, Vía Campesina, Food First Action International (FIAN), Land Research Action Network (LRAN), GRAIN y más de 100 organizaciones de todo el mundo dieron a conocer el 22 de abril un manifiesto en el que exigen "frenar la ola actual de acaparamiento de tierras en la que inversionistas oficiales y privados se están apoderando de millones de hectáreas de tierras de cultivos de comunidades rurales de África, Asia y América Latina".

Los firmantes rechazan la privatización masiva y transferencia de derechos sobre la tierra detrás de la iniciativa del Banco Mundial. Según ellos, los principios que proponen "son una jugada que intenta legitimar el acaparamiento de tierras. Facilitar que corporaciones (nacionales o extranjeras) se apoderen a largo plazo de las tierras agrícolas de las comunidades rurales es totalmente inaceptable, no importa qué lineamientos se sigan. Los principios del Banco Mundial, que serían totalmente voluntarios, intentan distraer del hecho de que la crisis alimentaria global de hoy en día, con la cifra récord de más de mil millones de personas sufriendo hambre, no será resuelta por la agricultura industrial en gran escala que van a aplicar prácticamente todos los inversionistas que están adquiriendo tierra".

La lucha contra el acaparamiento de tierras tiene en México una larga historia. El rechazo al Procede en las comunidades indígenas, la ocupación de latifundios en Chiapas a raíz del levantamiento zapatista, la resistencia de los campesinos de Atenco y tantos otros conflictos muestran que la iniciativa del Banco Mundial en nuestro país no pasará.
Texto y foto: Visones Alternativas

¿Es desarrollado el primer mundo?


Rafael Bautista

La pregunta no tiene tanto la intención de estar dirigida a los países ricos sino al llamado tercer mundo; porque se trata de una pregunta que ni siquiera la imagina el llamado primer mundo (aun cuando padezca la crisis financiera, lo que procura como salida proviene de la nostalgia metafísica de una opulencia siempre de carácter infinito). Los países ricos son incapaces de cuestionar aquello que persiguen de modo ciego e irresponsable. Por eso el desarrollo, para ellos, se constituye en algo sagrado; por aquello que consideran sagrado están dispuestos a sacrificar a todo el planeta. En 1550, Domingo de Santo Tomas, a cuatro años del descubrimiento de la mina del Potosí, ya anunciaba la existencia de “una boca del infierno”, donde los españoles sacrificaron millones de almas “a su nuevo dios que es el oro”.

En la actualidad, el neoliberalismo produjo el milagro que espera el “greed is good/God” (la codicia ya no era sólo buena sino que era el nuevo ídolo): que el 5% más rico posea más que todo el 95% restante. La riqueza del primer mundo, desde la invasión y conquista del Nuevo Mundo, tiene un precio: la producción sistemática de miseria planetaria. Por eso la pregunta debemos hacerla, con preferencia, al sur, porque ¿cómo podría el beneficiario del robo pensar siquiera en cuestionar el robo?

Se trata, entonces, de un cuestionamiento que, de modo reflexivo, deben realizarse, a sí mismos, los pueblos empobrecidos del planeta. Para que haya desarrollo en el primer mundo, éste debe producir subdesarrollo en el resto del mundo; es decir, condición para el desarrollo de ellos, ha sido y es el subdesarrollo nuestro. No hay riqueza sin producción paralela de miseria; porque los indicadores de riqueza se mueven en una infinitud siempre insatisfecha, por eso las curvas de la ganancia, del crecimiento y del desarrollo se expresan siempre en aproximaciones asintóticas al infinito (la espiral de acumulación es concéntrica, la distribución ocurre por asignación, que lo decide la oferta y la demanda; estos factores deciden la vida y la muerte de la humanidad y, ahora, del planeta). Por eso también el socialismo se encuentra en entredicho, pues si el capitalismo busca la maximización de las ganancias, el socialismo persigue índices mayores de crecimiento; ambos parten de la infinitud, pero los recursos naturales no son infinitos sino finitos. En eso consiste la falacia del desarrollo moderno; se trata de un concepto que parte de una referencia metafísica: el mito (de la ciencia moderna) del “progreso infinito”. Cuando se piensa la economía desde la infinitud, se hace, inevitablemente, abstracción de la condición humana y de la vida toda (la infinitud es posible lógicamente pero es empíricamente imposible); prescindir de la vida y de la muerte conduce a una ilusión: pensar que todo es posible, que se puede, por ejemplo, explotar a la naturaleza y a trabajo humano al infinito. El concepto de desarrollo moderno es ilusorio. Pero esta ilusión oculta algo más grave: es una ilusión que nos conduce al suicidio colectivo.

Los resultados de la Cumbre de los Pueblos cuestionan, de modo decidido, a los responsables de la crisis medioambiental (lo cual era necesario), pero el asunto sigue latente si es que los afectados no cuestionan, a su vez, sus propios afanes. Porque la tendencia conservadora (de una forma de vida, la moderna, que ha colonizado casi todos los ámbitos de la vida humana) no sólo se encuentra “arriba” sino también “abajo”. Es decir, el grado de disponibilidad a una transformación real que pueda surgir de una nueva conciencia planetaria depende, en última instancia, del grado de autoconciencia que se tenga de modo efectivo. La conciencia aparece por un entender la situación, pero entender no es todavía producir una nueva realidad; hay nueva realidad cuando la conciencia, por proceso reflexivo, ha hecho, de sí, proyecto revolucionario, es decir, cuando la conciencia se ha hecho autoconciencia y hace de su vida anticipación de lo que anuncia. La autoconciencia anticipadora constituye el espíritu revolucionario de la nueva época. Ante éste, la realidad cede, es decir, se abre, porque lo potencial de lo nuevo ha acontecido y ha transformado a la realidad toda.

La realidad defectuosa que padecemos es este sistema-mundo moderno. Es el ser que, como realidad, se nos ha impuesto; por eso hay primer mundo y tercer mundo, hay desarrollados y atrasados, hay ricos y pobres, ellos son todo, nosotros no somos nada. Desde Parménides, la filosofía de la dominación expresa: el ser es, el no ser no es (el ser es el bien absoluto, el no ser es el mal absoluto); esta es la justificación ontológica para que los ejércitos del ser “limpien” sin asco al “eje del mal”. Aquello que llamamos realidad es una producción humana; que es histórica y no como la ciencia moderna entroniza y justifica como “el único mundo posible”. El llamado fin de las ideologías apareció con este mito que se creyeron las ciencias sociales. Desde entonces, los críticos disminuyeron, y los pocos que quedaron fueron los locos que el mundo mediático se afanaba en desprestigiar (los idiotas los trataban de idiotas, los nuevos Belarminos condenaban a los nuevos Galileos).

Habíamos caído en la trampa que se hace la clase media (en todo lado): por no estar abajo se somete voluntariamente al de arriba (cree que el desastre no le va a llegar hasta que le llega, como en gringolandia). Por eso la pregunta va más allá de cuestionar una economía. Lo que contiene esa economía, la capitalista, es una forma de vida que, para hacerse efectiva, produce una racionalidad pertinente para su desarrollo. Esa racionalidad produce un conocimiento que, en cuanto ciencia y filosofía, contiene y expresa los valores últimos sobre los cuales se levanta esa forma de vida. El capitalismo nace, como sistema mundial, desde la posibilidad de la centralidad europea; expresa, gestiona y desarrolla esa centralidad: para que haya centro debe haber periferia. La constitución del resto del mundo en periferia es consustancial a la constitución de un centro. La propia constitución de la subjetividad europeo-moderno-gringo-occidental es impensable sin la des-constitución de la subjetividad del 80% de la humanidad restante. Por eso se trata de un proyecto de dominación que, para hacerse efectivo, necesita producir una racionalidad que exprese y justifique la experiencia desde la cual la dominación como proyecto de vida se hace realidad efectiva. Es el paso de la conquista a la colonización como “acto civilizatorio”. La violencia del conquistador se vuelve algo bueno, la resistencia de las víctimas algo malo; una vez que la víctima ha sido racializada como inferior entonces se naturaliza su condición: ante los ojos del dominador será siempre esclavo, atrasado, subdesarrollado, sin educación, sin cultura, sin libertad, sin democracia, por eso, sin voz ni voto en las decisiones mundiales (la compra de apoyo a las prerrogativas del G7 en las cumbres expresa eso: no son seres humanos, por eso se los puede comprar como cosas).

Esa racionalidad produce una acción racional que desarrolla, en todos los ámbitos de la vida, la reproducción sistemática del dominio, de modo hasta autóctono y doméstico. La experiencia inaugural con que nace el mundo moderno (la conquista del Nuevo Mundo), se expresa como praxis universal; la dominación aparece en todos los ámbitos de la vida descomponiendo y desarticulando toda otra forma de vida. La acción racional que produce esta racionalidad (que hace de la razón un ejercicio explicito de dominación) lo expone la ciencia como paradigma de toda acción: la acción medio-fin. La economía la traduce como costo-beneficio. Lo que provoca esto, es la objetualización de las relaciones humanas, la inevitable mercantilización de toda la vida. Se trata de una lógica nefasta (cuando regula todas las acciones humanas) que va destruyendo todo a su paso, produciendo una ética de la irresponsabilidad absoluta que, en lenguaje neoliberal, llama externalidades a todo lo que ella provoca. Si el afán de riqueza (la motivación de la ganancia) constituye el fin de toda acción humana, entonces la lógica medio-fin regula toda acción humana (los fines son siempre específicos, de modo que el actor no se interesa por nada más que no sea su fin preciso, lo cual le hace ciego de todas las consecuencias que pueda provocar su acción específica; por eso cuando persigue exclusivamente la ganancia, desaparece toda moral, y toda consideración ética se subordina al propósito que, de modo científico, ha sido calificado como racional, es decir, como verdadero, es decir, como bueno).

