Por: Omar Quiroga Antelo
El viacrusis que deben sufrir los compañeros campesinos y campesinas o cualquier ciudadana o ciudadano del área rural cuando quieren acceder a créditos que ofrece el Banco de Desarrollo Productivo (BDP), es muy largo y duro.
Resulta que en el departamento de Santa Cruz, en una comunidad de nombre “Arroyito” que se encuentra a 3,5 kilómetros al sur de la localidad de Cotoca, habitan varias familias que se dedican a la actividad de la ladrillería. Son 70 familias propietarias de las tierras de la comunidad, que desde hace 12 años se dedican a dicha actividad y generan fuentes de trabajo para 230 familias adicionales.
Para producir ladrillos, deben comprar materiales e insumos como leña, viruta o aserrín y chala de arroz y deben vender luego su producto. Como nos explican ellos en una carta que le enviarán a la Gerente General del BDP y que no la hicieron conocer “La camionada de aserrín y/o viruta, insumo necesario para la producción de ladrillos, cuesta 1.500 bolivianos. La camionada de leña, imprescindible para poder “quemar” los ladrillos en el horno, cuesta 1.700 bolivianos. Lo que rebaja notablemente los márgenes de ganancia de los compañeros ladrilleros”.
Para producir deben alquilar camiones tanto para traer insumos y materiales como para vender su producción, para ello, se les ocurrió a 12 ladrilleros presentar una solicitud de crédito a PRODEM Cotoca, institución financiera que canaliza los créditos del Banco de Desarrollo Productivo (BDP) para los pequeños productores. Ya son más de 8 meses desde aquel día que se apersonaron a esta entidad y hasta la fecha no les han concedido el crédito. Cada ladrillero pedía 80.000 bolivianos para poder adquirir un camión, pues saben que con el ahorro que les generaría el dejar de pagar alquileres altos, podían pagar su crédito y tener mayores ingresos económicos y por tanto mejorar su calidad de vida.
Pero no!!, no se les ha concedido el crédito. Y ¿por qué será que no les han dado estos recursos económicos que solicitan?.
En el análisis de un colaborador de la comunidad que hace seguimiento a este caso desde el comienzo, la lógica es la siguiente. Los bancos y entidades financieras en Santa Cruz, ven en los créditos que ellos mismos canalizan del Banco de Desarrollo Productivo y de otros programas del gobierno, como un peligro para los grupos de poder de este departamento, entonces tratan de hacer fracasar todas las iniciativas del gobierno.
Hay que recordar que cuanto se daban créditos para casas, quien se acercaba a la cooperativa o al banco a solicitar crédito para una vivienda, los mismos funcionarios de dichas entidades se encargaban de desanimar al solicitante diciéndole que esas casas no las podrán heredar sus hijos, que si se mueren lo que han pagado no se les devolvería, que el Estado se haría cargo de esas casas, que no serían nunca verdaderos dueños, para luego animarlos a que hagan trato con ellos. Es decir, utilizaban al programa de vivienda como gancho o como anzuelo para hacer sus propios negocios.
Algo similar sucede en este caso de los ladrilleros, pues el PRODEM no les canaliza los créditos solicitados, sin embargo se sospecha que utilizan dichos recursos para otros tipos de créditos, con otros beneficiarios y con intereses más altos. En otros casos, se aprueba parte del monto solicitado y el restante es utilizado para otros fines por la propia financiera, pero además perjudican al solicitante porque no podrá cumplir con su plan de negocio.
Se sospecha además, que hay fuertes presiones de los grandes productores de ladrillos, de las cerámicas, que no quieren que se consoliden estas microempresas que serán franca competencia para estos empresarios y como ellos tienen intereses en estas financieras y bancos, hacen todo lo posible para que los pequeños ladrilleros no salgan adelante y que el gobierno no logre réditos políticos.
En esta carta que han enviado al BDP, también mencionan que “Cuando, a propósito de la entrega de dos retroexcavadoras para la remoción de tierra para la producción del barro para alivianar el duro trabajo de “desbarrancar” la arcilla en bruto a punta de picota, creímos, sinceramente, que las cosas realmente habían cambiado. Evo vino y nos dijo que él mismo, venía de un hogar muy humilde, en Orinoca, y que incluso había sido ladrillero, por lo que entendía la dureza de nuestras privaciones y la justicia de nuestros reclamos”.
Si el gobierno no toma cartas en este asunto, la liberación y emancipación de los pobres y vilipendiados de este país, seguirá siendo postergada eternamente.
