martes, 1 de diciembre de 2009

Freddy Maymura junto al Che


El Samurai de la Revolución, así titula el libro que cruzó las fronteras culturales y hoy circula en el idioma japonés. Esta una reseña.

El libro El Samurai de la Revolución, dedicado a la vida y a la lucha del guerrillero Freddy Maymura Hurtado, quien participó en las guerrillas de Ñancahuazú junto al Che Guevara en 1967, logró atravesar las fronteras del idioma y de la cultura como una de las publicaciones más novedosas y de mayor interés entre el público lector japonés y brasileño.

Después de dos años de haberse publicado en Bolivia la obra de la autora boliviana Mary Maymura Hurtado, en septiembre de 2007, la editorial nipona Nagasaki presentó la primera edición del libro en idioma japonés, el 24 de septiembre, en el centro cultural Cervantes, en la ciudad de Tokio, Japón. El éxito de la publicación también fue acompañado por la versión en portugués, que en los próximos días será presentada por la editorial brasileña Record Lta., en la ciudad de Río de Janeiro, una de las más reconocidas en Latinoamérica.

La autora del libro sostiene que su principal objetivo fue difundir la historia real de su hermano, narrar sus recuerdos infantiles, todo un conjunto de vivencias familiares que configuraron la base de la personalidad de Freddy Maymura para convertirse en “el guerrillero”. Es la biografía testimonial de este combatiente, descendiente de japonés, que atrajo el interés de la analogía de un “samurai”, heredero de la sangre y el temple, legado paterno, y el papel heroico que desempeñó en la guerrilla del Che Guevara, entrando a la historia continental con un fusil y la idea de revolución social.

Por su parte, Megumi Belltree, la editora de la versión japonesa de la obra, dice que el interés del público japonés no sólo fue por la relación sanguínea del guerrillero con un japonés de la primera inmigración en Bolivia, sino que los jóvenes nipones actualmente muestran un marcado interés en conocer la historia de Latinoamérica, pero no como la presentan desde la óptica norteamericana. “Me suena Che Guevara, pero exactamente ¿qué hizo él?, así deben sentir los jóvenes japoneses y también lo sentí yo. Las noticias internacionales llegan casi siempre a través de EEUU, así es que me gustaría aclarar que los japoneses no conocen al Che tanto como los latinos, pero yo creo que la historia de la lucha guerrillera en Latinoamérica vale la pena conocerla”.

La representante de la editorial analiza que “la sociedad japonesa sigue buscando un camino para cumplir sus sueños hacia el futuro, este país está conocido como uno de los más ricos del mundo, pero ¿por qué sufre la gente allí?, ¿por qué no se puede decir que la gente japonesa es feliz?, este libro puede enseñar uno de los caminos para creer en uno mismo. Y haber traducido el libro es un gran orgullo para los japoneses, además de conocer a un nisei quien dedicó su vida a la lucha por la humanidad”.

En cuanto a las características del libro, la editora define que la edición japonesa es un informe de investigación e incluye cuatro mapas de referencia que cubren todos los lugares donde se desplazó la guerrilla, además añade una tabla cronológica de la historia de la familia Maymura junto con la historia del Che. La editorial Nagasaki ha distribuido el libro en todas las ciudades del Japón y tiene la seguridad de terminar la primera edición.

El trabajo de traducción y edición de Belltree duró seis meses, tiempo en el que también realizó entrevistas a algunos de los involucrados en la historia, se trasladó a la ciudad de Trinidad, donde nació Freddy, viajó a Santa Clara, Cuba, para conocer el mausoleo del Che Guevara y Maymura, además de buscar más datos en la ciudad donde nació el papá del guerrillero, Kagoshima, “y tenía que buscar una mirada desde fuera del Japón sobre el personaje del samurai”.