Por eso, detrás del concepto de desarrollo, está una acción racional que contiene, a su vez, una concepción de racionalidad, que expresa un proyecto determinado e histórico; una forma de vida que, para hacerse efectiva, ha producido las instituciones apropiadas para ordenar el mundo de acuerdo a sus intereses. El conocimiento que sostiene a esas instituciones, sostiene también a los individuos, que son (de)formados académica y mediáticamente para ser fieles de un sistema que los recicla a gusto y antojo (los genios en matemáticas son destinados a las finanzas y los nuevos investigadores a satisfacer las exigencias del mercado, las transnacionales y la guerra; importa poco las necesidades de la humanidad y de la vida en el planeta). En ese sentido, el desarrollo funciona como una prerrogativa que ni siquiera expresa necesidades humanas (menos naturales) sino necesidades corporativas; el desarrollo va ligado a la competencia, lo que hace todavía más cruel la carrera por el desarrollo; ganar o tener más que el otro se convierte en sinónimo de más desarrollado.

Ese afán expresa, precisamente, lo que el desarrollo, en esencia es; porque la competencia es sólo pensable en situación de contienda, oposición o rivalidad, además de una implícita conciencia de desigualdad, donde el aprovechamiento de ventajas y desventajas es fundamental. Es decir, el desarrollo (que se hace por competencia) es lo que proyecta una racionalidad instrumental. Por eso, cuando se tiende al cambio de modelo económico (de modo automático), como el socialista, sin la tematización de la racionalidad que presupone el nuevo modelo, se cae en la reproducción de lo mismo que se criticaba. Porque lo que hace el capitalismo, tampoco es desplazar a otros modos de producción e instaurarse como el único; ni el esclavismo, ni la economía rural, precolonial, comunal, etc., desaparecen con el capitalismo. Lo que hace la lógica del capital es descomponer los modos de producción existentes, rearticulando estos en torno a las exigencias del capital y del mercado. Pensando la posibilidad de otro modelo económico, la pregunta sería: ¿cuál vendría a ser el criterio articulador de una nueva economía?, a su vez, ¿qué concepto de racionalidad y acción racional necesitamos producir para proponer una nueva economía?

Cuando hablamos de racionalidad nos estamos moviendo, no sólo en un ámbito científico, sino en aquello que trasciende y presupone la propia ciencia: el mundo de la vida. La racionalidad del mundo que nos presupone es la racionalidad que, en última instancia, nos constituye como sujetos. Pero con la racionalidad moderna sucede algo paradójico. Ella prescinde, en sus elucubraciones, de la humanidad, del mundo y de la vida; cuando piensa, hace abstracción de la muerte y de la vida, por eso deviene en racionalidad formal, carente de todo contenido real. Por eso el conocimiento que desarrolla, en cuanto economía, se convierte en economía para la muerte; el desarrollo que propone, es desarrollo del mercado y del capital, la naturaleza y la humanidad le importa poco. Modernizar todo significa expandir el mercado (donde hay todo para comprar, hasta seres humanos, si es que se tiene dinero) y el capital; subordinarnos al mundo de las mercancías, es decir, al mundo de las apariencias (donde por tener todo acabo no teniendo nada, porque las apariencias son espejismos que provocan ilusiones que no llenan nada, sólo generan adictos insaciables; por tener todo provoco que los demás no tengan nada) ¿Qué significa modernizar el Estado, la economía, la política, sino continuar pensando desde la lógica del desarrollo, la ganancia, la competencia, el mercado y el capital?

Por eso volvemos a insistir la pregunta. Porque está bien criticar el desarrollo del primer mundo pero, si nosotros, solapadamente, pretendemos ese mismo desarrollo, es decir, ser ricos también, entonces no hay margen de disponibilidad efectiva y lo que, en verdad, proyectamos, es una recaída en lo mismo. Por ejemplo, si se efectuara la deuda climática como indemnización a los países pobres (algo similar a la mercantilización de los derechos de emisión de gases de efecto invernadero); suponiendo que los países ricos tengan tal cantidad real de dinero (no la desequilibrada impresión de dólares sin respaldo alguno que los gringos acostumbran a hacer), la pregunta necesaria que se debe realizar es la siguiente: ¿es ético recibir ese dinero? Si la riqueza producida por el primer mundo es inmoral, es decir, es dinero maldito, ¿cómo podemos creer que ese dinero sería parte de la solución? Sería algo así como creer que el dinero del asesino puede devolverle la vida a la víctima. Porque los países ricos pueden, de modo eficaz (porque los ricos siempre lo han hecho), utilizar su poder económico para comprar su absolución; en este caso, quienes vendan su alma al diablo, confirmarían que los encantos del desarrollo moderno son irresistibles.

Los países pobres requieren inversión, capital de arranque; imaginemos entonces este escenario: los pobres se unen, en respuesta a aquello, los ricos ofrecen resarcimientos jugosos; ¿cuántos no pactarían ante semejante oferta?, resultado, la unión se fractura y la lucha queda desarticulada. Por eso un imperio no negocia con los pueblos sino con sus gobiernos. Por eso de la Cumbre de los pueblos salen mejores perspectivas; por eso, para clarificar lo pasos siguientes, es necesaria esta reflexión. La deuda climática no debe pretender significar una deuda que pueda sufragarse simplemente con más dinero; eso sería entrar en el juego de los ricos, que creen que el dinero lo puede todo, hasta comprar el cielo. Además, la lógica de la deuda es otro de los pilares del desarrollo moderno. Con esa lógica destruyeron nuestras economías y las reordenaron a sus intereses: la deuda es impagable, por eso mismo debe ser pagada, con sangre; cobrar las deudas que nos impusieron significaba literalmente desangrar a nuestros pueblos. Si cuando exigimos la devolución de todo lo robado, eso quiere decir seguir robando, entonces, al final, socapamos el robo mismo.

El problema es mayúsculo cuando nos damos cuenta que seguir robando es herir de muerte a la Madre. El primer paso real, si de deuda hablamos, sería la condonación de toda la deuda externa del tercer mundo, además de la creación de un nuevo sistema financiero mundial de regulación pública (donde las decisiones no sean destinadas a las transnacionales, bancos comerciales o de inversión –sus fondos de cobertura o especulativos–, inversionistas, compañías de seguros, etc., pues estos son adictos a la especulación de productos básicos y derivados, así como a la manipulación del movimiento de precios en los mercados de valores y de divisas), cuyos indicadores pasen, de entes abstractos como las cifras, a necesidades concretas como la producción y reproducción de la vida, en todas sus manifestaciones. Así no se logra riqueza, es cierto, pero tampoco se produce miseria; la falacia del desarrollo consiste en creer que produciendo más y más riqueza, se logra la felicidad. Si para producir más riqueza debo producir miseria en otros lados, entonces mi felicidad es infelicidad para los demás, lo que pudo haber sido bendición se convierte en maldición.

Por eso esta crisis pone en tela de juicio el desarrollo moderno (que también los pobres pueden querer aspirar, porque es un desarrollo que deslumbra). La crítica a la modernidad no tiene que ver con afanes culturalistas, afirmaciones de la diversidad, etc., sino de juicios de realidad que interpelan a la humanidad toda: en cinco siglos se ha venido desarrollando un proyecto exclusivista del 20% rico del mundo, en desmedro y a costa, no sólo de la humanidad, sino del planeta mismo. Por eso el grito es unificado (y los empobrecidos del primer mundo se suman a ello) y reclama un nuevo orden mundial, que remedie el desorden actual y apueste por alternativas sostenibles que hagan posible un mundo en el que quepan todos. Un “mundo sin alternativas” es un mundo sin futuro; sólo un pensamiento decadente, como el neoliberal, podía haber postulado semejante clase de mundo. Lo caduco del pensamiento del norte consiste en su carencia de utopías, la opulencia genera el conservadurismo, por eso el pensamiento que produce es profundamente conservador. La historia ya abandonó al norte, la historia ahora pertenece al sur. El espíritu del nuevo tiempo está anidando en el sur.

Pero la tendencia conservadora es lo que aún pervive y se rearticula a nivel también mundial, sobre todo, cosa paradójica, entre los jóvenes (por eso no es raro que los contingentes activos de resistencia en Venezuela sean juveniles, los cautivos de los medios). Esta tendencia se reproduce también entre los pobres, pues no sólo los ricos son conservadores, también suelen serlo los pobres, sobre todo aquellos que han conocido, de algún modo, la riqueza. El deslumbre de la riqueza no es anodino; por eso, el temple del pobre no se encuentra tanto en su capacidad de lucha sino en su disposición revolucionaria; se puede luchar para ser rico también, pero para ser rico se debe producir nuevos pobres. Es el drama de las revoluciones burguesas; luchan contra el poder feudal abanderando los más grandes ideales, para después traicionarlos y reproducir aquello contra lo cual habían luchado. Entonces, la pregunta no es mera retórica, y apunta a la reflexión exhaustiva del sujeto que constituye la esperanza de esta lucha global.

En la lucha, lo que primero se construye, no son las trincheras defensivas, sino el potencial de disponibilidad del sujeto; esto quiere decir: que toda lucha física presupone una lucha espiritual (por eso, a una guerra se llega con lo que se es, pero también con lo que no se es, es decir, si hay potencial de disponibilidad, la concurrencia es exitosa, de lo contrario, lo que se produce es desagregación; si la disponibilidad no asiste como un todo unificado, el todo se diluye, la derrota acontece porque se ha concurrido de modo derrotado). Cuando los objetivos de la lucha rebasan lo estrictamente humano, el ámbito espiritual se hace más necesario: el espíritu no es algo ajeno a la política sino su forma más acabada. Luchar por la vida, en sentido eminente, requiere de una disponibilidad trascendental; no se trata de una lucha particularista sino de una lucha que tiene que ver con el todo de la vida. Esto produce, necesariamente, una visión holista de la lucha misma, porque si la vida no está escindida o dividida, nuestras luchas tampoco lo están, y todas, si son luchas honestas de liberación, no pueden andar extraviadas sino reunidas. Lo sustancial de la “Cumbre de los Pueblos sobre el Cambio Climático”, más allá de los contenidos expresados, está en el hecho mismo del potencial de disponibilidad del sujeto que emerge, como momento constitutivo de un poder de interpelación global; productor de un nuevo sentido común, que sea capaz de cuestionar y sustituir las creencias moderno-occidentales por un nuevo horizonte universal de justicia, amplificada ahora a la naturaleza.

