Santa Cruz / El Deber.- El húngaro Tibor Révész, líder de la Guardia Magyar o Legión Siculi y que estuvo alojado en el hotel Santa Cruz entre el 11 de diciembre y el 11 de enero, vino a Bolivia para entrenar a un grupo de 16 extranjeros que habían sido reclutados a través de internet. El taller se desarrolló entre el 1 y 12 de diciembre.
Révész colgó un afiche en varias páginas web en el que ofrecía un curso en Hungría, pero para mayor información los redireccionaba a www.cahil.tk. Allí se encontraban mayores datos de la “operación en Bolivia”, para la cual los postulantes debían enviar su hoja de vida y aportar 2.550 euros para pasajes y gastos en munición.
En la página http://www.online-peticiok.info, ligada a la legión Szekler, aún se puede leer el mensaje: “Hola a todos los que se han suscrito al boletín legión. Yo no suelo molestarlos mucho, pero en esta ocasión haré una excepción. Un amigo ha sido llamado a su patria para la protección de Santa Cruz de la Sierra. Cualquier persona que siente que técnica y físicamente está preparada para ayudar, envíe un currículum vitae a info@cahil.tk”.
Hay testimonios de al menos dos familias cuyos hijos llegaron a Bolivia para este curso. Las madres de Micheal Dwyer (muerto junto con Eduardo Rózsa y Árpád Magyarosi en el hotel Las Américas el 16 de abril) y de Gábor Dudog aseguraron que sus hijos vinieron para un curso de guardaespaldas profesionales, como los que impartía Révész en Hungría e Irlanda. Todos ya habían trabajado juntos en el grupo de Control de Riesgos de la petrolera Shell.
La madre de Gábor aporta más datos. Su hijo regresó a Hungría el 26 de marzo, tras cinco meses de ausencia. Eso lo sitúa en Bolivia en noviembre, justo cuando la familia de Elöd Tóásó asegura que llegó a Bolivia (salió de Hungría el 11 de noviembre). También se conoció que las personas que recibieron el entrenamiento fueron 16, no sólo porque ése era el cupo máximo descrito en el cartel, sino porque además Dwyer dijo en su casa que viajaría como parte de esa cantidad de personas a un curso en Bolivia.
Para la comisión de la Cámara de Diputados que investiga el hecho, Révész estaba por encima de Rózsa, pero según los datos aportados por internet o de las páginas web, Tibor parece más un “proveedor de servicios”. Es más, dentro de la Guardia Magyar o Legión Siculi, él es el líder militar, mientras que otros figuran como los que dan el peso ideológico. El presidente de la comisión de Diputados, César Navarro, ligó a Révész y Dwyer con la CIA estadounidense porque ambos trabajaron para una compañía que brinda seguridad en Kuwait. Sin embargo, ambos trabajaron para una empresa de seguridad reconocida en Europa con especialidad en empresas petroleras.
En el sitio www.cahil.tk se puede ver que Révész daba talleres de manera continua, al menos uno por mes con costos altos (2.500 euros por persona, en grupos de 16 miembros). Además tenía una selección de personal a la que denominaba “Compañía Charly”, a la que reunió en febrero pasado para un curso gratuito para el cual sólo era necesario pagarse los pasajes.
Otro dato que confirma el entrenamiento militar en la ciudad de Santa Cruz es que Rózsa dijo a sus contactos locales que ya han declarado que un grupo de 16 personas llegaría para apoyarlo.
El supuesto líder del presunto grupo irregular pudo haber retenido en Bolivia a Gábor y a Daniel Gáspár, que volvieron a su natal Hungría en marzo.
La forma de retenerlos en el país y de controlarlos también era una seña de identidad de Rózsa: quitarles los pasaportes. Según publicó el diario El País de Madrid, en 1992, Rózsa, entonces acusado de mandar a ejecutar a un periodista suizo en Croacia, tenía la regla de retener los pasaportes de todos los soldados que se integraban a la Brigada Internacional de Voluntarios, que comandaba en la Guerra de los Balcanes. Patrullar con dicho documento era poco menos que un delito.
Intentó afiliarse a la Falange
Eduardo Rózsa Flores intentó inscribirse a la Falange Socialista Boliviana, así lo confirman Jorge Santistevan, líder de este partido y primo de Rózsa, y Juan Líder Paz, miembro del Tribunal de Honor de la FSB. Según contó “Cabo” Paz en el programa Que no me pierda, Rózsa visitó varias veces las oficinas de la Falange situadas en la calle Moldes y le comentó que cuando estaba sitiada Santa Cruz sólo vio a la FSB salir en la televisión ofreciéndose para asumir la defensa de la ciudad.
