jueves, 6 de agosto de 2009

¿Fronteras que se decoloran?


La regionalización y la globalización impulsa una mayor integración de naciones individuales en la economía mundial, dando como resultado una interdependencia creciente y una reducción significativa de las fronteras nacionales. Este fenómeno transformó la estructura socioeconómica y política de los departamentos Acre (Brasil), Madre de Dios (Perú) y Pando (Bolivia), que juntos forman el Sudoeste del Amazonas, explica la investigadora Cora van Oosten en el trabajo "Desarrollo local y alianzas inter fronterizas en el sudoeste de la amazonía: ¿Fronteras que se decoloran?".

Van Oosten identifica dos tendencias importantes en la zona de estudio: la incorporación gradual del Acre, Madre de Dios y Pando en sus respectivas economías nacionales, y una mayor independencia regional de estos tres territorios fronterizos y su integración mutua.

Actualmente, el proceso de integración regional parece prevalecer, influenciado por la tendencia externa de globalización de los mercados y los cambios políticos internos.

A partir de los años noventa en adelante, América Latina se incorpora gradualmente a la economía global con flujos de capital internacionales crecientes como la inversión transnacional y los préstamos internacionales, desarrollo de infraestructura y la migración entre fronteras.

Las políticas económicas neoliberales promueven la eliminación de las tarifas fronterizas y la armonización de las políticas de precios, reduciendo el gasto del gobierno y privatizando el sector público a través de la oferta de compañías del estado a compañías extranjeras.

Por otra parte, la integración regional ha recibido un fuerte impulso con la promoción de las alianzas inter-fronterizas a través de la llamada iniciativa MAP, una colaboración entre las tres universidades regionales de Madre de Dios, Acre y Pando.

Integración económica del sudoeste amazónico

Los lazos económicos entre el Acre, Madre de Dios y Pando han sido siempre fuertes. La agrupación de ciudades como Assis Brasil-Iñapari-Bolpebra, Brasileia-Cobija-Epitaciolandia, Placido de Castro-Montevideo y Guayaramarin-Guayaramirim depende fuertemente de su comercio fronterizo, el cual es en gran medida ilegal debido a las extensas y mal controladas fronteras.

El comercio de madera es un buen ejemplo de tal ilegalidad. Puesto que Bolivia posee reservas grandes y relativamente intactas de bosque, las plantas procesadoras de madera peruanas y brasileñas se concentran principalmente a lo largo de la frontera boliviana.

Estudios en el año 2000 estimaron que el volumen total de madera ilegal explotada es enorme. Estimaciones oficiales mencionan "por lo menos" 15.000 m3 por año se exporta ilegalmente, pero la figura verdadera es definitivamente mucho más alta (Prefectura de Pando, 2001).

Otro buen ejemplo es el comercio ilegal de drogas. Es de conocimiento común que Madre de Dios, y probablemente también Pando, tiene numerosos laboratorios ilegales que proporcionan la cocaína demandada en las metrópolis costeras brasileñas y hacia al exterior.

Por otro lado, se dice que parte de la tierra peruana a lo largo de la carretera entre Iñapari y Puerto Maldonado está en manos de especuladores brasileños. El puente nuevo de Brasileia-Cobija es pagado por el gobierno brasileño y la ampliación del aeropuerto internacional de Cobija y la nueva instalación de un almacén frío en la Zona Franca de Cobija son un esfuerzo conjunto Brasileño-Boliviano.

Una compañía procesadora de goma brasileña estuvo a punto de ser establecida en Cobija. Una procesadora boliviana de castaña, La Tahumanu, ha sido el motor detrás de una alianza formal entre las firmas Peruano-Boliviano-Brasileñas de castaña. Y un consorcio de firmas Peruano-Boliviano-Brasileñas de madera está explorando nuevas técnicas de procesamiento y rutas comunes de la comercialización.

Una planta de procesamiento de basura que se construirá en Epitaciolandia servirá para el procesamiento de la basura de Brasileia y de Cobija. Las negociaciones para una fuente común de provisión energía es una práctica en curso en Bolpebra.

Estas manifestaciones económicas de una integración creciente se intensifican por los cambios políticos ocurridos durante las décadas pasadas. La organización social y la conciencia política han formado la base para el desarrollo de una identidad regional, que se tornaron importantes a la luz de la descentralización política.