Por eso la esperanza no proviene de los países ricos sino de las víctimas de un desarrollo que socava, no sólo sus vidas, sino la vida del planeta mismo. Los países ricos se encuentran en el ojo de la tormenta de una crisis que provocaron las instituciones que ellos mismos crearon; el supuesto conocimiento infalible que produjeron no pudo prever la crisis financiera, es más, una vez desatada la crisis, no saben cómo hacerle frente. El conocimiento que sostienen a sus instituciones no es pertinente para pensar una crisis de semejante magnitud, menos para hallarle soluciones. Ese conocimiento no descubre estos problemas, más bien los encubre. Por eso responden de modo ciego. Lo mismo pasa con la crisis climática. La apuesta de los países ricos sólo apunta al fracaso de la humanidad. Si el ser humano es el centro de todo lo que conocemos como vida, la modernidad ha corrompido ese nuestro lugar, al hacer de aquello un privilegio y no una responsabilidad.

Detrás de todas las estratagemas que arguye el primer mundo para deslindar responsabilidades, se encuentran un conjunto de creencias, a las cuales, no quieren ni saben cómo renunciar. Una de esas creencias irrenunciables es el desarrollo. Los efectos negativos de ese desarrollo los han padecido, desde hace cinco siglos, la humanidad y el planeta entero. La idea de ese desarrollo proviene, decíamos, de la formulación científica del “progreso infinito”. Sobre esta idea se levanta la ciencia moderna y, como postulado económico, el capitalismo. Observemos de nuevo la falacia en que incurre este postulado de la ciencia moderna: un progreso infinito supone recursos también infinitos; ahora bien, ¿son la humanidad y la naturaleza infinitos? El postulado del “progreso infinito” es producto de teoría, pero empíricamente no hay nada que pueda sostener proyecciones infinitas; es decir, es una pura ilusión, no es realista. La modernidad no es nada realista, es más ilusoria de lo que ella se imagina.

En su lucha contra la teología medieval, de modo inconsciente, adoptó sus ilusiones como delirios; fue cuando empezó a prometer todo aquello que prometía la iglesia, de ese modo se convirtió en la nueva idolatría. Bajó el cielo medieval y lo proyectó, como realizable, en términos de futuro; todo sería posible en el tiempo venidero, hasta la inmortalidad. La era de la tecnología moderna nació con esa ilusión. Por eso empezó su camino de modo ciego; teniendo por norte el infinito, ya no fue posible ver lo finito de la condición humana y de la naturaleza. La naturaleza había sido degradada cualitativamente; ahora sólo importaba como objeto: espacio plano, homogéneo e infinito (de nada servía saber que la tierra era redonda, pues para la ciencia seguía siendo plana). La matematización de la realidad terminó por reducir la vida del planeta a un conjunto de cifras, en rojo y negro, ganancias y pérdidas, de una contabilidad que se movía en la ilusión de la infinitud.

Aparecen las nociones de crecimiento, acumulación, desarrollo etc., y todas ellas con la ilusión del “progreso infinito”. La economía se encargó de sistematizar este marco categorial. Entonces, el sistema económico que aparece, el capitalismo, no es el fondo de la cuestión. El capitalismo es la determinación económica de una racionalidad que subyace a esta economía. Para que la economía aparezca, ya no como ciencia de la producción de los medios de vida, sino como ciencia de los negocios, debe operarse previamente un concepto de ciencia pertinente a esta transformación. Porque lo que sistematiza la economía capitalista, decíamos, es una determinada acción racional, la cual presupone siempre una racionalidad que es, en definitiva, la que digita la lógica con la cual es posible hablar del sistema económico del capital. Quien pone el dedo en la llaga y dice con su nombre propio lo que significa esta acción racional, es Franz Hinkelammert. Se trata de una acción racional con arreglo a la codicia. La codicia es destructiva porque pervierte hasta la justicia, por eso se trata de una codicia que se hace en cumplimiento de la ley; el propio concepto de ley que desarrolla la modernidad (que dice que es ridículo otorgarle derechos a quien no puede reclamarlos), no es nada más que la expresión jurídica de la codicia como regulador de la existencia. Por eso constituye el principio de vida del capitalismo.

No se trata de la codicia como envidia común y pedestre sino de la codicia convertida en forma de vida, que tiene en la ley a su garante normativo. No codiciar se convierte en algo subversivo; no codiciar significa ver al otro como prójimo y no como medio para la maximización de la codicia. En ese sentido, la ley con arreglo también a la codicia entra en contradicción con el amor al prójimo; desde la codicia el otro deja de ser sujeto, por tanto, deja de ser mi prójimo. Por eso los Bancos tienen a la policía para desalojar a la gente de sus casas y las entidades financieras mundiales a los gobiernos para reprimir al pueblo que no acepta ajustes estructurales (despidos, congelamiento de salarios, privatización de salud y educación, etc.).

El “greed is good” es, por decirlo de algún modo, el momento originario de un apetito hecho forma de vida, sistematizado de modo científico, y efectivizado (en cuanto dominación real) como economía política a nivel global. Pero en una acción racional con arreglo a la codicia, no basta que la codicia sea buena sino que, como principio de vida, debe ser lo divino, por eso, lo que es bueno para mí (así piensa el fetichista), es el ídolo al cual me inclino: “greed is God”. El principio de vida del capitalismo se transforma en el ídolo moderno; por eso el senador norteamericano Phil Gramm (además de vicepresidente del UBS Investment Bank) llamaba a Wall Street “holy place”, Bush padre recibía la bendición del pastor Billy Graham antes de invadir Irak, y cuando baby Bush decía “God is with us”, en realidad decía, “greed is with us”, la codicia, el “greed”, estaba con ellos.

Por eso se trata de una racionalidad irracional, de una acción racional que se vuelve acción irracional y produce, también, una ética de la irresponsabilidad. Si en el fondo del desarrollo moderno se encuentra esta racionalidad irracional, que produce una acción racional con arreglo a la codicia que, cuando se hace criterio de toda acción, produce el suicidio colectivo global, entonces tiene sentido hacernos la pregunta acerca del desarrollo moderno. Porque si, en última instancia, la aspiración de los países pobres sigue siendo un tipo de desarrollo semejante, entonces entramos en auto-contradicción: nos liberamos no para ser libres sino para ser ricos (por ejemplo, exportar a toda costa, porque los ricos del primer mundo pagan mejor que nuestros propios pueblos pobres). La liberación produce una nueva dominación. Europa cae en esa aporía. Padece centenariamente el dominio imperial romano y, sin embargo, su única aspiración consistirá en ser como Roma. La dominación fue tan efectiva que logró anular una subjetividad libre, y lo que produjo, fue el remedo de su condición, hasta en la decadencia. Es el complejo del dominado: admira tanto a su dominador que a lo único que aspira es a ser como él. La conquista del Nuevo Mundo le ofreció a Europa la posibilidad de efectivizar aquella aspiración; que es a lo que aspira alguien que no es libre: a dominar.

El señorío que despliega como constitución de su subjetividad se hace a costa de desconstituir la subjetividad del indio. El señorío que era cualidad divina y luego real, es asaltada por la codicia como principio de vida de los segundones; por eso llegan a estas tierras queriendo ser todos señores a costa de los indígenas, a quienes ven como sus vasallos naturales, tolerados sólo como servidumbre. Por eso la reacción es furibunda cuando su servidumbre se alza y hace gobierno y ahora habla en nombre de la naturaleza, en términos de Madre. Su respuesta es ridiculizar al indio insolente, no tolera el atrevimiento mayor: decir la verdad. Cuando la verdad no la dicen los cuerdos, tienen que decirla los locos; que es el modo como el sistema-mundo trata a quien dice la verdad. Ya en el principio ridiculizaron a Noé; es el modo como se muestra el temple del que habla con la verdad: primero se burlan de uno, luego se ríen, después de callan, y al final le siguen. Quienes al final quedan en ridículo son otros.

Si la cumbre levantó la irascible respuesta de los medios, es porque significa que otro mundo no sólo es posible sino más necesario que nunca, y esa conciencia es lo que destapa la mentira de la propaganda imperial. El desarrollo moderno ha producido ese veneno potencial que se llama coca cola, que es uno de los mayores causantes de diabetes en el mundo; así como ha logrado la producción acelerada de pollos (y toda producción pecuaria) en apenas tres meses, a base de hormonas que le hacen crecer e inflar de modo antinatural, además del hacinamiento cruel que sufren como potencial colérico transmitido a su propia carne (que se convierte en nuestro alimento diario). Ese tipo de producción está provocando todo tipo de enfermedades y trastornos. Otro de los logros del desarrollo moderno. Por eso preguntamos: ¿debemos llamar a eso desarrollo?

50% de emisión de gases de efecto invernadero proviene de la agroindustria, pero nuestras propias costumbres alimenticias sostienen a esa industria. La recomendación del presidente Evo es entonces cierta: dejemos los platos desechables y volvamos a los platos de barro; es decir, abandonemos lo artificial, la alternativa es volver a lo natural, porque somos naturaleza y, así como la naturaleza está diseñada con equilibrio, no hacemos una vida digna produciendo el desequilibrio. La riqueza seduce porque no hay verdad en ella, todo lo falso necesita de la seducción para conquistarnos; en realidad no se necesita demasiado para ser feliz, por eso se dice que el verdadero rico no es quien más tiene sino quien menos necesita. El “sumaj q’amaña” o vivir bien, parece ser la respuesta a esta crisis global, donde la lógica del dar se traduce, en praxis política, como servicio comunitario; el que aspira a ser señor no le gusta servir a los demás, en su lógica, el servicio es algo humillante, pero el servirse de los demás es algo meritorio, porque si en la lógica de la codicia, el otro desaparece como sujeto, como persona y como prójimo, ¿qué sentido tiene servir a quien le he despojado de su humanidad? Por eso, la forma de vida moderna no es vida, incluso para los beneficiados del norte, por eso su vida no es digna de ejemplo. Por eso volvemos a la pregunta: ¿deberemos seguir llamándoles desarrollados?