Reck niega que acreditó a Mones
La periodista y analista política cruceña Centa Reck, a través de un comentario publicado en el sitio electrónico www.hoybolivia.com, negó haber acreditado como reporteros de La Estrella del Oriente, que dirige, a los argentinos Jorge Mones Ruiz, sindicado de ser uno de los “carapintadas”, y a Liliana Raffo, quienes investigaron entre marzo y abril la matanza de Pando por encargo de la Unión de Organizaciones Democráticas de América (UnoAmérica).
Reck sostuvo en esa columna que ambos “son conocidos como personas de bien, ocupados por el esclarecimiento de violaciones de derechos humanos, que vinieron de manera abierta a realizar su tarea humanitaria, que usaron sus documentos de identidad”.
“Por lo tanto, es una infame mentira decir (…) que a Liliana Raffo, que visitó al prefecto Leopoldo Fernandez (…), se le franqueó el paso en el penal cuando presentó una credencial de La Estrella del Oriente. Esto es falso y nos lleva a inferir que si el Gobierno es capaz de mentir en pequeñeces, es entonces absolutamente probable que miente el doble y el triple y que con toda seguridad comete injurias y perjurios en los grandes e importantes temas del país”.
Reck negó además “haber sido vista en Santa Cruz” con Mones Ruiz, aunque admitió haber asistido a la conferencia de prensa ofrecida en la sede de la Federación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Santa Cruz (FSTPSC) y en la que expuso las conclusiones de la inadagación sobre los hechos de Filadelfia, Porvenir y Cobija, entre el 11 y el 15 de septiembre del año pasado, y haber participado en reuniones de UnoAmérica en las que estuvo el ex mayor del Ejército argentino Mones Ruiz.
Los “carapintadas” fueron vinculados a la presunta célula terrorista, pues Mones Ruiz pudo haberse reunido el 1 de abril con Eduardo Rózsa Flores, ocasión en la que el ex militar le ofreció 14 hombres para sumarse a la milicia liderada por el boliviano-croata-húngaro, según declaró el viernes Ignacio Villa Vargas, alias el “Viejo”, a la comisión multipartidaria de la Cámara Baja que investiga el caso.
La madrugada del jueves 16 de abril, en el hotel Las Américas, de Santa Cruz de la Sierra, tres integrantes de la milicia fueron abatidos por la Policía: Rózsa Flores, el rumano Árpád Magyarosi y el irlandés Micheal Dwyer, en tanto que fueron aprehendidos con vida el boliviano-croata Mario Tádic y el húngaro Elöd Tóásó.
Habla la hermana de Tóásó
—¿Cómo supo lo sucedido en el hotel Las Américas?
—La noche del 16 de abril escuché en la Tv que en Santa Cruz asesinaron tres personas y capturaron a otras dos. Entre ellos se hallaban cuatro húngaros. Inmediatamente tuve el presentimiento de que Elöd estaba entre ellos, porque en Santa Cruz viven muy pocos húngaros. Enseguida quise contactarme con él, pero no lo logré. En ese momento ya tenía la seguridad de que Elöd se encontraba entre ellos. Empecé a suplicar a la Santa Madre que acompañe a mi hermano, porque yo sentí que él estaba vivo. No sé cómo, pero lo sabía. Toda la noche estuvimos despiertos, escuchando noticias, y en la mañana ya supimos quiénes fueron las víctimas.
—¿Ha tenido contacto con él?
—Unos días después del arresto logré hablar con Elöd gracias a la ayuda de la Orden de los Caballeros de Malta. Me puse muy feliz al saber que estaba vivo y al escuchar su voz. Por el momento, logramos comunicarnos dos veces. Los abogados están convencidos de que Elöd es inocente y que no hizo nada. Están haciendo todo lo posible para descubrir la verdad.
—¿Ha estado en contacto con la familia de Magyarosi?
—Nos contactamos con la familia, les di mis condolencias y ellos nos aseguraron su apoyo. Esa familia está destrozada; no es para menos, perdieron a su amado hijo en circunstancias poco claras.
Investigación
La Fiscalía busca establecer las conexiones políticas que el grupo sostenía en Bolivia.
