jueves, 11 de febrero de 2010

Agente de la CIA elaboró planes para separatistas


El militar de Inteligencia húngaro Istvan Belovai estuvo a cargo de elaborar y corregir los documentos que el mercenario boliviano croata Eduardo Rózsa entregaba al consejo supremo que promovía las acciones para separar al departamento de Santa Cruz del territorio boliviano.

El dato surgió del análisis de información compilada en el caso relacionado al plan terrorista y separatista, que fue descubierto por agentes de seguridad del Estado y desbaratado con un operativo policial el 16 de abril de 2009 en el hotel Las Américas de la capital cruceña.

El extranjero era un agente que obtenía información para la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) del Gobierno de Estados Unidos y tenía el nombre clave de ‘Escorpión–B’.

Las habilidades que adquirió durante la Guerra Fría le permitieron ser un asesor de estrategia militar y se presume que entabló relación con Rózsa por medio de actividades en Europa, específicamente en los Balcanes.

La afinidad que llegaron a tener ambos permitió incluso que ofrezca apoyo satelital para acciones específicas y financiamiento para el grupo que el mercenario boliviano- croata conformó con extranjeros y varios bolivianos.

La investigación preliminar de sus nexos determinó, además, que estaba en planificación una reunión secreta que debía efectuarse con la supuesta ejecución de un plan denominado TH (Tree house o casa del árbol). Los reveladores datos fueron obtenidos de la revisión de una de las computadoras portátiles de Rózsa, que tenía la carpeta de archivos Bel – Norte con varios correos electrónicos que intercambió con el agente de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos.

De acuerdo con el estudio de los intercambios de texto, en varios de ellos se menciona la conformación de un grupo de autodefensa de Santa Cruz, que posteriormente debía llegar a acciones armadas con la finalidad de separar a Santa Cruz de Bolivia.

El fiscal Marcelo Soza, la pasada semana, hizo la revelación sobre los nexos entre Eduardo Rózsa y el agente de inteligencia militar húngara.

El operador de justicia estableció en aquella oportunidad que el individuo fue acogido por la CIA una vez que fue expulsado por su gobierno.

“Este señor Belovai, al haber estado también en los Balcanes, era como el mentor de Eduardo Rózsa, o tal vez era su instructor. La investigación ha establecido que Rózsa le informaba de manera constante sobre los componentes de todo su grupo y las acciones que se iban a realizar en el país”, aseveró el fiscal.

El representante del Ministerio Público señaló también que se investiga si Belovai estuvo en algún momento en Santa Cruz.

Parte de la hoja de vida de Belovai, amigo de Rózsa

El agente Istvan Belovai nació el 4 de enero de 1938 en una pequeña aldea en el este de Hungría. Se unió al ejército en 1958 y cuatro años más tarde entró en el servicio militar de inteligencia estratégica con base en Budapest.

Cuando tuvo un rango importante se le encargó traducir un envío con detalles de los procedimientos de operación estándar de una unidad militar de Estados Unidos, que provenía de Clyde Lee Conrad, un soldado norteamericano que trabajaba como administrador de archivos secretos en la OTAN con sede en Bad Kreuznach, Alemania. Desde 1974 hasta su detención en 1988, Conrad había vendido información secreta superior a la República Popular de Hungría y la Unión Soviética, para lo que reclutó incluso a varios funcionarios mal remunerados del ejército.

En 1978, el agente fue destinado de manera permanente a la Operación Galanthus para traducir información de inteligencia sobre estrategias de la OTAN y la ubicación de armas nucleares en las fronteras con el bloque del este.

En un momento determinado, Belovai decidió alertar a los Estados Unidos sobre la fuga de seguridad, porque se presume que se convenció de que la información obtenida podría llevar a un enfrentamiento nuclear.

En 1984 hizo contacto con un agente norteamericano conocido como ‘Richard C’ en una casa de seguridad de la CIA en Londres.

Ese verano, Belovai fue transferido de vuelta a Budapest, pero continuó para comunicarse con Estados Unidos bajo el nombre de código ‘Escorpión-B’.

Un año después, él tenía el rango de teniente coronel, pero fue arrestado por la contrainteligencia húngara mientras iba a un punto de seguridad de la CIA.

Él había sido traicionado, se cree, por los organismos norteamericanos y soviéticos de espionaje. En un juicio, el fiscal pidió que se le dé la pena de muerte, pero fue condenado a cadena perpetua por espionaje, se le despojó de su rango militar y se le confiscó todas sus propiedades.

Belovai ganó la libertad condicional en septiembre de 1990, seis meses después de las primeras elecciones libres en Hungría.

Al final del mismo año se fue a Estados Unidos sin lograr tener el perdón judicial completo y se estableció en Colorado. Obtuvo la ciudadanía norteamericana en 1992. Se cree que falleció a los 71 años, el 6 de noviembre de 2009.

Texto: Cambio
Foto: tribunalatina.com

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