miércoles, 21 de septiembre de 2011

Declaración del Comité Consultivo Internacional para la Protección de los Pueblos Indígenas en

El Comité Consultivo Internacional para la Protección de los Pueblos Indígenas en Situación de Aislamiento se reunió en Lima/ Perú del 23 al 29 de Agosto de 2011, para visualizar y analizar en su conjunto y desde una óptica regional la situación de los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial, en los siete países de la región en los que habitan.


El Comité Consultivo Internacional es un grupo independiente, cuyos integrantes, provenientes de varios países de la región, han decidido poner su experiencia profesional al servicio de la necesidad de encarar, tanto a nivel nacional como regional, la situación cada vez más apremiante de estos pueblos. Esa experiencia la han adquirido a lo largo de años de desempeño en actividades ejercidas sea desde ámbitos gubernamentales o desde la sociedad civil, en la vigilancia y protección de los pueblos indígenas aislados y en contacto inicial, y en la formulación e implementación de políticas públicas en la materia.


Son más de 120 pueblos o segmentos de pueblos indígenas los que en Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela viven en situación de aislamiento o contacto inicial. Estos pueblos, ejercen con libertad su derecho a la autodeterminación y a continuar viviendo en sus territorios según sus modelos de vida acostumbrados, y rehúsan el contacto con la sociedad envolvente. Estos derechos se encuentran extensamente consignados en tratados internacionales y, en algunos países de la región, en las constituciones o en leyes específicas.


El Comité ve con enorme preocupación que estos pueblos, inseparables de sus territorios, hoy se encuentren gravemente, y a diario, amenazados en su integridad y en sus perspectivas de futuro por el avance continuo de proyectos e iniciativas relacionadas a megaproyectos viales y energéticos, a la expansión irracional e insustentable de actividades extractivas (petrolera, minera, maderera) y productivas (ganadería para producción de carne, agroindustria), y al saqueo ilegal de los recursos de la naturaleza, afectando bienes y equilibrios que no solo los pueblos indígenas en aislamiento, sino la sociedad envolvente, necesitan para tener perspectivas de sustentabilidad. Preocupado por esta situación, el Comité Consultivo Internacional para la Protección de los Pueblos Indígenas en Situación de Aislamiento, alerta a las autoridades de cada país, a la sociedad y a la opinión pública en general, sobre los irreparables efectos generados por tales iniciativas y actividades.


Mientras muchas de las iniciativas citadas corresponden a situaciones específicas de cada uno de los países de la región, otras son iniciativas públicas y privadas de origen transnacional y macro regional, motivadas por el capital internacional y que sobrepasan los límites de cada país, agregándose a las políticas nacionales de desarrollo vigentes en cada uno de ellos, con un enorme alcance y potencial transformador regional, que no siempre es fácil de ser visualizado a corto plazo. En ese sentido, el riesgo extremo de aniquilamiento de territorios, y del exterminio de los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial debe ser visto como un síntoma poderoso y una señal de alarma para la situación de los países de la región en general, y sus habitantes en su conjunto.


Para los pueblos en situación de aislamiento, los impactos y efectos de las citadas iniciativas y actividades incluyen la invasión a sus territorios, la depredación, el saqueo y la destrucción de los recursos que sustentan su vida y sobrevivencia en lo cotidiano, la pérdida parcial o total de su soberanía alimentaria, y la consiguiente creación de dependencias, la generación de un clima de creciente inseguridad y zozobra que amenaza con desestabilizar las estructuras sociales, afectando seriamente sus costumbres y las cosmovisiones que dan sustento a su modo de ser, la alteración y la paulatina pérdida del acceso a espacios vitales de sus territorios y con ello, el aumento de la conflictividad interna, la penetración de sus espacios de vida colectiva con vectores de afecciones y enfermedades contra las cuales no cuentan con la resistencia necesaria, entre otros.


En su conjunto, los impactos nombrados constituyen y representan violaciones de los derechos humanos y de los derechos específicos que asisten a estos pueblos, tanto en el marco de las normativas nacionales como internacionales vigentes en cada uno de los países de la región.