Se espera que el informe de la UIF sobre los movimientos bancarios dé mayores pistas.
El Fiscal convocó al líder de Human Rights Foundation a declarar.
Foto y texto: La Prensa - Bolivia
Révész colgó un afiche en varias páginas web en el que ofrecía un curso en Hungría, pero para mayor información los redireccionaba a www.cahil.tk. Allí se encontraban mayores datos de la “operación en Bolivia”, para la cual los postulantes debían enviar su hoja de vida y aportar 2.550 euros para pasajes y gastos en munición.
En la página http://www.online-peticiok.info, ligada a la legión Szekler, aún se puede leer el mensaje: “Hola a todos los que se han suscrito al boletín legión. Yo no suelo molestarlos mucho, pero en esta ocasión haré una excepción. Un amigo ha sido llamado a su patria para la protección de Santa Cruz de la Sierra. Cualquier persona que siente que técnica y físicamente está preparada para ayudar, envíe un currículum vitae a info@cahil.tk”.
Hay testimonios de al menos dos familias cuyos hijos llegaron a Bolivia para este curso. Las madres de Micheal Dwyer (muerto junto con Eduardo Rózsa y Árpád Magyarosi en el hotel Las Américas el 16 de abril) y de Gábor Dudog aseguraron que sus hijos vinieron para un curso de guardaespaldas profesionales, como los que impartía Révész en Hungría e Irlanda. Todos ya habían trabajado juntos en el grupo de Control de Riesgos de la petrolera Shell.
La madre de Gábor aporta más datos. Su hijo regresó a Hungría el 26 de marzo, tras cinco meses de ausencia. Eso lo sitúa en Bolivia en noviembre, justo cuando la familia de Elöd Tóásó asegura que llegó a Bolivia (salió de Hungría el 11 de noviembre). También se conoció que las personas que recibieron el entrenamiento fueron 16, no sólo porque ése era el cupo máximo descrito en el cartel, sino porque además Dwyer dijo en su casa que viajaría como parte de esa cantidad de personas a un curso en Bolivia.
Para la comisión de la Cámara de Diputados que investiga el hecho, Révész estaba por encima de Rózsa, pero según los datos aportados por internet o de las páginas web, Tibor parece más un “proveedor de servicios”. Es más, dentro de la Guardia Magyar o Legión Siculi, él es el líder militar, mientras que otros figuran como los que dan el peso ideológico. El presidente de la comisión de Diputados, César Navarro, ligó a Révész y Dwyer con la CIA estadounidense porque ambos trabajaron para una compañía que brinda seguridad en Kuwait. Sin embargo, ambos trabajaron para una empresa de seguridad reconocida en Europa con especialidad en empresas petroleras.
En el sitio www.cahil.tk se puede ver que Révész daba talleres de manera continua, al menos uno por mes con costos altos (2.500 euros por persona, en grupos de 16 miembros). Además tenía una selección de personal a la que denominaba “Compañía Charly”, a la que reunió en febrero pasado para un curso gratuito para el cual sólo era necesario pagarse los pasajes.
Otro dato que confirma el entrenamiento militar en la ciudad de Santa Cruz es que Rózsa dijo a sus contactos locales que ya han declarado que un grupo de 16 personas llegaría para apoyarlo.
El supuesto líder del presunto grupo irregular pudo haber retenido en Bolivia a Gábor y a Daniel Gáspár, que volvieron a su natal Hungría en marzo.
La forma de retenerlos en el país y de controlarlos también era una seña de identidad de Rózsa: quitarles los pasaportes. Según publicó el diario El País de Madrid, en 1992, Rózsa, entonces acusado de mandar a ejecutar a un periodista suizo en Croacia, tenía la regla de retener los pasaportes de todos los soldados que se integraban a la Brigada Internacional de Voluntarios, que comandaba en la Guerra de los Balcanes. Patrullar con dicho documento era poco menos que un delito.
Intentó afiliarse a la Falange
Eduardo Rózsa Flores intentó inscribirse a la Falange Socialista Boliviana, así lo confirman Jorge Santistevan, líder de este partido y primo de Rózsa, y Juan Líder Paz, miembro del Tribunal de Honor de la FSB. Según contó “Cabo” Paz en el programa Que no me pierda, Rózsa visitó varias veces las oficinas de la Falange situadas en la calle Moldes y le comentó que cuando estaba sitiada Santa Cruz sólo vio a la FSB salir en la televisión ofreciéndose para asumir la defensa de la ciudad.