Texto: Bolpress
Imagen: enfoque21.blogdiario.com

Fiscal aprehende a Salces por impulsar separatismo


El coronel en retiro Zoilo Salces fue aprehendido ayer porque se halló indicios de que fue el coordinador de un plan para ampliar el pasado año el plan separatista cruceño al departamento de Beni.

El militar en servicio pasivo se presentó a dar su declaración informativa por la mañana, a las 09.30, en el Ministerio Público de La Paz y cerca de las 18.35 fue trasladado a las celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC). En las próximas horas será imputado por los delitos de terrorismo y alzamiento armado, para que luego sea sometido a una audiencia de medidas cautelares.

El fiscal Marcelo Soza explicó casi por la noche que se ratificó la hipótesis respecto a que un plan de división del territorio nacional estaba en curso.

La autoridad judicial dijo que la estrategia iniciada en el territorio cruceño pretendía ser trasladada hacia Beni con la participación de varias autoridades departamentales y cívicas.

El planeamiento del proyecto, aseveró, comenzó con una reunión que Eduardo Rózsa Flores y Hugo Achá tuvieron en enero del pasado año con algunas autoridades benianas en las instalaciones de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz).

Según Soza, el encuentro fue realizado con el principal interés de tratar el asunto de la repartición del territorio nacional, y Zoilo Salces se convirtió en el promotor de la tarea y coordinó su labor con Juan Carlos Guedes, Alcides Mendoza y Hugo Achá.

“La hipótesis que maneja el Ministerio Público es que el señor Salces era el coordinador en Beni y hay una lista de personas que se iban a sumar a su causa. La nómina era manejaba por Guedes, quien la obtuvo porque Salces se la dio en un disco compacto”, manifestó el representante del Ministerio Público.

De acuerdo con la investigación de la Fiscalía, el coronel en retiro fue el único que participó en la reunión de Fegasacruz y luego fue el encargado de contactar a varias autoridades, cívicos y empresarios benianos para que se sumen al plan separatista.

El militar habría sido el responsable del encuentro que se efectuó en febrero del pasado año en el balneario Tapacaré, ubicado a siete kilómetros de la ciudad de Trinidad, donde se presume que se planearon las actividades secesionistas junto con Eduardo Rózsa Flores.

La ex autoridad castrense tenía como principal objetivo convertirse en el comandante de las operaciones de separación territorial, una vez conformado un grupo irregular similar al que fue desarticulado en Santa Cruz.

El Ministerio Público maneja la teoría de que similares gestiones eran planificadas en Chuquisaca, Tarija y Pando, por lo que la investigación del caso terrorismo puede ser extendida a esas regiones.

El abogado del aprehendido, Juan Carlos Saldaña, ratificó que su cliente declaró que estuvo en la reunión con Rózsa, aunque eso a su criterio no sería un delito.

El coronel en retiro salió para establecer que fue tratado de buena manera y que respetaría la resolución de su aprehensión. “Quiero decirles a mis padres, a mi familia y mis hijos, que mantengan siempre la calma y la frente altiva, porque su padre, su hijo y su hermano siempre ha sido un hombre de bien y honrado”, aseveró.

Los benianos Josué Shriqui y Juan Carlos Suárez se presentaron, pero luego de unas horas quedaron en libertad.

Suárez envió representante a Santa Cruz

El ex prefecto del departamento de Beni, Ernesto Suárez, envió un representante en la reunión que tuvieron algunos líderes benianos en febrero del pasado año en el balneario Tapacaré, de acuerdo con una hipótesis del Ministerio Público.

El fiscal Marcelo Soza explicó que se tiene la sospecha de que un funcionario de la primera institución beniana fue enviado al encuentro para que participe en la charla con Eduardo Rózsa Flores, que sirvió para planificar el separatismo de la región.

“Se tiene la hipótesis de que probablemente el Prefecto de Beni hubiera enviado al señor Carlos Dellien Bause (a la reunión) como representación política”, aseveró el representante del Ministerio Público.

El operador de justicia mencionó, además, que la cita tuvo también como participantes al alcalde electo de Trinidad, Moisés Shriqui, el coronel en retiro Zoilo Salces y Hans Melgar, entre otros. La autoridad municipal trinitaria dará hoy su declaración informativa por el caso, mientras que Carlos Dellien Bause y Hans Melgar Villarroel tendrán que comparecer mañana en la Fiscalía de La Paz.

El Ministerio Público tiene previsto que los tres establezcan su grado de participación en la presunta planificación de la ampliación del plan separatista cruceño en Beni.

La próxima semana tendrán que dar su testimonio los siete miembros de la unidad de seguridad conformada por la logia Caballeros del Oriente, para brindar apoyo logístico al grupo irregular liderado por Eduardo Rózsa Flores.

La toma de declaraciones fue suspendida hace algunos días por las citaciones de algunos benianos supuestamente implicados con la célula terrorista de Rózsa.

Presidente de logia declarará en Santa Cruz

El fiscal Marcelo Soza determinó que tomará la declaración informativa del supuesto presidente de la logia Caballeros del Oriente, Ronald Castedo, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

El operador de justicia señaló que se tomó la resolución por el resultado de los exámenes médicos efectuados al sindicado, que establecieron la imposibilidad de que pueda ser trasladado a La Paz.

“La Fiscalía, velando siempre por los derechos y las garantías de cada una de las personas involucradas en la investigación, señalará día y hora para tomar la declaración del señor Castedo en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra”, aseveró.

El anuncio surgió a unas pocas horas de que el presunto líder de los logieros cruceños pidiera que se levante el cerco policial que se puso alrededor de su casa hace casi dos semanas.

Castedo fue mencionado en la declaración informativa del secretario de Cámara de la Corte Departamental Electoral de Santa Cruz, Marco Antonio Monasterio, quien aseguró que la logia Caballeros del Oriente tuvo contactos con Eduardo Rózsa Flores por medio de una unidad de seguridad que fue creada para colaborarle en sus actividades irregulares.

El grupo de apoyo habría sido conformado por instrucción del presidente de los logieros, Ronald Castedo, ‘Chacho’ Paz y otra persona todavía no identificada.

Texto y foto: Cambio

viernes, 23 de abril de 2010

Declaración de la Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático y los Derechos de Madre Tierra


Tiquipaya, BOLIVIA 22 abr (ABI).- La siguiente es la Declaración suscrita el jueves después de tres días de deliberaciones en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra,

ACUERDO DE LOS PUEBLOS

Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra

Hoy, nuestra Madre Tierra está herida y el futuro de la humanidad está en peligro.

De incrementarse el calentamiento global en más de 2º C, a lo que nos conduciría el llamado ?Entendimiento de Copenhague? existe el 50% de probabilidades de que los daños provocados a nuestra Madre Tierra sean totalmente irreversibles. Entre un 20% y un 30% de las especies estaría en peligro de desaparecer. Grandes extensiones de bosques serían afectadas, las sequías e inundaciones afectarían diferentes regiones del planeta, se extenderían los desiertos y se agravaría el derretimiento de los polos y los glaciares en los Andes y los Himalayas. Muchos Estados insulares desaparecerían y el África sufriría un incremento de la temperatura de más de 3º C. Asimismo se reduciría la producción de alimentos en el mundo con efectos catastróficos para la supervivencia de los habitantes de vastas regiones del planeta, y se incrementaría de forma dramática el número de hambrientos en el mundo, que ya sobrepasa la cifra de 1.020 millones de personas.

Las corporaciones y los gobiernos de los países denominados ?más desarrollados?, en complicidad con un segmento de la comunidad científica, nos ponen a discutir el cambio climático como un problema reducido a la elevación de la temperatura sin cuestionar la causa que es el sistema capitalista.

Confrontamos la crisis terminal del modelo civilizatorio patriarcal basado en el sometimiento y destrucción de seres humanos y naturaleza que se aceleró con la revolución industrial.

El sistema capitalista nos ha impuesto una lógica de competencia, progreso y crecimiento ilimitado. Este régimen de producción y consumo busca la ganancia sin límites, separando al ser humano de la naturaleza, estableciendo una lógica de dominación sobre ésta, convirtiendo todo en mercancía: el agua, la tierra, el genoma humano, las culturas ancestrales, la biodiversidad, la justicia, la ética, los derechos de los pueblos, la muerte y la vida misma.

Bajo el capitalismo, la Madre Tierra se convierte en fuente sólo de materias primas y los seres humanos en medios de producción y consumidores, en personas que valen por lo que tienen y no por lo que son.

El capitalismo requiere una potente industria militar para su proceso de acumulación y el control de territorios y recursos naturales, reprimiendo la resistencia de los pueblos. Se trata de un sistema imperialista de colonización del planeta.

La humanidad está frente a una gran disyuntiva: continuar por el camino del capitalismo, la depredación y la muerte, o emprender el camino de la armonía con la naturaleza y el respeto a la vida.

Requerimos forjar un nuevo sistema que restablezca la armonía con la naturaleza y entre los seres humanos. Sólo puede haber equilibrio con la naturaleza si hay equidad entre los seres humanos.
Planteamos a los pueblos del mundo la recuperación, revalorización y fortalecimiento de los conocimientos, sabidurías y prácticas ancestrales de los Pueblos Indígenas, afirmados en la vivencia y propuesta de ?Vivir Bien?, reconociendo a la Madre Tierra como un ser vivo, con el cual tenemos una relación indivisible, interdependiente, complementaria y espiritual.

Para enfrentar el cambio climático debemos reconocer a la Madre Tierra como la fuente de la vida y forjar un nuevo sistema basado en los principios de:

* armonía y equilibrio entre todos y con todo
* complementariedad, solidaridad, y equidad
* bienestar colectivo y satisfacción de las necesidades fundamentales de todos en armonía con la Madre Tierra
* respeto a los Derechos de la Madre Tierra y a los Derechos Humanos
* reconocimiento del ser humano por lo que es y no por lo que tiene
* eliminación de toda forma de colonialismo, imperialismo e intervencionismo
* paz entre los pueblos y con la Madre Tierra.