Desde su mirada, que enfoca el conjunto de los países de la región, el Comité Consultivo Internacional, además, quiere compartir las siguientes observaciones de carácter específico:


- La mayoría de los países de la región aún no cuenta con políticas públicas específicas que protejan a los pueblos indígenas en situación de aislamiento, y a los que se encuentran en contacto inicial, y que contemplen la salvaguarda y el respeto de sus derechos. A excepción de Brasil, tampoco cuentan con una institucionalidad con presupuesto público suficiente, dotada de competencias específicas y poder político suficiente para sostener la protección de estos pueblos.


- En los países donde existe un marco legal que reconoce los derechos de los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial, dichas normativas quedan incumplidas

- Los territorios de muchos de los pueblos indígenas en situación de aislamiento y contacto inicial son territorios transfronterizos; en estos casos, la vida de estos pueblos transcurre indistintamente en uno u otro país, dado que las fronteras políticas modernas no son perceptibles para ellos; de igual manera, estos pueblos y grupos se encuentran afectados por las situaciones de riesgo y amenazas específicas que surgen desde la sociedad envolvente en cada uno de los países en cuestión. El Comité quiere destacar la gran importancia de la aplicación de enfoques transfronterizos en los esfuerzos que se lleven a cabo para proteger a los pueblos en aislamiento y contacto inicial, dado el hecho de que, muchas situaciones no podrán ser encaradas constructivamente sin la cooperación activa de los Gobiernos involucrados.


- En el contexto anterior, el Comité, observa en particular la necesidad urgente de una cooperación activa y ágil entre los Gobiernos del Brasil y Perú, ya que la frontera que comparten estos dos países, representa, en gran parte de su extensión, a los espacios de vida y a los territorios de pueblos en situación de aislamiento. Esta necesidad se acrecienta en la medida de que la presencia de agentes externos dedicados a realizar actividades ilícitas como la tala ilegal o el narcotráfico, en estos territorios, se viene intensificando, con un grave riesgo sobre la integridad de los pueblos mencionados. Monitoreos realizados por FUNAI, entidad estatal brasileña encargada del monitoreo y protección de estos pueblos, en territorio brasileiro, comprueban una migración forzada de segmentos
de pueblos aislados del Perú al Brasil. Aparte de eso, en territorio brasilero la sede del Frente de Protección Etnoambiental Envira, de la FUNAI, fue invadida hace pocos días por narcotraficantes provenientes del Perú. Son hechos como estos los que exigen de los Gobiernos, en este caso los de Brasil y Perú, estrategias binacionales de protección que garanticen la sobrevivencia física, cultural y territorial de los pueblos y grupos aislados cuyos territorios son transfronterizos.

- Dentro de su análisis de situaciones específicas, el Comité, llama la atención a la necesidad urgente de proceder de manera responsable a la solicitud de establecimiento de una reserva territorial a favor de los pueblos indígenas en aislamiento que habitan la zona denominada Napo – Tigre, en territorio peruano, próximo a la frontera con Ecuador. Esta área, además, forma parte de un ámbito de presencia de indígenas en aislamiento que incluye el Yasuní y áreas situadas al sur del río Curaray, en territorio ecuatoriano. Se trata de zonas que están siendo afectadas, y otras que son susceptibles a serlo en un futuro inminente, por actividades económicas y proyectos extractivos de grandes proporciones, en ambos países, sin que se haya procedido a un tratamiento responsable y cuidadoso de la presencia de pueblos aislados, que permita tomar en cuenta el impacto que tales actividades pueden tener sobre estos pueblos, y determinar a tiempo el establecimiento de otras reservas territoriales necesarias. Por tanto, el Comité, hace un llamado a los Gobiernos de Perú y Ecuador a que trabajen de manera coordinada con el fin de lograr la protección efectiva de los pueblos indígenas en situación de aislamiento que viven en ambos lados de dicha frontera.