El viacrusis que deben sufrir los compañeros campesinos y campesinas o cualquier ciudadana o ciudadano del área rural cuando quieren acceder a créditos que ofrece el Banco de Desarrollo Productivo (BDP), es muy largo y duro.
Resulta que en el departamento de Santa Cruz, en una comunidad de nombre “Arroyito” que se encuentra a 3,5 kilómetros al sur de la localidad de Cotoca, habitan varias familias que se dedican a la actividad de la ladrillería. Son 70 familias propietarias de las tierras de la comunidad, que desde hace 12 años se dedican a dicha actividad y generan fuentes de trabajo para 230 familias adicionales.
Para producir ladrillos, deben comprar materiales e insumos como leña, viruta o aserrín y chala de arroz y deben vender luego su producto. Como nos explican ellos en una carta que le enviarán a la Gerente General del BDP y que no la hicieron conocer “La camionada de aserrín y/o viruta, insumo necesario para la producción de ladrillos, cuesta 1.500 bolivianos. La camionada de leña, imprescindible para poder “quemar” los ladrillos en el horno, cuesta 1.700 bolivianos. Lo que rebaja notablemente los márgenes de ganancia de los compañeros ladrilleros”.
Para producir deben alquilar camiones tanto para traer insumos y materiales como para vender su producción, para ello, se les ocurrió a 12 ladrilleros presentar una solicitud de crédito a PRODEM Cotoca, institución financiera que canaliza los créditos del Banco de Desarrollo Productivo (BDP) para los pequeños productores. Ya son más de 8 meses desde aquel día que se apersonaron a esta entidad y hasta la fecha no les han concedido el crédito. Cada ladrillero pedía 80.000 bolivianos para poder adquirir un camión, pues saben que con el ahorro que les generaría el dejar de pagar alquileres altos, podían pagar su crédito y tener mayores ingresos económicos y por tanto mejorar su calidad de vida.
Pero no!!, no se les ha concedido el crédito. Y ¿por qué será que no les han dado estos recursos económicos que solicitan?.
En el análisis de un colaborador de la comunidad que hace seguimiento a este caso desde el comienzo, la lógica es la siguiente. Los bancos y entidades financieras en Santa Cruz, ven en los créditos que ellos mismos canalizan del Banco de Desarrollo Productivo y de otros programas del gobierno, como un peligro para los grupos de poder de este departamento, entonces tratan de hacer fracasar todas las iniciativas del gobierno.
Hay que recordar que cuanto se daban créditos para casas, quien se acercaba a la cooperativa o al banco a solicitar crédito para una vivienda, los mismos funcionarios de dichas entidades se encargaban de desanimar al solicitante diciéndole que esas casas no las podrán heredar sus hijos, que si se mueren lo que han pagado no se les devolvería, que el Estado se haría cargo de esas casas, que no serían nunca verdaderos dueños, para luego animarlos a que hagan trato con ellos. Es decir, utilizaban al programa de vivienda como gancho o como anzuelo para hacer sus propios negocios.
Algo similar sucede en este caso de los ladrilleros, pues el PRODEM no les canaliza los créditos solicitados, sin embargo se sospecha que utilizan dichos recursos para otros tipos de créditos, con otros beneficiarios y con intereses más altos. En otros casos, se aprueba parte del monto solicitado y el restante es utilizado para otros fines por la propia financiera, pero además perjudican al solicitante porque no podrá cumplir con su plan de negocio.
Se sospecha además, que hay fuertes presiones de los grandes productores de ladrillos, de las cerámicas, que no quieren que se consoliden estas microempresas que serán franca competencia para estos empresarios y como ellos tienen intereses en estas financieras y bancos, hacen todo lo posible para que los pequeños ladrilleros no salgan adelante y que el gobierno no logre réditos políticos.
En esta carta que han enviado al BDP, también mencionan que “Cuando, a propósito de la entrega de dos retroexcavadoras para la remoción de tierra para la producción del barro para alivianar el duro trabajo de “desbarrancar” la arcilla en bruto a punta de picota, creímos, sinceramente, que las cosas realmente habían cambiado. Evo vino y nos dijo que él mismo, venía de un hogar muy humilde, en Orinoca, y que incluso había sido ladrillero, por lo que entendía la dureza de nuestras privaciones y la justicia de nuestros reclamos”.
Si el gobierno no toma cartas en este asunto, la liberación y emancipación de los pobres y vilipendiados de este país, seguirá siendo postergada eternamente.
Texto: Blog Omar
Imagen: Imagenes Google
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