El modelo que propugnamos no es de desarrollo destructivo ni ilimitado. Los países necesitan producir bienes y servicios para satisfacer las necesidades fundamentales de su población, pero de ninguna manera pueden continuar por este camino de desarrollo en el cual los países más ricos tienen una huella ecológica 5 veces más grande de lo que el planeta es capaz de soportar. En la actualidad ya se ha excedido en más de un 30% la capacidad del planeta para regenerarse. A este ritmo de sobreexplotación de nuestra Madre Tierra se necesitarían 2 planetas para el 2030.

En un sistema interdependiente del cual los seres humanos somos uno de sus componentes no es posible reconocer derechos solamente a la parte humana sin provocar un desequilibrio en todo el sistema. Para garantizar los derechos humanos y restablecer la armonía con la naturaleza es necesario reconocer y aplicar efectivamente los derechos de la Madre Tierra.

Para ello proponemos el proyecto adjunto de Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra en el cual se consignan:

* Derecho a la vida y a existir;
* Derecho a ser respetada;
* Derecho a la continuación de sus ciclos y procesos vitales libre de alteraciones humanas;
* Derecho a mantener su identidad e integridad como seres diferenciados, auto-regulados e interrelacionados;
* Derecho al agua como fuente de vida;
* Derecho al aire limpio;
* Derecho a la salud integral;
* Derecho a estar libre de la contaminación y polución, de desechos tóxicos y radioactivos;
* Derecho a no ser alterada genéticamente y modificada en su estructura amenazando su integridad o funcionamiento vital y saludable.
* Derecho a una restauración plena y pronta por las violaciones a los derechos reconocidos en esta Declaración causados por las actividades humanas.

La visión compartida es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero para hacer efectivo el Artículo 2 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que determina ?la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropogénicas peligrosas para el sistema climático?. Nuestra visión es, sobre la base del principio de las responsabilidades históricas comunes pero diferenciadas, exigir que los países desarrollados se comprometan con metas cuantificadas de reducción de emisiones que permitan retornar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a 300 ppm y así, limitar el incremento de la temperatura media global a un nivel máximo de 1°C.

Enfatizando la necesidad de acción urgente para lograr esta visión, y con el apoyo de los pueblos, movimientos y países, los países desarrollados deberán comprometerse con metas ambiciosas de reducción de emisiones que permitan alcanzar objetivos a corto plazo, manteniendo nuestra visión a favor del equilibrio del sistema climático de la Tierra, de acuerdo al objetivo último de la Convención.

La ?visión compartida? para la ?Acción Cooperativa a Largo Plazo? no debe reducirse en la negociación de cambio climático a definir el límite en el incremento de la temperatura y la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, sino que debe comprender de manera integral y equilibrada un conjunto de medidas financieras, tecnológicas, de adaptación, de desarrollo de capacidades, de patrones de producción, consumo y otras esenciales como el reconocimiento de los derechos de la Madre Tierra para restablecer la armonía con la naturaleza.

Los países desarrollados, principales causantes del cambio climático, asumiendo su responsabilidad histórica y actual, deben reconocer y honrar su deuda climática en todas sus dimensiones, como base para una solución justa, efectiva y científica al cambio climático. En este marco exigimos a los países desarrollados que:

* Restablezcan a los países en desarrollo el espacio atmosférico que está ocupado por sus emisiones de gases de efecto invernadero. Esto implica la descolonización de la atmósfera mediante la reducción y absorción de sus emisiones.

* Asuman los costos y las necesidades de transferencia de tecnología de los países en desarrollo por la pérdida de oportunidades de desarrollo por vivir en un espacio atmosférico restringido.

* Se hagan responsables por los cientos de millones que tendrán que migrar por el cambio climático que han provocado y que eliminen sus políticas restrictivas de migración y ofrezcan a los migrantes una vida digna y con todos los derechos en sus países.

* Asuman la deuda de adaptación relacionadas a los impactos del cambio climático en los países en desarrollo proveyendo los medios para prevenir, minimizar y atender los daños que surgen de sus excesivas emisiones.

* Honren estas deudas como parte de una deuda mayor con la Madre Tierra adoptando y aplicando la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra en las Naciones Unidas.

El enfoque debe ser no solamente de compensación económica, sino principalmente de justicia restaurativa ? es decir restituyendo la integridad a las personas y a los miembros que forman una comunidad de vida en la Tierra.

Deploramos el intento de un grupo de países de anular el Protocolo de Kioto el único instrumento legalmente vinculante específico para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de los países desarrollados.

Advertimos al mundo que no obstante estar obligados legalmente las emisiones de los países desarrollados en lugar de reducir, crecieron en un 11,2% entre 1990 y 2007.

Estados Unidos a causa del consumo ilimitado aumentó sus emisiones de GEI en 16,8% durante el periodo 1990 al 2007, emitiendo como promedio entre 20 y 23 toneladas anuales de CO2 por habitante, lo que representa más de 9 veces las emisiones correspondientes a un habitante promedio del Tercer Mundo, y más de 20 veces las emisiones de un habitante de África Subsahariana.

Rechazamos de manera absoluta el ilegitimo ?Entendimiento de Copenhague?, que permite a estos países desarrollados ofertar reducciones insuficientes de gases de efecto invernadero, basadas en compromisos voluntarios e individuales, que violan la integridad ambiental de la Madre Tierra conduciéndonos a un aumento de alrededor de 4ºC.

La próxima Conferencia sobre Cambio Climático a realizarse a fines de año en México debe aprobar la enmienda al Protocolo de Kioto, para el segundo período de compromisos a iniciarse en 2013 a 2017 en el cual los países desarrollados deben comprometer reducciones domésticas significativas de al menos el 50% respecto al año base de 1990 sin incluir mercados de carbono u otros sistemas de desviación que enmascaran el incumplimiento de las reducciones reales de emisiones de gases de efecto invernadero.

Requerimos establecer primero una meta para el conjunto de los países desarrollados para luego realizar la asignación individual para cada país desarrollado en el marco de una comparación de esfuerzos entre cada uno de ellos, manteniendo así el sistema del Protocolo de Kioto para las reducciones de las emisiones.

Los Estados Unidos de América, en su carácter de único país de la Tierra del Anexo 1 que no ratificó el Protocolo de Kioto tiene una responsabilidad significativa ante todos los pueblos del mundo por cuanto debe ratificar el Protocolo de Kioto y comprometerse a respetar y dar cumplimiento a los objetivos de reducción de emisiones a escala de toda su economía.

Los pueblos tenemos los mismos derechos de protección ante los impactos del cambio climático y rechazamos la noción de adaptación al cambio climático entendida como la resignación a los impactos provocados por las emisiones históricas de los países desarrollados, quienes deben adaptar sus estilos de vida y de consumo ante esta emergencia planetaria. Nos vemos forzados a enfrentar los impactos del cambio climático, considerando la adaptación como un proceso y no como una imposición, y además como herramienta que sirva para contrarrestarlos, demostrando que es posible vivir en armonía bajo un modelo de vida distinto.

Es necesario construir un Fondo de Adaptación, como un fondo exclusivo para enfrentar el cambio climático como parte de un mecanismo financiero manejado y conducido de manera soberana, transparente y equitativa por nuestros Estados. Bajo este Fondo se debe valorar: los impactos y sus costos en países en desarrollo y las necesidades que estos impactos deriven, y registrar y monitorear el apoyo por parte de países desarrollados. Éste debe manejar además un mecanismo para el resarcimiento por daños por impactos ocurridos y futuros, por pérdida de oportunidades y la reposición por eventos climáticos extremos y graduales, y costos adicionales que podrían presentarse si nuestro planeta sobrepasa los umbrales ecológicos así como aquellos impactos que están frenando el derecho a Vivir Bien.

El ?Entendimiento de Copenhague? impuesto sobre los países en desarrollo por algunos Estados, más allá de ofertar recursos insuficientes, pretende en si mismo dividir y enfrentar a los pueblos y pretende extorsionar a los países en desarrollo condicionando el acceso a recursos de adaptación a cambio de medidas de mitigación. Adicionalmente se establece como inaceptable que en los procesos de negociación internacional se intente categorizar a los países en desarrollo por su vulnerabilidad al cambio climático, generando disputas, desigualdades y segregaciones entre ellos.

El inmenso desafío que enfrentamos como humanidad para detener el calentamiento global y enfriar el planeta sólo se logrará llevando adelante una profunda transformación en la agricultura hacia un modelo sustentable de producción agrícola campesino e indígena/originario, y otros modelos y prácticas ancestrales ecológicas que contribuyan a solucionar el problema del cambio climático y aseguren la Soberanía Alimentaria, entendida como el derecho de los pueblos a controlar sus propias semillas, tierras, agua y la producción de alimentos, garantizando, a través de una producción en armonía con la Madre Tierra, local y culturalmente apropiada, el acceso de los pueblos a alimentos suficientes, variados y nutritivos en complementación con la Madre Tierra y profundizando la producción autónoma (participativa, comunitaria y compartida) de cada nación y pueblo.

El Cambio Climático ya está produciendo profundos impactos sobre la agricultura y los modos de vida de los pueblos indígenas/originarios y campesinos del mundo y estos impactos se irán agravando en el futuro.

El agro negocio a través de su modelo social, económico y cultural de producción capitalista globalizada y su lógica de producción de alimentos para el mercado y no para cumplir con el derecho a la alimentación, es una de las causas principales del cambio climático. Sus herramientas tecnológicas, comerciales y políticas no hacen más que profundizar la crisis climática e incrementar el hambre en el planeta. Por esta razón rechazamos los Tratados de Libre Comercio y Acuerdos de Asociación y toda forma de aplicación de los Derechos de Propiedad Intelectual sobre la vida, los paquetes tecnológicos actuales (agroquímicos, transgénicos) y aquellos que se ofrecen como falsas soluciones (agrocombustibles, geoingeniería, nanotecnología, tecnología Terminator y similares) que únicamente agudizarán la crisis actual.

Al mismo tiempo denunciamos como este modelo capitalista impone megaproyectos de infraestructura, invade territorios con proyectos extractivistas, privatiza y mercantiliza el agua y militariza los territorios expulsando a los pueblos indígenas y campesinos de sus territorios, impidiendo la Soberanía Alimentaria y profundizando la crisis socioambiental.