Reck niega que acreditó a Mones
La periodista y analista política cruceña Centa Reck, a través de un comentario publicado en el sitio electrónico www.hoybolivia.com, negó haber acreditado como reporteros de La Estrella del Oriente, que dirige, a los argentinos Jorge Mones Ruiz, sindicado de ser uno de los “carapintadas”, y a Liliana Raffo, quienes investigaron entre marzo y abril la matanza de Pando por encargo de la Unión de Organizaciones Democráticas de América (UnoAmérica).
Reck sostuvo en esa columna que ambos “son conocidos como personas de bien, ocupados por el esclarecimiento de violaciones de derechos humanos, que vinieron de manera abierta a realizar su tarea humanitaria, que usaron sus documentos de identidad”.
“Por lo tanto, es una infame mentira decir (…) que a Liliana Raffo, que visitó al prefecto Leopoldo Fernandez (…), se le franqueó el paso en el penal cuando presentó una credencial de La Estrella del Oriente. Esto es falso y nos lleva a inferir que si el Gobierno es capaz de mentir en pequeñeces, es entonces absolutamente probable que miente el doble y el triple y que con toda seguridad comete injurias y perjurios en los grandes e importantes temas del país”.
Reck negó además “haber sido vista en Santa Cruz” con Mones Ruiz, aunque admitió haber asistido a la conferencia de prensa ofrecida en la sede de la Federación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Santa Cruz (FSTPSC) y en la que expuso las conclusiones de la inadagación sobre los hechos de Filadelfia, Porvenir y Cobija, entre el 11 y el 15 de septiembre del año pasado, y haber participado en reuniones de UnoAmérica en las que estuvo el ex mayor del Ejército argentino Mones Ruiz.
Los “carapintadas” fueron vinculados a la presunta célula terrorista, pues Mones Ruiz pudo haberse reunido el 1 de abril con Eduardo Rózsa Flores, ocasión en la que el ex militar le ofreció 14 hombres para sumarse a la milicia liderada por el boliviano-croata-húngaro, según declaró el viernes Ignacio Villa Vargas, alias el “Viejo”, a la comisión multipartidaria de la Cámara Baja que investiga el caso.
La madrugada del jueves 16 de abril, en el hotel Las Américas, de Santa Cruz de la Sierra, tres integrantes de la milicia fueron abatidos por la Policía: Rózsa Flores, el rumano Árpád Magyarosi y el irlandés Micheal Dwyer, en tanto que fueron aprehendidos con vida el boliviano-croata Mario Tádic y el húngaro Elöd Tóásó.
Habla la hermana de Tóásó
—¿Cómo supo lo sucedido en el hotel Las Américas?
—La noche del 16 de abril escuché en la Tv que en Santa Cruz asesinaron tres personas y capturaron a otras dos. Entre ellos se hallaban cuatro húngaros. Inmediatamente tuve el presentimiento de que Elöd estaba entre ellos, porque en Santa Cruz viven muy pocos húngaros. Enseguida quise contactarme con él, pero no lo logré. En ese momento ya tenía la seguridad de que Elöd se encontraba entre ellos. Empecé a suplicar a la Santa Madre que acompañe a mi hermano, porque yo sentí que él estaba vivo. No sé cómo, pero lo sabía. Toda la noche estuvimos despiertos, escuchando noticias, y en la mañana ya supimos quiénes fueron las víctimas.
—¿Ha tenido contacto con él?
—Unos días después del arresto logré hablar con Elöd gracias a la ayuda de la Orden de los Caballeros de Malta. Me puse muy feliz al saber que estaba vivo y al escuchar su voz. Por el momento, logramos comunicarnos dos veces. Los abogados están convencidos de que Elöd es inocente y que no hizo nada. Están haciendo todo lo posible para descubrir la verdad.
—¿Ha estado en contacto con la familia de Magyarosi?
—Nos contactamos con la familia, les di mis condolencias y ellos nos aseguraron su apoyo. Esa familia está destrozada; no es para menos, perdieron a su amado hijo en circunstancias poco claras.
Investigación
La Fiscalía busca establecer las conexiones políticas que el grupo sostenía en Bolivia.
Se espera que el informe de la UIF sobre los movimientos bancarios dé mayores pistas.
El Fiscal convocó al líder de Human Rights Foundation a declarar.
Foto y texto: La Prensa - Bolivia
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