El periodista Alonso Contreras, quien en el prólogo de la primera edición de 2007 define el libro de Maymura como una crónica y testimonio, escribe: “El médico estaba predestinado para curar los males endémicos de una sociedad boliviana sumisa a los desmanes de un régimen militar sanguinario y corrupto para tornarla, con su ejemplo, insurrecta y digna”.

La autora cuenta que su hermano Freddy, estudiante de la Facultad de Medicina de La Habana, fue asesinado a sus 25 años de edad, el 31 de agosto de 1967, por el Ejército boliviano en Vado del Yeso. A partir de este “doloroso desenlace”, Mary Maymura comenzó a escribir la biografía de su hermano, mientras intercambiaba sus labores de ama de casa, madre y escritora, un largo tiempo que duró más de 30 años con el insistente objetivo de difundir la vida de su hermano, que se había reducido a unas cuantos párrafos en el Diario del Che Guevara.

UNA SUERTE DISTINTA

Freddy nació el 18 de octubre de 1941 en Trinidad, Beni. Mary, su hermana mayor, relata que desde las circunstancias de su nacimiento prematuro, apenas con siete meses de gestación, parecía predestinado a una suerte diferente a la de sus cuatro hermanos, era el tercer hijo de Junkichi Maemura y Rosa Hurtado.

“Como era tan pequeño cuando nació e incapaz de agarrar el pezón, la madre recurría a un algodón para gotear leche y alimentarlo de esa manera. El médico le había dicho que si vivía hasta los nueve meses sería un niño sano y fuerte. Y fue así. El amor y la paciencia de mamá hicieron un niño saludable (…)”.

“(…) Freddy desde pequeño fue muy generoso y dulce, rara vez se encolerizaba. Cuando jugábamos, elegía el papel de médico, aunque todavía no había superado los seis años. Decía que curaría a las personas necesitadas sin cobrarles (…)”.

“Mis hermanos y yo nacimos en Trinidad, una ciudad única, pintoresca, situada en medio de la extensa llanura amazónica. Allí, en medio de un paisaje bucólico, transcurrimos una niñez feliz. Para nosotros todo era diversión, vivíamos ajenos a la pobreza y a la desigualdad que había en el entorno, al menos eso pensaba yo hace mucho tiempo, ahora me imagino que Freddy, quien era muy diferente a los demás hermanos, desde pequeño se conmovía con esa triste realidad de mi tierra (…)”.

“En esa pequeña ciudad, la mayor parte de sus políticos eran de izquierda, quizás por la necesidad, las marcadas desigualdades económicas y la postración de nuestro pueblo hicieron que desde jóvenes muchos tuvieran esa inclinación (…)”.

“A sus 16 años, Freddy, como otros amigos y compañeros, asumieron una actitud de defensa de los intereses del pueblo e ingresaron al Partido Comunista de Trinidad. En ese entonces se escuchaba mucho sobre la experiencia de la Revolución Cubana, era un cambio que marcaba toda una época. El socialismo, como ideal en América Latina, estaba en su apogeo. Cuba demostraba con mucho arrojo que podía enfrentarse a una de las mayores potencias del mundo como era Estados Unidos, y su propaganda política había logrado calar muy hondo entre la juventud, sobre todo por los principios de solidaridad, igualdad y justicia social que propugnaba (…)”.

LA LUCHA POR SER MÉDICO

“En esos años Freddy comenzaba las gestiones para entrar a la Facultad de Medicina en Trinidad, sin embargo, en esa época los muchachos de tendencia izquierdista eran considerados, para personajes de ideologías opuestas, enemigos de la sociedad e incluso algunos hombres poderosos interpusieron sus influencias para evitar que ingresara a la casa de estudios superiores, pese a que era un buen alumno (…)”.