Exigimos reconocer el derecho de todos los pueblos, los seres vivos y la Madre Tierra a acceder y gozar del agua y apoyamos la propuesta del Gobierno de Bolivia para reconocer al agua como un Derecho Humano Fundamental.

La definición de bosque utilizada en las negociaciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la cual incluye plantaciones, es inaceptable. Los monocultivos no son bosques. Por lo tanto, exigimos una definición para fines de negociación que reconozca los bosques nativos y la selva y la diversidad de los ecosistemas de la tierra.

La Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas debe ser plenamente reconocida, implementada e integrada en las negociaciones de cambio climático. La mejor estrategia y acción para evitar la deforestación y degradación y proteger los bosques nativos y la selva es reconocer y garantizar los derechos colectivos de las tierras y territorios considerando especialmente que la mayoría de los bosques y selvas están en los territorios de pueblos y naciones indígenas, comunidades campesinas y tradicionales.

Condenamos los mecanismos de mercado, como el mecanismo de REDD (Reducción de emisiones por la deforestación y degradación de bosques) y sus versiones y , que está violando la soberanía de los Pueblos y su derecho al consentimiento libre, previo e informado, así como a la soberanía de Estados nacionales, y viola los derechos, usos y costumbres de los Pueblos y los Derechos de la Naturaleza.

Los países contaminadores están obligados a transferir de manera directa los recursos económicos y tecnológicos para pagar la restauración y mantenimiento de los bosques y selvas, en favor de los pueblos y estructuras orgánicas ancestrales indígenas, originarias, campesinas. Esto deberá ser una compensación directa y adicional a las fuentes de financiamiento comprometidas por los países desarrollados, fuera del mercado de carbono y nunca sirviendo como las compensaciones de carbono (offsets). Demandamos a los países a detener las iniciativas locales en bosques y selvas basados en mecanismos de mercado y que proponen resultados inexistentes y condicionados. Exigimos a los gobiernos un programa mundial de restauración de bosques nativos y selvas, dirigido y administrado por los pueblos, implementando semillas forestales, frutales y de flora autóctona. Los gobiernos deben eliminar las concesiones forestales y apoyar la conservación del petróleo bajo la tierra y que se detenga urgentemente la explotación de hidrocarburos en las selvas.

Exigimos a los Estados que reconozcan, respeten y garanticen la efectiva aplicación de los estándares internacionales de derechos humanos y los derechos de los Pueblos Indígenas, en particular la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el Convenio 169 de la OIT, entre otros instrumentos pertinentes, en el marco de las negociaciones, políticas y medidas para resolver los desafíos planteados por el cambio climático. En especial, demandamos a los Estados a que reconozcan jurídicamente la preexistencia del derecho sobre nuestros territorios, tierras y recursos naturales para posibilitar y fortalecer nuestras formas tradicionales de vida y contribuir efectivamente a la solución del cambio climático.

Demandamos la plena y efectiva aplicación del derecho a la consulta, la participación y el consentimiento previo, libre e informado de los Pueblos Indígenas en todos los procesos de negociación así como en el diseño e implementación de las medidas relativas al cambio climático.

En la actualidad la degradación medioambiental y el cambio climático alcanzarán niveles críticos, siendo una de las principales consecuencias la migración interna así como internacional. Según algunas proyecciones en 1995 existían alrededor de 25 millones de migrantes climáticos, al presente se estima en 50 millones y las proyecciones para el año 2050 son de 200 a 1000 millones de personas que serán desplazadas por situaciones derivadas del cambio climático. Los países desarrollados deben asumir la responsabilidad sobre los migrantes climáticos, acogiéndolos en sus territorios y reconociendo sus derechos fundamentales, a través de la firma de convenios internacionales que contemplen la definición de migrante climático para que todos los Estados acaten sus determinaciones.

Constituir un Tribunal Internacional de Conciencia para denunciar, hacer visible, documentar, juzgar y sancionar las violaciones de los derechos de los(s) migrantes, refugiados(as) y desplazados en los países de origen, tránsito y destino, identificando claramente las responsabilidades de los Estados, compañías y otros actores.

El financiamiento actual destinado a los países en desarrollo para cambio climático y la propuesta del Entendimiento de Copenhague son ínfimos. Los países desarrollados deben comprometer un financiamiento anual nuevo, adicional a la Ayuda Oficial al Desarrollo y de fuente pública, de al menos 6% de su PIB para enfrentar el cambio climático en los países en desarrollo. Esto es viable tomando en cuenta que gastan un monto similar en defensa nacional y destinaron 5 veces más para rescatar bancos y especuladores en quiebra, lo que cuestiona seriamente sus prioridades mundiales y su voluntad política. Este financiamiento debe ser directo, sin condicionamiento y no vulnerar la soberanía nacional ni la autodeterminación de las comunidades y grupos más afectados.

En vista de la ineficiencia del mecanismo actual, en la Conferencia de México se debe establecer un nuevo mecanismo de financiamiento que funcione bajo la autoridad de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio Climático rindiendo cuentas a la misma, con una representación significativa de los países en desarrollo para garantizar el cumplimiento de los compromisos de financiamiento de los países Anexo 1.

Se ha constatado que los países desarrollados incrementaron sus emisiones en el periodo 1990 ? 2007, no obstante haber manifestado que la reducción se vería sustancialmente coadyuvada con mecanismos de mercado.

El mercado de carbono se ha transformado en un negocio lucrativo, mercantilizando nuestra Madre Tierra, esto no representa una alternativa para afrontar el cambio climático, puesto que saquea, devasta la tierra, el agua e incluso la vida misma.

La reciente crisis financiera ha demostrado que el mercado es incapaz de regular el sistema financiero, que es frágil e inseguro ante la especulación y la aparición de agentes intermediarios, por lo tanto, sería una total irresponsabilidad dejar en sus manos el cuidado y protección de la propia existencia humana y de nuestra Madre Tierra.

Consideramos inadmisible que las negociaciones en curso pretendan la creación de nuevos mecanismos que amplíen y promuevan el mercado de carbono toda vez que los mecanismos existentes nunca resolvieron el problema del Cambio Climático ni se transformaron en acciones reales y directas en la reducción de gases de efecto invernadero.

Es imprescindible exigir el cumplimento de los compromisos asumidos por los países desarrollados en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático respecto al desarrollo y transferencia de tecnología, así como rechazar la ?vitrina tecnológica? propuesta por países desarrollados que solamente comercializan la tecnología. Es fundamental establecer los lineamientos para crear un mecanismo multilateral y multidisciplinario para el control participativo, la gestión y la evaluación continua del intercambio de tecnologías. Estas tecnologías deben ser útiles, limpias, y socialmente adecuadas. De igual manera es fundamental el establecimiento de un fondo de financiamiento e inventario de tecnologías apropiadas y liberadas de derechos de propiedad intelectual, en particular, de patentes que deben pasar de monopolios privados a ser de dominio público, de libre accesibilidad y bajo costo.

El conocimiento es universal, y por ningún motivo puede ser objeto de propiedad privada y de utilización privativa, como tampoco sus aplicaciones en forma de tecnologías. Es deber de los países desarrollados compartir su tecnología con países en desarrollo, crear centros de investigación para la creación de tecnologías e innovaciones propias, así como defender e impulsar su desarrollo y aplicación para el vivir bien. El mundo debe recuperar, aprender, reaprender los principios y enfoques del legado ancestral de sus pueblos originarios para detener la destrucción del planeta, así como los conocimientos y prácticas ancestrales y recuperación de la espiritualidad en la reinserción del vivir bien juntamente con la Madre Tierra.

Considerando la falta de voluntad política de los países desarrollados para cumplir de manera efectiva sus compromisos y obligaciones asumidos en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Protocolo de Kioto, y frente a la inexistencia de una instancia legal internacional que prevenga y sancione todos aquellos delitos y crímenes climáticos y ambientales que atenten contra los derechos de la Madre Tierra y la humanidad, demandamos la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática y Ambiental que tenga la capacidad jurídica vinculante de prevenir, juzgar y sancionar a los Estados, las Empresas y personas que por acción u omisión contaminen y provoquen el cambio climático.

Respaldar a los Estados que presenten demandas en la Corte Internacional de Justicia contra los países desarrollados que no cumplen con sus compromisos bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Protocolo de Kioto incluyendo sus compromisos de reducción de gases de efecto invernadero.

Instamos a los pueblos a proponer y promover una profunda reforma de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para que todos sus Estados miembros cumplan las decisiones del Tribunal Internacional de Justicia Climática y Ambiental.

El futuro de la humanidad está en peligro y no podemos aceptar que un grupo de gobernantes de países desarrollados quieran definir por todos los países como lo intentaron hacer infructuosamente en la Conferencia de las Partes de Copenhague. Esta decisión nos compete a todos los pueblos. Por eso es necesaria la realización de un Referéndum Mundial, plebiscito o consulta popular, sobre el cambio Climático en el cuál todos seamos consultados sobre: el nivel de reducciones de emisiones que deben hacer los países desarrollados y las empresas transnacionales; el financiamiento que deben proveer los países desarrollados; la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática; la necesidad de una Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra y; la necesidad de cambiar el actual sistema capitalista.

El proceso del Referéndum Mundial, plebiscito o consulta popular será fruto de un proceso de preparación que asegure el desarrollo exitoso del mismo.

Con el fin de coordinar nuestro accionar internacional e implementar los resultados del presente ?Acuerdo de los Pueblos? llamamos a construir un Movimiento Mundial de los Pueblos por la Madre Tierra que se basará en los principios de complementariedad y respeto a la diversidad de origen y visiones de sus integrantes, constituyéndose en un espacio amplio y democrático de coordinación y articulación de acciones a nivel mundial.

Con tal propósito, adoptamos el plan de acción mundial adjunto para que en México los países desarrollados del Anexo 1 respeten el marco legal vigente y reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 50 % y se asuman las diferentes propuestas contenidas en este Acuerdo.