- El Comité expresa su preocupación por el hecho de que las “Directrices de protección para los pueblos indígenas en aislamiento y en contacto inicial de la región amazónica y el Gran Chaco”, elaboradas bajo la conducción de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) a lo largo de un proceso participativo de más de cuatro años, en el que intervinieron organizaciones indígenas, organizaciones de la sociedad civil, expertos e instancias gubernamentales competentes de todos los países de la región, no hayan sido publicadas por OACNUDH a fines del 2010 y puestas a disposición de los actores gubernamentales y no gubernamentales, conforme a los acuerdos y compromisos asumidos al respecto. Por tanto, expresa su deseo, expectativa, y apoyo, para que dichos compromisos puedan ser cumplidos a la brevedad posible, tomando en cuenta también, el carácter de suma emergencia de muchas de las contextos que rodean a los pueblos indígenas en situación de aislamiento y contacto inicial, y la necesidad de poder contar con toda la celeridad necesaria con recomendaciones y directivas que posibiliten una atención adecuada de la problemática.

- Son varios los casos en la región en los que se produjeron confusiones en cuanto a la aplicación, en el caso de los pueblos indígenas aislados y en contacto inicial, del derecho a la consulta previa, libre e informada. En el caso de Perú, el Comité, saluda la reciente aprobación por parte del Estado, de la ley de Consulta Previa, pero constata que en la misma no se mencione el tratamiento que se le dará al caso de los pueblos indígenas aislados. Por esta razón, quiere resaltar que tanto las expresiones explícitas por parte de estos pueblos, de rechazo a la presencia externa en sus territorios y a participar de la sociedad envolvente; como la ausencia de dichas expresiones en el simple hecho de sustraerse al contacto; deben ser registradas por los Gobiernos como afirmaciones de su voluntad de mantenerse en aislamiento, y deben ser consideradas respuestas inequívocas ante las cuales su derecho a la consulta se debe dar por cumplido.

- Así mismo, el Comité ve con preocupación una creciente práctica de violaciones a la ética científica a la hora de elaborar informes que documenten la existencia, la conformación y las dimensiones de territorios en uso, así como, las necesidades vitales de pueblos indígenas en situación de aislamiento y contacto inicial. En no pocos casos, el concurso de científicos inescrupulosos es utilizado para elaborar tales informes por parte de empresas, y otros grupos de interés económico, para construir y difundir conclusiones falsas y engañosas, con el solo fin de justificar actividades de intereses económicos corporativos, privados, en contra de los intereses, derechos territoriales, derechos a la integridad y a la autodeterminación de los pueblos indígenas aislados afectados por las mismas.

En lo positivo, el Comité quiere destacar:


- El número considerable de iniciativas surgidas desde la sociedad civil en toda la región, desarrollando acciones concretas de protección.

- La importancia de la integración de todos los esfuerzos provenientes tanto del ámbito público como del de la sociedad civil.

- El gran esfuerzo desplegado por parte de numerosas organizaciones indígenas en la protección de pueblos indígenas aislados y en contacto inicial; algunas de estas organizaciones constituyeron con CIPIACI (Comité Indígena Internacional para la Protección de los Pueblos Indígenas en aislamiento y Contacto Inicial de la Amazonía, del Gran Chaco y de la Región Oriental de Paraguay) una plataforma internacional que articula sus inquietudes y esfuerzos.


Por último, el Comité Consultivo Internacional quiere hacer notar y destacar la fuerza y vitalidad con la que los pueblos indígenas en aislamiento y en contacto inicial, siguen presentes y persisten en sus proyectos colectivos de vida y convivencia respetuosa con sus territorios, pese a los constantes violaciones de derechos e intereses que vienen sintiendo y sufriendo día a día. Su vida y continuidad es un aporte al futuro y a la diversidad de nuestro planeta. De allí que tanto los Gobiernos, las sociedades de los países de la región, y la humanidad entera, sean llamados a dar el urgente reconocimiento a los derechos territoriales de estos pueblos, a ayudar a proteger sus territorios de manera efectiva, a respetar y hacer respetar el derecho de estos pueblos a su autodeterminación, incluyendo su derecho al aislamiento, al mantenimiento de sus propios modelos de vida, y a un desarrollo propio e independiente del de la sociedad envolvente.


Comité Consultivo Internacional para la Protección de los Pueblos Indígenas en Situación de Aislamiento

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