Una nueva clase de políticos regionales emergió y tomó la responsabilidad de la elaboración y ejecución de estrategias regionales. Los políticos locales se dan cada vez más cuenta que las alianzas internas pueden ser ventajosas y necesarias dado el estado deplorable de las economías nacionales peruanas y bolivianas.

Los políticos regionales y locales

Los políticos regionales y locales han ganado considerable poder durante las décadas pasadas. La descentralización administrativa les ha dado control sobre los recursos financieros regionales y locales, lo que les ha obligado desarrollar visiones regionales sobre el desarrollo. Esto ha contribuido a la formación de una identidad regional y de un debate regional.

Leopoldo Fernandez Ferreira de Cobija es un buen ejemplo de esto. La mitad de su familia es brasileña y él tiene relaciones cercanas con los políticos del Acre y es hoy en día presidente del Comité Nacional de Asuntos Extranjeros e Integración. El 6 de febrero de 2004 declaró a El Deber: "Cobija quiere integrarse al resto del país, pero sin perder de vista las ciudades fronterizas de Brasil y Perú".

Los políticos locales como alcaldes y concejales tienen generalmente una afiliación mucho más fuerte con la región y sus intereses particulares. Al ser directamente responsables de sus distritos electorales, tienen un gran compromiso con el caso regional. Tienden a mirar a través de la frontera en vez de a sus centros nacionales, a los que ven como sus enemigos naturales con un amenazador centralismo y conflictos sociales.

Particularmente los municipios de la frontera del Acre, Madre de Dios y Pando han desarrollado lazos mutuos fuertes y más proyectos bi o tri-nacionales están siendo diseñando en alianza mutua. Es el caso del "Comité de Frontera" integrado por los gobiernos locales de Assis Brasil, Iñapari y Bolpebra, que intentaron diseñar el desarrollo del área en común. Ya comparten servicios sociales como electricidad y actividades culturales como acontecimientos deportivos y servicios religiosos.

La sociedad formal entre Epitaciolandia, Brasileia y Cobija, se concentra en la armonización de los planes de desarrollo municipales y la ejecución de varios proyectos trinacionales en los campos de la salud, educación, infraestructura y temas medioambientales, tales como la construcción de una fábrica común de tratamiento de basura y de un parque ecológico binacional.

El sector privado

Durante el auge de la goma se formó una sociedad de tres clases, con una gran clase baja de indígenas y trabajadores inmigrantes, una clase media de los regentes y administradores que manejaban la vida diaria de las barracas, y una pequeña clase alta de terratenientes y comerciantes, a menudo extranjeros, en las ciudades.

Después del auge de la goma, la mayoría de esta gente de clase alta se fue, mientras que los trabajadores establecieron comunidades rurales o se trasladaron a las ciudades, en donde formaron sindicatos, asociaciones de agricultores y movimientos indígenas.

Solo en Bolivia la tierra y el poder fueron entregados a un grupo intermedio de anteriores administradores, quienes asumieron el control de las barracas y formaron una nueva elite regional de "barraqueros". Durante la época de la diversificación económica algunos miembros de esta elite invirtieron en plantas de procesamiento de castaña, y consolidaron su poder económico y político.

Esta "vieja" elite consiste hoy en día un número restringido de familias conservadoras, cuya cultura está marcada por la "saudade", es decir que recuerdan con nostalgia los viejos días de la riqueza y la gloria. Sus lazos familiares son a menudo inter-fronterizos y se sienten "Amazonianos" más que cualquier otra cosa. Este grupo está a punto de perder su tierra y por lo tanto su influencia.

Al mismo tiempo, surge una nueva elite conformada por firmas de fuera de la región en busca de oportunidades de inversión, estableciendo compañías de madera y plantas procesadoras. En Bolivia, esta gente llegó relativamente tarde y en números pequeños, principalmente de Santa Cruz o La Paz.

En Madre de Dios este grupo llegó mucho antes y estuvo compuesto principalmente de empresarios de Cusco, Puno y Arequipa. Grandes beneficios fueron logrados en la explotación minera de oro, los que fueron invertidos en otros sectores. En el Brasil la extensión del frente ganadero atrajo a inversionistas del Sur cuyo principal interés fue la especulación de la tierra y las ventajas fiscales. No invirtieron mucho en la tierra, ni uno ningún otro sector en la región.