Finalmente, acordamos realizar la 2ª Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra en el 2011 como parte de este proceso de construcción del Movimiento Mundial de los Pueblos por la Madre Tierra y para reaccionar frente a los resultados de la Conferencia de Cambio Climático que se realizará a fines de año en Cancún, México.

Texto: ABI
Imagen: embajadabolivia.ec

jueves, 22 de abril de 2010

Los falsos debates mediáticos


Por Gisela López Rivas

La prensa boliviana, sobre todo la televisiva, con hincapié en la masiva, ya lleva más de 15 días con el falso debate matemático para demostrar que el MAS –sobre todo Evo Morales- perdió en las elecciones del 4 de abril. El jueguito del millón de votos menos que obtuvo el MAS es el argumento más utilizando por los periodistas y grandes analistas mediáticos empeñados en hacer ver como perdedor al líder más popular de la historia boliviana.

La obsesión anti-Evo los ha enceguecido a tal grado que siguen sumando y restando en los set de televisión para convencer al ciudadano-soberano, que Evo perdió. Millón más, millón menos, el partido del Presidente ha consolidado 6 de las 9 gobernaciones en Bolivia, número de lejos superior en relación a la anterior y primera elección de prefectos.

Como la idea es forzar el análisis para que Evo aparezca perdedor, comparan los resultados electorales del 4 de abril con los de diciembre del año pasado, cuando no elegimos ni prefecto ni gobernador, sino PRESIDENTE. Cuando elegimos prefecto fue en 2005, elecciones en las que el MAS resultó minoría con sólo 3 prefecturas (Chuquisaca, Oruro y Potosí) frente a una oposición que acaparó las de La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Tarija, Beni y Pando y de esa elección parió la “media luna”. Cinco años después, en 2010, la “media luna” no existe, a pesar de que se quiere hacer ver al MAS y a Evo como los grandes perdedores.

En todo caso, la comparación matemática podría extenderse máximo hasta el año 2008, cuando se realizó el Referéndum Revocatorio y se puso a prueba del voto ciudadano a los prefectos del país y al mismo Presidente. Dejemos de lado la comparación de los votos de Evo Morales y sigamos comparando las realidades políticas departamentales que, matemáticamente también, demuestran la pérdida de poder de la oposición, ya que en agosto de 2008 el pueblo les revocó a los prefectos de La Paz y Cochabamba.

El jueguito del millón de votos menos es un blef mediático, distractivo y superficial, ya que ese millón que supuestamente perdió Evo entre diciembre de 2009 y abril de 2010 también lo ganó en la comparación real de las dos únicas elecciones departamentales, primero para prefectos y luego para gobernadores, que hemos tenido en la historia boliviana.

Es tan desesperada la posición periodística-mediática por demostrar que el 4 de abril Evo perdió que se ha empezado a inflar resultados de otras organizaciones políticas, como la del MSM, ante la ratificada desaparición de los partidos políticos tradicionales. La desesperación les lleva a plantear candidaturas presidenciales sobre caudales electorales irrisorios y liderazgos cansados. Es decir, nada nuevo, sino más de lo mismo, de los que antes se aliaron con otros gobiernos como el de Carlos Mesa, luego con el mismo MAS y ahora, los medios y la prensa, los exhiben como “alternativos”.

Algo, cualquier cosa, hay que inventar para desinflar ese fenómeno político que se llama Evo.

Achacachi, que hasta hace poco nomás, estos mismos medios de comunicación y este mismo periodismo estigmatizó como “un pueblo de carniceros” y mostró repetidas veces cómo degollaban un perro, hoy lo muestran como el ejemplo de la rebelión contra Evo. Ahora, Achacachi “es un pueblo democrático” y “se ha liberado del dedazo”.

Programas de televisión extensos se dedican a esta “forma” de hacer periodismo que raya en la superficialidad insultante de este noble oficio que, en Bolivia y el mundo entero, ha perdido precisamente esa cualidad: la nobleza.

Hasta ayer, la cantaleta mediática era el millón de votos menos del Presidente. A partir de hoy es la “mesa 18” de uno de los eventos más importantes del planeta, aquella mesa que no aparece en la lista oficial, aquella que, como en todo evento internacional de esta naturaleza, siempre se instala, al margen de lo oficial, pero con mucha riqueza, con mucha convicción, con demasiado compromiso, etc. Puede ser la 18, 19, 20 o más. Todas las que sean necesarias para presionar para que el planeta no siga siendo destruido. Pero el periodismo no cuadra en la intencionalidad de esa política de los luchadores de siempre que montan mesas extraoficiales, contracumbres, etc. para visibilizar posiciones ciudadanas que, en la mayoría de veces, no está en las agendas oficiales.

No sé si por ignorancia o por línea política, el periodismo no comprende que pueblos como Achacachi, donde perdió el MAS, o Charagua, donde sucedió lo mismo, no son –precisamente- orgánicos militantes del partido de Gobierno para votar siempre por él. Han sido, y está visto que seguirán siendo, ALIADOS coyunturales de un liderazgo con el que, en determinadas etapas, se identifican y se unen, pero en otras se distancian y hasta lo cuestionan. Hecho que, desde nuestro punto de vista, es saludable en la democracia.

Lo que pasó en Achacachi, Charagua y otras comunidades indígenas donde el MAS no ganó este abril, es una prueba más de la autonomía que tienen estos pueblos de tomar decisiones al margen de cualquier consigna partidista. Es una prueba más para desbaratar esa otra cantaleta mediática de que el MAS y/o el Presidente “maneja a sus movimientos sociales”.

Y lo que está debatiendo el sistema mediático, en valiosísimos espacios, millonarios minutos y costosos rollos de papel, son trivialidades periodísticas de la superficialidad de la política. El fondo de este proceso es otro, vinculado –por ejemplo- a la autonomía que están ejerciendo los pueblos y que gana terreno silenciosamente. Pero el periodismo no lo entiende. No se han tomado la molestia, por ejemplo, de analizar el hecho histórico de que cinco indígenas del departamento cruceño estarán presentes en la Asamblea Departamental para tomar decisiones políticas a favor de la región y de sus intereses comunitarios, comunidades que incluso son vulnerables de desaparecer y ahora, gracias a este gran avance democrático, les permitirá tener la oportunidad de “salvarse”, si es que lo hacen bien, por supuesto. Esa presencia indígena en los legislativos departamentales se extiende también en otras regiones.

La crítica, la autocrítica y el análisis están ausentes de las pantallas y de los diarios. La mayoría está siendo utilizada para lanzar los misiles contra el “perdedor” que, en realidad, sigue siendo el ganador.

Texto: Aporte EVL
Foto: achacachi.gov.bo

Evo Morales y la homosexualidad


Pascual Serrano

Vaya bronca que le han montado a Evo Morales por un fragmento de su discurso en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, celebrada ayer en Cochabamba. Los medios le han acusado de homófobo tomando textos de agencia. El País titulaba “Evo Morales atribuye la homosexualidad y la calvicie a los transgénicos” y Público “Morales culpa a los transgénicos de la homosexualidad y la calvicie”. Incluso El País recogía la reacción de un portavoz de la Confederación Española de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (COLEGAS) que “ha exigido una rectificación pública al presidente de Bolivia y ha anunciado que transmitirá su malestar a la embajada del país en España”. "Este tipo de afirmaciones sin base científica alguna, son además de insidiosas y falaces, un mensaje de odio y rechazo a la población homosexual, sobre todo cuando quien las hace es el presidente de un país", declaró un representante de Colegas.

El presidente de Bolivia estaba hablando sobre los pollos criados de forma intensiva en granjas, y afirmó textualmente: "El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres". Como se puede apreciar no nombró la palabra homosexualidad. Es más, yo entiendo que por desviación pretendía referirse -quizás sin utilizar el vocablo más adecuado- a disfunción o esterilidad, de todos es sabido que la concentración de espermatozoides ha disminuido en el semen de los hombres de los países desarrollados. O quizás se refería a la alternación del proceso de maduración sexual de los niños debido a esas hormonas. Es curioso que quienes acusan a Evo Morales de homófobo sean los que han relacionado desviación con homosexualidad. ¿Por qué el portavoz del colectivo Colegas se da por aludido cuando escucha la palabra desviación si nadie estaba hablando de homosexualidad?

Es oportuno recordar la sintonía entre el colectivo Colegas y el Partido Popular, así como los servicios prestados por esta organización para atacar a la revolución cubana. En enero de 2008 Colegas coordinó, con fondos de la Comunidad de Madrid y el apoyo del Partido Popular, unas jornadas denominadas "Cuba: Revolución y Homosexualidad". El 4 de noviembre de 2009, Colegas emitió en Madrid un comunicado de prensa en la que denunciaba el supuesto arresto de seis homosexuales cubanos, además de una cifra de miles de detenciones similares entre 2007 y 2008. Fueron los propios gays y lesbianas de Cuba quienes mediante un comunicado del Centro de Educación Sexual de Cuba desmintieron esa información. La relación de Colegas con el Partido Popular es de sobra conocida, en junio de 2009, la asociación firmó un contrato-programa con el PP de Sevilla de cara a las elecciones de 2011, y que contemplaba también el rechazo a la Cabalgata del Orgullo Gay que esta ciudad, gobernada por el PSOE e IU, celebraba ese año por primera vez con financiación municipal.

Con independencia del mayor o menor rigor científico de Evo Morales, creo, sinceramente, que los ciegos intentos por desprestigiar a un líder campesino e indígena desde nuestro etnocentrismo ha llevado a periodistas y algún miembro del colectivo homosexual a ver gigantes donde sólo había molinos.

Texto: pascualserrano.net
Foto: vello.vieiros.com

Declaración de la Mesa 18 de la Conferencia Mundial de los Pueblos por el Cambio Climático


Esta mesa convocada por el CONAMAQ representa a los pueblos del mundo. La Mesa N. 18 se constituyó como un espacio necesario de reflexión y denuncia en el marco de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, a fin de profundizar la lectura sobre los efectos locales del capitalismo industrial global. Asumimos la responsabilidad de cuestionar a los regímenes latinoamericanos denominados populares y a la lógica depredadora y consumista, la lógica de la muerte del desarrollismo y del neo extractivismo.

