domingo, 8 de noviembre de 2009

‘El Viejo’ informó a la Policía y Rózsa precipitó la balacera


El jefe de la disuelta Unidad Táctica de Resolución de Crisis (UTARC), capitán Wálter Andrade, aseguró que en el operativo realizado el 16 de abril en el Hotel Las Américas se logró neutralizar y capturar con vida a Elot Toazo y Mario Tadic porque ninguno respondió con armas de fuego al ingreso de los efectivos en sus habitaciones, cosa que no ocurrió con Eduardo Rósza, Arpad Magyarosi y Michael Dwayer, que atacaron a los policías, quienes tuvieron que responder en defensa de su integridad física.

El dato está incluido en el acta de la segunda declaración que el ex líder de la UTARC dio ante el fiscal Marcelo Soza, el jueves por la noche, en el marco de la investigación del caso terrorismo.

El oficial mencionó en su declaración que uno de los detenidos en la acción policial estaba con el torso desnudo y dijo creer que el otro estaba tapado con una camisa que se encontró en el lugar.

Estableció que una vez capturados Toazo y Tadic en ningún momento se les infligió tortura física o psicológica y que lo único que se hizo fue cumplir los procedimientos policiales aplicables al caso, para luego poner a los detenidos en conocimiento de la Fiscalía y los investigadores.

El líder del grupo policial de élite dio detalles de cómo se hizo el operativo de desarticulación del grupo terrorista y apuntó que él y los efectivos a su cargo se trasladaron al hotel Las Américas y divididos en grupos se acercaron a las habitaciones.

Sostuvo que por los datos proporcionados por el informante Ignacio Villa Vargas se estableció que los miembros de la célula separatista andaban de manera permanente fuertemente armados, por lo que la misión se constituía en una acción de alto riesgo.

“Se escuchó una detonación, gritamos: ‘¡alto, policía!’, pero no respondieron, escuchamos disparos desde dentro y abrimos fuego; lamentablemente se tuvo el fallecimiento de tres personas, pero esta acción se la realizó en el marco de preservar nuestra integridad física, ya que fuimos objeto de disparos de armas de fuego”, expresó el capitán Andrade ante el fiscal Soza.

La versión coincide con lo declarado el 30 de octubre por la dragoneante Marilin Vargas Villca, quien explicó que el día de los hechos, una vez en el piso de las habitaciones del hotel Las Américas, hubo la división en grupos de los efectivos de la UTARC; se escuchó una detonación, alguien gritó: ‘¡alto, policía!’, y cuando se ingresó recibieron disparos de armas de fuego y se produjo un enfrentamiento. Manifestó que en las habitaciones donde no hubo respuesta de fuego se arrestó a dos individuos que no opusieron resistencia armada.

Por otro lado, el ex jefe de la Unidad Táctica de Resolución de Crisis mencionó, en su declaración informativa, que luego del operativo antiterrorista se procedió a revisar y verificar todas las habitaciones frente al riesgo de que pudiera existir algún otro artefacto explosivo.

Dijo que se encontraron algunas bolsas y bultos que los abrieron para verificar que no tuvieran artefactos explosivos, como parte de la seguridad de la operación. Explicó que en los ambientes se encontró también gran cantidad de armas, explosivos, maletas, mochilas, computadoras y celulares, entre otros objetos, cuyo detalle se encuentra en el cuaderno de investigación debidamente descrito, que fueron entregados a las autoridades.

Mencionó que posteriormente los policías abandonaron los ambientes y se dejó el lugar bajo custodia de los miembros de Radio Patrulla 110 de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Manifestó, además, que escuchó algunas versiones de mala fe en sentido de que se plantaron pruebas y negó enfáticamente tal aseveración.

El oficial fue también interrogado sobre las tareas policiales que realizó con relación al grupo de Eduardo Rózsa Flores y mencionó que a fines de marzo recibió instrucciones de la Dirección Nacional de Inteligencia de la Policía para verificar si los datos proporcionados por el informante que se hacía llamar ‘el Viejo’ (Ignacio Villa Vargas) eran verídicos o confiables.

Indicó que la información consistió en una reunión que el informante confirmó se había organizado con la finalidad de demostrar que no estaba mintiendo.

SE VERIFICA LA INFORMACIÓN

Andrade aseveró que verificó el lugar, donde ingresaron varias personas, y explicó que ‘el Viejo’ le invitó a la reunión. “Después hice otras tareas de verificación e información de Inteligencia en la ciudad de Santa Cruz”, agregó en su testimonio.
Posteriormente, Andrade explicó que ante una elevada cantidad de información dispersa y alarmante proporcionada por el informante Ignacio Villa Vargas se le encomendó, como objetivo claro y específico, constatar la existencia del grupo irregular, si se componía de personas extranjeras y si contaban con un alto régimen de seguridad.

Manifestó que constató el tipo de seguridad, todo con total firmeza, puesto que pese a que ‘el Viejo’ le presentó como una persona de alta confianza, la gente involucrada a momentos hablaba en un idioma extranjero cuando le notaban cerca, y recordó que el idioma no le era conocido, extremo que demostraba alguna situación de peligro, por lo cual durantre una reunión a la que fue invitado el informante se le pidió que salga del lugar.

Señaló que ‘el Viejo’, tras salir del inmueble, informó a la Dirección Nacional de Inteligencia de la Policía que existían extranjeros y se pudo confirmar los datos brindados por Villa respecto a que los miembros de la célula terrorista hablaban de formar una especie de milicia, la realización de atentados contra la integridad del Presidente del Estado y varios de sus ministros, la voladura de puentes y la colocación de artefactos explosivos en edificios públicos.

Dijo que en general se hablaba de una campaña de terror y los componentes del grupo manifestaban su odio en contra de la figura del Presidente del Estado, incluso con palabras de ‘grueso calibre’.

Ante la consulta sobre si se infiltró en el grupo irregular, Andrade aclaró que en su condición de policía nunca perteneció ni podría pertenecer a una organización criminal ni terrorista, por los valores fundados en su educación y al ser un servidor de la ley.

Estableció que únicamente realizó tareas de verificación de la alarmante información sobre la peligrosidad de los componentes del grupo que había dado el informante Villa Vargas. “Hice tareas de Inteligencia de alto riesgo”, añadió.

El oficial aseveró luego que todas las actividades de comprobación daban elementos parciales del objetivo central que se buscaba sobre la confirmación de la actividad terrorista de la célula dirigida por Rózsa. Expresó que jamás existió infiltración alguna puesto que el trabajo policial se hizo con un seguimiento que fue burlado en determinado momento por la extrema seguridad implantada por los miembros del grupo.

En referencia al trabajo de seguimiento, el fiscal Marcelo Soza le preguntó a Andrade por qué no se advirtió sobre el atentado contra la casa del cardenal Julio Terrazas, sobre la base del contacto con la célula terrorista a través del informante.

El oficial respondió que Ignacio Villa Vargas no daba información frecuente y que a veces desaparecía por varios días. Mencionó que el grupo terrorista tomaba medidas de seguridad para burlar cualquier posible seguimiento.

Texto: Cambio
Foto: ernestojustiniano.org

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