miércoles, 16 de septiembre de 2009

“REORDENAMIENTO” DE MERCADOS CON MAS RACISMO Y ODIO


Por Raúl Bustamante

Por dos días seguidos, el Intendente José Canudas, se ha lanzado en su cruzada de “ordenar” los mercados cruceños. Asegura que los comerciantes no respetan las normas, se salen fuera de las líneas trazadas por sus funcionarios en la calle para delimitar los puestos.

Un primer intento parece que fracasó tras la limpieza del mercado y el pintado de señales de cada puesto. Ahora se da el segundo intento, esta vez más drástico. Canudas a la cabeza de sus fieles gendarmes, a paso marcial, se adentra en “La Ramada” llevándose todo lo que está fuera de línea, enfrentándose con la protesta de los afectados. A las reacciones, incluso con piedras, desde el bando gremial, Canudas responde que si halla a los responsables sus gendarmes lo agarraran a golpes y no le importa. Las causas para tanto fiereza pueden ser varias, una de ellas la filiación falangista del Intendente lo que le da el tono racista para hacerle actuar más drástico o es una venganza frente a la vergüenza que los gremiales hicieron pasar al alcalde y sus invitados el 1 de septiembre pasado, o es una desubicación total de un individuo que quiere hacer de quijote.

Los gremiales protestan y se encuentran con la oligarquía en la plaza

En agosto pasado un incendio producido en el mercado “La Ramada” abrió el justificativo para que el Intendente Municipal, José Canudas, plantee dar fin con el “tolderío” del mercado “La Ramada”, que supuestamente obstaculizaría la llegada de auxilio adecuado en caso de incendio u otros posibles estragos. Para ello Canudas anunció el “reordenamiento” y también la posterior “reubicación” en nuevos mercados del exceso de los comerciantes instalados en ese lugar.

Esta inicial decisión de Canudas provocó el malestar de algunas asociaciones de ese centro comercial que decidieron salir en marcha de protesta a la plaza el día 1 de septiembre, justo cuando la “institucionalidad cruceña” se hallaba en la plaza inaugurando el “mes de Santa Cruz”. El acto pomposo se realizaba y el alcalde Percy Fernández discurseaba con su habitual estilo desenfadado cuando llegó la marcha. Los gendarmes encabezados por Canudas y otros funcionarios corrieron a detenerla, en medio de insultos racistas, y se produjo un zafarrancho con gendarmes aporreando y gasificando a comerciantes que se resistían. En tanto, el alcalde enfurecido, les llamaba “indiada y cambada”, aflorando de nuevo el racismo desde la más alta esfera como su moneda de cambio habitual aunque supuestamente ¡no! cómo vamos a ser racistas, ¡si les recibimos con los brazos abiertos! El odio latente a los comerciantes de origen colla o camba, es mayor si aparecen chúcaros, como se vio reflejada en los gritos y la cara desencajada del alcalde que mandó reprimirlos por atreverse a interrumpir semejante maravilla. Sin embargo la cantidad de comerciantes llegados a la plaza fue tal que, de miedo, el alcalde y sus cortesanos la abandonaron rápidamente en medio de los gritos de Percy que preguntaba ¿prefectuli, qué hacemos?

Hay quienes festejan a Santa Cruz pero en realidad son los que la esquilman y no les importa el pueblo sino su bolsillo. Si la protesta de los comerciantes tuvo una virtud fue la de golpearles de pronto en el rostro como reflejo de la situación real de la gente que sufre en las calles y mercados, donde no es que haya demasiado comerciante sino que todos los gobiernos municipales, los cívicos y todos sus seguidores, no se preocupado seriamente de la ciudad sino de sonsacar plata a los gremiales y en vez de construir, limpiar, cuidar los mercados, robar a manos llenas beneficiándose de esos aportes que debían destinarse a construir mercados, tampoco se ocupan de generar fuentes de empleo, ni de proporcionar vida digna a la gente, eso sí dar mucho cemento que es de donde más se melea en cada contrato entregado a los amigotes.

División del movimiento gremial.

Viene de perilla al juego del Intendente, la aparición de Jesús Cahuana, importante dirigente gremial, criticando al sector de comerciantes que fue a protestar a la plaza descalificándoles por haber interrumpido un acto sagrado y estar en campaña política. Dio los nombres del dirigente gremial Róger Lavarden que encabezaba la marcha y de la concejal Griselda Muñoz, señalando que son del MNR y sirven a Germán Antelo, aunque él no es precisamente mejor ficha, porque era de UCS (Jhonny), se pasó a Costas y ahora coquetea con el MAS. Griselda Muñoz retrucó asegurando no estar en campaña para buscar la reelección sino exige al alcalde que cumpla su promesa de un nuevo censo para poder tributar.

Los gremiales siguieron movilizados, preocupados por el anuncio del Intendente Canudas que habló de trasladar a los vendedores a dos nuevos mercados en los Distritos 10 y 7, mercados aún no construidos, pensaron que la limpieza del mercado era un pretexto para echar a los comerciantes del lugar y entonces realizaron vigilias.

La disputa intergremial recrudeció con la realización de la limpieza que cada 4 meses se hace en La Ramada, que Canudas además aprovechó para señalar los puestos cada uno de 80 cms, obligar a que usen ruedas y eliminar a los duplicados. Mientras unos sectores se pusieron en vigilia y apronte contra cualquier intento de relocalizarlos e hicieron gala de su falta de voluntad para acatar las órdenes de limpieza, Jesús Cahuana se mostró dócil y colaborador, anunciando en conferencia de prensa su disposición a cooperar con las tareas de limpieza, de demarcación de los puestos asentados en las calles aledañas a La Ramada y cooperar con la CRE y Saguapac para ampliar las calles y puedan pasar camiones bomberos y ambulancias en caso de emergencia. El director de Seguridad Ciudadana del municipio cruceño, Raúl López, aclaró que el operativo sólo es de limpieza y no así de traslado de comerciantes y que se usarán 150 gendarmes para acordonar el área.

Quijote Canudas al ataque

El enfrentamiento de los funcionarios municipales con los comerciantes en la plaza dejó mal parados a los funcionarios, desde Percy, pasando por Canudas, los gendarmes y los pinches. Cómo será hasta hoy su rabia contenida. Pero su venganza parece traducirse en un redoblado acoso a estos “atrevidos”, ejerciendo un control severo y lanzando amenazas.

Se inicia así una campaña para volcar a la población contra los comerciantes lo que no es primera vez que se da a nombre de la belleza, la limpieza y el orden pero también detrás se articulan grandes intereses de negocios y supermercados que quieren apoderarse de los clientes de los centros de abasto tradicional, y el medio para lograrlo es fomentar el prejuicio, hacer énfasis en diferencias sociales, culturales y raciales para generar rechazo en la población al sector gremial, una mayoría llegada del interior, y volverlo paria de la sociedad cruceña.

Texto: ASC
Foto: El Día

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