“En cuanto obtuvo el bachillerato a fines de los 50, Freddy llegó a La Paz, tras el fallido intento de estudiar en su propia ciudad. Venía en busca de un espacio en el curso preuniversitario, que le permitiera seguir estudios de Medicina, insistir en el sueño que arrastraba desde niño. Durante un año (1961) asistió en la Facultad de Medicina como oyente y paralelamente postuló a una beca en Cuba, ya que el Gobierno cubano había concedido un plan de becas universitarias a Bolivia (…)”.

“Cuba no sólo le presentaba la opción de realizarse profesionalmente, sino también de conocer a ciencia cierta y vivir la realidad de un país que había adoptado aquel sistema socialista que tanto anhelaba para su patria. A los días le comunicaron oficialmente que él había sido uno de los 10 estudiantes bolivianos admitidos (…)”.

“En abril de 1962 viajó a La Habana como parte del primer contingente de becarios bolivianos. Sólo se llevó un traje negro de casimir que pertenecía a mi padre y 100 dólares en el bolsillo que mamá le había mandado de Trinidad. Fue la última vez que lo vimos (…)”.

“Habían transcurrido cuatro años de su estadía en La Habana y a Freddy se le planteó la oportunidad de cambiar sus objetivos inmediatos, el rumbo de su vida. (…) Había sido escogido entre el grupo de personas que acompañaría al legendario guerrillero Ernesto Che Guevara. (…) Destacaban en él su eficiencia, lealtad y carácter férreo, tanto que en la hora decisiva de su actuación revolucionaria junto al Che fue capaz de guardar grandes secretos y tuvo la decisión de llevárselos a la tumba antes que traicionar a sus compañeros de lucha”.

MURIÓ COMO UN HÉROE

Freddy Maymura participó en la guerrilla del Che Guevara en la retaguardia. El 31 de agosto de 1967, en Vado del Yeso de Puerto Mauricio, en el Río Grande, el grupo de la retaguardia del Che, integrado por ocho guerrilleros, fue emboscado por militares de la Octava División del Ejército, con asiento en Santa Cruz, mientras cruzaban las aguas caudalosas del río. Los uniformados dispararon por las dos orillas y murieron casi todos los combatientes, menos tres, el cubano Restituto José Cabrera Flores (Negro o Médico), que escapó, pero el 4 de septiembre de ese mismo año lo apresaron y lo mataron. Los dos sobrevivientes de la emboscada fueron José Castillo (Paco) y Freddy Maymura (Ernesto o Médico). A los dos los golpearon y torturaron, pero Freddy se negó a contestar los interrogatorios de los militares y pese a la brutalidad de sus captores no identificó los cuerpos de sus compañeros regados en la orilla del río y se negó a dar vivas al Ejército boliviano. Lo asesinaron.

Después de 32 años sin conocer el lugar donde los militares enterraron en una fosa común los cuerpos de los combatientes, el 7 de junio de 1999, un equipo de médicos cubanos, dirigido por Jorge Gonzales Pérez, director del Instituto de Medicina Legal de Cuba –quien había llegado como representante de los familiares de guerrilleros cubanos– encuentra en Vallegrande los restos de los siete integrantes de la retaguardia, entre los que estaban los de Freddy Maymura Hurtado.

Los restos fueron exhumados y, tras un análisis minucioso de ADN, fueron guardados en pequeños cofres y depositados en la Embajada de Cuba en La Paz. Los homenajes comenzaron en esa embajada y posteriormente en el Sindicato de la Prensa, donde los velaron con el mismo fervor y emotividad.

“Mis hermanos y yo otorgamos nuestro consentimiento para que sus restos reposen en el Mausoleo de Santa Clara, Cuba, junto al Che y sus compañeros de lucha, y así lograr la tan ansiada paz para Freddy”.

Freddy Maymura fue asesinado en Vado del Yeso luego de que la columna de Tania fuera emboscada por el Ejército.

El 7 de junio de 1999 hallaron los restos los siete integrantes de la retaguardia, entre ellos los de Maymura.

Texto: Cambio
Foto: bohemia.cu

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