Las asociaciones de productores de madera, los mineros de oro y de las asociaciones de agricultores lograron una participación grande en la política regional. El interés principal de estos grupos es el desarrollo económico, que no se restringe a los límites regionales. Se relacionan con compañías más grandes y forman solamente un eslabón dentro de una cadena entera de producción. Estos empresarios no están interesados en el desarrollo de la región como tal, sino en el acceso a mayores inversiones, explotación y generación de beneficios.

Cada vez son mayores alianzas inter-fronterizas entre compañías brasileñas, peruanas y bolivianas locales/regionales. Un buen ejemplo es el recientemente establecido consorcio de procesadores de castaña de Cobija, Brasileia y Xapuri, que tiene la meta de ampliar su mercado. "Hemos estado trabajando informalmente con nuestras universidades brasileñas por años, pero la legislación reciente de esta alianza fortalecerá para todos nosotros la conquista de nuevos mercados", dice Raul Alvarez, encargado de la compañía boliviana Tahuamanu en una entrevista con Amigos de la Tierra Internacional (citado en el Informe Medioambiental Mensual, JICA, diciembre de 2003).

Otro buen ejemplo de una alianza interfronteriza es la reciente construcción de FRIGOPANDO, un almacén frío construido en la Zona Franca de Cobija, con capital de Brasileño/Boliviano.

La integración regional en los ojos de actores brasileños

Desde su creación, Brasil ha estado siempre conciente de su enorme tamaño territorial y de su relacionada diversidad regional. La integración de las varias regiones en una nación-estado o la "brasileñización" ha sido siempre un elemento importante de la política nacional. Esta es la razón por la cual las conexiones camineras de todos los rincones del país tales como el Acre están relativamente bien desarrolladas y se ha invertido mucho en la construcción de aeropuertos (Río Branco, Cruzeiro del Sur, Assis Brasil). Políticamente, ha habido siempre lazos fuertes entre los políticos del estado del Acre y los políticos federales en Brasilia, especialmente dentro del Partido los Trabajadores.

Los brasileños han estado marcados siempre por un fuerte deseo de explorar y ampliar sus fronteras, en búsqueda de "grandeza". En Acre, sin embargo, se encuentran las fronteras nacionales y no hay otra extensión territorial posible. Aunque en Acre la presión de población no es alta, hay una verdadera necesidad de tierra y recursos vírgenes tales como madera, castaña y caucho.

Estas tierras y recursos están disponibles justo cruzando las fronteras. Informes de aduana peruanos y bolivianos mencionan regularmente el asentamiento ilegal de ganaderos brasileños en territorio Peruano/Boliviano. Y un porcentaje desconocido de la madera, del caucho y de la castaña procesados en plantas brasileñas son de origen Peruano/Boliviano.

Los trabajos de construcción en Cobija atraen a muchos trabajadores brasileños, y la mayoría de los trabajadores del camino del tramo Iñapari- Puerto Maldonado de la carretera Interoceánica provienen del Brasil.

Debido a que los costos de transporte entre el Acre y las ciudades costeras del Brasil son elevados, los productores agrícolas y ganaderos del Acre están ansiosos de mejorar las conexiones con Bolivia y Perú. Por lo tanto, política y económicamente, Brasil tiene un interés claro no solo en la integración regional, sino también en su extensión; no simplemente por su necesidad de recursos y oportunidades de empleo, sino también para garantizar una salida al mercado para su gradualmente creciente producción agrícola.

Los actores peruanos y bolivianos

El caso de Perú y Bolivia es diferente. Ambos han atravesado años muy difíciles. Ambos países enfrentan dificultades económicas y políticas serias. Especialmente en las tierras altas los problemas económicos son urgentes y el descontento social es grande. Los gobiernos nacionales están por lo tanto mas ocupados en sus regiones centrales que en sus tierras fronterizas. Esto aumenta la distancia psicológica entre las regiones centrales y las regiones fronterizas.

Agudiza el sentimiento de "ser diferente" y aumenta el deseo de independencia regional. Esto sucede claramente en Madre de Dios y Pando. Especialmente en Pando, donde la migración de las tierras altas es un fenómeno relativamente joven, la agitación política reciente en La Paz y Cochabamba se considera "típicamente colla" y no está bien percibida. "Qué tenemos que hacer con sus problemas; después de todo, ya somos mitad-Brasileños", es una declaración que se oye con frecuencia en las calles de Cobija.