Las distintas intervenciones contribuyeron a establecer las contradicciones del proceso y aportar juntos propuestas para fortalecer el camino hacia el buen vivir.

La Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra es una demostración del magnetismo que ha despertado este proceso. Para garantizar que este proceso se profundice y se extienda como un ejemplo alentador a todo el continente y a los pueblos del mundo, es necesario visibilizar las contradicciones existentes, reflejadas en los conflictos socioambientales.

Estas contradicciones son el resultado de la no aplicación de los principios mencionados. Esta mesa se propone contribuir a activar mecanismos de lucha coordinada en apoyo a este proceso.

Las organizaciones sociales y populares y comunidades indígenas originarias campesinas de Latinoamérica y del resto del mundo, reunidas en Tiquipaya los días 20 y 21 de abril de 2010 en el marco del desarrollo de la Mesa Nº 18 con el propósito de definir las bases para la implementación del Nuevo Modelo de Gestión de los Recursos Naturales para revertir el Modelo de Producción Capitalista aún imperante en Latinoamérica, que radica en el desarrollo industrial y la consolidación de las transnacionales, fundado en la propiedad privada, el lucro individual y el consumismo, aspectos que han sido puestos en tela de juicio por las naciones y pueblos de América Latina. Los planes de desarrollo de estos gobiernos, entre ellos el boliviano, sólo reproducen el esquema desarrollista del pasado.

En este sentido, para enfrentar el cambio climático la humanidad debe encontrarse con sus raíces culturales colectivas comunitarias; eso significa construir una sociedad basada en la propiedad colectiva y en el manejo comunitario y racional de los recursos naturales, en la cual los pueblos decidan de manera directa el destino de la riqueza natural de acuerdo a sus estructuras organizativas, a su autodeterminación, sus normas y procedimientos propios y su visión de manejo integral de sus territorios.

La historia nos enseña que sólo hay un camino efectivo para transformar la sociedad y para construir una alternativa socialista al capitalismo: la movilización social permanente y la articulación de nuestras luchas.

RESOLVEMOS:

PRIMERO.- Repudiamos al imperialismo, a las transnacionales y a los gobiernos del denominado progresismo latinoamericano que impulsan proyectos de energía y mega infraestructura de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) en todos los territorios latinoamericanos -especialmente territorios indígenas y áreas protegidas- diseñados por bancos, empresarios y constructores privados con una visión neoliberal y explotadora.

SEGUNDO.- Exigimos cambiar el modelo de pseudo desarrollo que privilegia las exportaciones de materias primas. Se plantea avanzar en la construcción de alternativas que estén en función de los intereses de los pueblos, privilegiando la equidad, la solidaridad y la complementariedad.

TERCERO.- Pedimos concertar y construir un modelo de gestión racional de los Recursos Naturales acorde a la filosofía, cultura y usos y costumbres de los pueblos, que se sustenta en un modelo social y comunitario respetuoso de los Derechos de la Madre Tierra, Pachamama, Gaia...

CUARTO.- Ante la falta de voluntad política de los gobiernos del mundo, las organizaciones sociales y campesinas exigimos la facultad de definir un nuevo modelo de gestión y control directo del patrimonio natural. El control directo de los trabajadores del campo y de la ciudad impongan políticas de gestión de la biodiversidad en función de las necesidades de los y no de la dependencia de nuestros países.

QUINTO.- Pedimos a los Estados respetar y hacer cumplir los derechos indígenas aprobada por la ONU gracias a la lucha de las organizaciones indígenas originarias campesinas. Exigimos la derogación de las normas legales que criminalizan las luchas sociales en defensa de los territorios comunitarios, y que se sancione a los gobiernos criminales.

SEXTO.- Hacer pública la necesidad de eliminar el latifundio, la biopiratería y el agronegocio; y recuperar el conocimiento ancestral de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos del mundo; la promoción de la producción ecológica, y la reproducción del modelo comunitario, las capacidades de reproducción del bosque y la biodiversidad, para hacer frente al Cambio Climático.

SEPTIMO.- Exigimos la reversión y la expulsión de las corporaciones transnacionales, de algunas ONGs que apoyan los proyectos de dichas corporaciones, y de medios de comunicación que propagandizan el saqueo y vulneran los derechos colectivos. Exigimos la reposición de los bienes naturales depredados y usurpados. Planteamos la suspensión de toda actividad, obra o proyecto extractivo responsable y causante del Cambio Climático, del desplazamiento de poblaciones de sus territorios, y de las afectaciones socioambientales en territorios de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos del mundo.

OCTAVO.- Exigimos el cumplimiento de los derechos colectivos vulnerados en los conflictos socioambientales en los siguientes casos: Corocoro - Jacha Suyu Pakajaqi, Lliquimuni - Pueblo Indígena Mosetén - San Cristobal - FRUTCAS Sudoeste de Potosí - Mutún - Chiquitanía Pantanal, TIPNIS - CONISUR, Cuenca Huanuni, Lago Poopo, Río Desaguadero, Cañadón Antequera, Consejo de Capitanes Guaranis Tarija, Charagua Norte - Asamblea del Pueblo Guaraní de Charagua Norte - represa del Río Madera en Brasil y Bolivia - lucha por la propiedad comunitaria de la tierra, MST Bolivia y movimiento campesino de Córdova, Argentina - Justicia para los pueblos campesinos indígena originarios masacrados en Porvenir, Pando, el 11 de septiembre de 2008 - contaminación minera en Potosí - deforestación y minería en Guarayos - minería en Nor Chichas - casos Andalgalá en Catamarca y San Juan en Argentina - conflictos forestales en el territorio Mapuche, y otros casos nacionales e internacionales (ver anexo), a los cuales brindamos plena solidaridad en su lucha.

NOVENO.- Todos estos puntos se constituyen en el mandato de los pueblos reunidos en la Mesa 18 -promovido por el Consejo de Ayllus y Markas del Qollasuyu y otras organizaciones sociales del mundo- los cuales deben ser de cumplimiento vinculante por todos los Estados que aprovechan los bienes de la Madre Tierra.

ES DADO EN TIQUIPAYA A LOS 21 DÍAS DEL MES DE ABRIL DE 2010
POR LA DEFENSA DE NUESTROS DERECHOS, NUESTROS TERRITORIOS Y LOS DERECHOS DE LA MADRE TIERRA

Texto: Bolpress
Foto: derechoshumanosbolivia.org

Historia del cambio climático


Ramón Rocha Monroy

¿Por qué el hombre depreda la naturaleza? ¿Qué procesos mentales le inducen a enfrentarse con ella y a dominarla? Esa es la herencia que recibimos de Occidente con el colonialismo. Para Occidente, el hombre es el centro del universo, es la medida de todas las cosas, es el sujeto que conoce y obra para dominar a la naturaleza, transformarla, usarla y abusarla. Para las culturas andinas, el cosmos es el centro del universo, la Pachamama es la medida de todas las cosas, y el ser humano es apenas una partícula de ese gran Todo, con el cual debe vivir en armonía. El hombre occidental, como sujeto, es el hombre blanco, letrado, constructor de una cultura, propietario, elector, heterosexual; los seres humanos que tienen atributos contrarios no son sujetos, son objetos de conocimiento: la mujer, los hombres de color, los analfabetos, la naturaleza, los hombres que no han transformado a la naturaleza, los desposeídos, los no electores, los homosexuales y lesbianas.

Este proceso mental comenzó con el filósofo francés Renato Descartes. Él estableció esta diferencia sujeto/objeto, que es la base del pensamiento de Occidente, de la depredación de la naturaleza, del colonialismo y del sometimiento del otro, el hombre y la mujer de color, los iletrados, los desposeídos, las minorías sexuales.

Esta semilla mental ha sido la gran impulsora de la inteligencia técnica antes que de la inteligencia social; en ella hay que buscar la transformación agresiva de la naturaleza propia de la Revolución Industrial, del capitalismo, del colonialismo y del imperialismo, los excesos de la modernidad y postmodernidad; pero esa semilla mental está también presente en el pensamiento liberador occidental. Marx, Engels, Lenin son tributarios de ella porque para ellos lo más importante para la liberación de la humanidad era el desarrollo de las fuerzas productivas, el mito de la productividad común al capitalismo y al socialismo. Por esta razón, uno no sabe cuál de los sistemas fue más depredador de la naturaleza, si el capitalismo salvaje que se ensañó con las colonias, o el socialismo, que subordinó las economías locales, tradicionales, a la industrialización forzosa.

El resultado salta a la vista con el calentamiento global, que es producto del excesivo dominio y explotación del hombre sobre la naturaleza; y el remedio también es claro: es la restitución de la vieja concepción andina, para volver cada elemento a su sitio: el cosmos, la Pachamama, como centro del universo, y el ser humano como su tributario.

Para Bolivia y, especialmente, para Cochabamba, es un privilegio histórico propagar este principio en un evento planetario; hacer ver que no se necesita ser comunista o socialista para percibir que el actual depredador más grande de la naturaleza es el capitalismo salvaje; no el emprendimiento del capitalista productor de mercancías útiles, de alimentos, de valores de uso, sino del especulador financiero, del especulador alimentario que compra tierras para sembrar productos transgénicos, pero no para aliviar el hambre de la humanidad, sino para venderlos como materia prima de biocombustibles o para alimento del ganado, que produce más ganancias frente a la necesidad de dar alimento a los hambrientos.

Lo que se gesta este mes de abril en Cochabamba es la verdadera gran revolución liberadora de la humanidad: la restitución del concepto de vivir bien, con el cosmos en su lugar y el hombre en su lugar viviendo ambos en plena armonía, que es la base de la armonía entre las culturas. Es la superación del mito de la productividad occidental, que produce y produce sólo para especular y concentrar la riqueza, y no para producir valores de uso. Es la verdadera liberación del ser humano que crea condiciones para vivir y no para acumular, para distribuir y no para acaparar, para intercambiar con solidaridad, complementariedad y reciprocidad, y no con el sordo sentido de competencia del mercado occidental. Estos temas tendrán un peso sustancial en la agenda electoral de todos los pueblos y gobiernos del mundo.

Texto y foto: Bolpress
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