Debido a que la situación económica de Brasil es buena, los ojos bolivianos y peruanos están mas bien enfocados en su vecino común, y es cada vez más percibido que lazos más fuertes con Brasil podrían ser más ventajosos que la consolidación de relaciones con La Paz o Lima.

En Pando, por ejemplo, los recursos regionales ya no son invertidos en mejorar el camino a Riberalta y a La Paz, si no mas bien en la construcción de los caminos de conexión con la carretera Interoceánica que bordea el departamento. El asfaltado del camino Cobija-Zona Franca a Extrema (a lo largo de la frontera peruana) es un buen ejemplo de esto.

La iniciativa del MAP

La iniciativa MAP se originó en 1999, en un taller organizado por la universidad de Río Branco (con el apoyo del Evaluador de la Biósfera LBA/Lowland, el Centro de Investigación Woods Hole y la Fundación Ford) y atendido por una variedad de instituciones de Madre de Dios, Acre y de Pando.

Los participantes de ese taller compartieron la opinión de que dentro de un contexto de cambio regional la sostenibilidad ecológica debe ser salvaguardada a través de la acción conjunta. Discusiones internacionales sobre biodiversidad y cambio climático, así como la construcción de una infraestructura conectora internacional llama al acercamiento regional.

Una primera reunión regional del MAP fue organizada en diciembre de 2000 en Río Branco, con el tema del uso del suelo en Acre, con particular atención al cambio global y a sus implicaciones regionales. La conclusión de la reunión fue que el cambio global puede ser desafiado de la mejor manera posible en el contexto regional, es decir, por la acción común de las tres regiones.

Una segunda reunión fue organizada en Puerto Maldonado en 2001, para debatir sobre los efectos ambientales de la construcción de la carretera Interoceánica. Participaron académicos e instituciones relacionadas con las universidades, y también ONGs interesadas en el asunto.

Durante el mismo año tres reuniones fueron organizadas en Assis Brasil, en el corazón de la región MAP. Se habló del desarrollo sostenible del conglomerado de municipios Assis Brasil-Iñapari-Bolpebra, de un nuevo concepto de educación ambiental y se celebró un foro para las compañías productoras de madera.

A fines de 2002 se erigió el "Monumento de la Integracao Trinacional" en la frontera, celebrando la apertura de un tramo de la carretera Interoceánica. Asistieron los presidentes del Brasil, Perú y altos representantes políticos de Bolivia.

La tercera reunión del MAP fue en Cobija en 2002. El tema fue "el desarrollo sostenible de la región del MAP" con la participación de 200 representantes de universidades, ONGs, gobiernos nacionales y regionales, y una amplia gama de grupos de la sociedad civil.

La cuarta reunión ocurrió en Brazileia-Epitaciolandia en 2003, con el ambicioso título de "construindo uma historia de cooperacao para desenvolvimento da regiao MAP", y con la asistencia de más de 600 personas. El espíritu general de la reunión fue "el crecimiento de un movimiento social a través de las fronteras con el objetivo de promover la cooperación y la integración de los varios segmentos de la sociedad local, regional, nacional e internacional por un desarrollo sostenible del Sudoeste del Amazonas" (Carta de Brazileia-Epitaciolandia 2003).

¿Las fronteras están realmente decolorándose?

Brasil, Perú y Bolivia han experimentado el peligro de la fragmentación del estado y de la aparición de movimientos independentistas. Particularmente Perú y Bolivia atraviesan una fase difícil en su historia política y son amenazados por fuertes manifestaciones que tienen a menudo una base regional. Muchos temen que las diferencias regionales puedan conducir en una interrupción de las actuales naciones-estado.

En este contexto, promover movimientos regionales de integración en zonas fronterizas no suena muy atractivo para los políticos nacionales, marcados por una paranoia política no del todo injustificada. Los gobiernos de Perú y Bolivia ven un grave peligro para su misión política de construcción de la nación.

La actitud "expansionista" brasileña tiene un impacto negativo. Brasil ha estado siempre marcado por su deseo de dominación del continente latinoamericano.

Texto: Bolpress
Foto: Mirabolivia.com

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